Nadie es perfecto

Nadie es perfecto
Autor: Jane Green
Título original: Mr Maybe
Editorial: Salamandra / Noviembre 2000
ISBN: 978-84-7888-695-1
Género: Chick-lit

ENCANTADOR, GUAPO Y DIVERTIDO, PERO... SIN UN DURO

Asesor financiero, casa enorme, coche deportivo y... horrible bigotito. Libby lo tiene muy claro, o, por lo menos, eso creía.Dicen que dudar es un síntoma de inteligencia, pero, cuando de hombres se trata, Libby se vuelve algo tonta. Por un lado está Nick, que con su pisito de soltero y su experiencia noctámbula es un tío genial para pasar buenos ratos, y qué ratos. Sólo que, cuanto más tiempo pasa con él, más le gusta. Y por otro lado, para qué engañarse, ella necesita alguien que le dé seguridad, o sea, alguien con pasta, y, en eso, a Ed no hay quien lo supere. Casa en Regent’s Park, Porsche flamante, gran estilo de vida, son la prueba de que el hombre ideal está ahí, a su entera disposición, si no fuera por esos pequeños detalles irritantes que a veces lo hacen insoportable. Pero bueno, ¿tan complicado tiene que ser enamorarse? Porque de eso se trata, ¿no? La pregunta ya se la ha hecho mil veces, ahora ha llegado la hora de las decisiones.

Libby quiere casarse con un hombre rico que le solucione la vida convirtiéndola en una señora. Por eso mismo, cuando conoce al sexy guapísimo pero muerto de hambre Nick, sabe desde el primer momento que no es para ella, aun así emprende una relación que la sorprenderá. Pero tras un desengaño, aparece Ed, rico pero aburrido y patoso. No obstante Libby se deja querer y decide que un matrimonio por dinero compensa la falta de atracción, dejando atrás sus sentimientos.

Llevaba tiempo deseando leer esta historia, me la recomendaron garantizándome diversión y tal vez por eso puse el listo demasiado alto. El caso es que al ser la primera novela de Jane Green, y viendo su trayectoria como autora consagrada en el género chick lit, pensé que me esperaban unas cuantas horas de diversión por delante. Pues no.

Primero, si la protagonista no me cae bien, mal empezamos, pero decidí seguir adelante esperando que la chica evolucionara. El tipo de personaje como Libby no hace mucho a favor del género femenino. Ya sé que es una comedia y en estos casos se tiende a caricaturar los personajes, pero no encontraba nada que me divirtiera ni un cierto crecimiento en la protagonista. Nada más que una cabeza hueca que se dejaba guiar por la primera tarjeta de crédito bien provista. Sin hablar del afán casi crónico y malsano de Libby por el matrimonio, como si fuera la meta de cualquier relación de pareja.

Y los demás personajes tampoco me llamaban mucho la atención. Nick se salvaba, pero su enfermizo rechazo al compromiso me desconcertaba porque no sé de donde lo sacaba. Como es una narración en primera persona, sólo tenía como referencia los pensamientos de Libby que no daban para mucho. Así y todo si tengo que sacar algo positivo de esta novela, me quedo con su personaje porque era el único que despertaba mi curiosidad para averiguar hasta donde podía llegar.

Creo que queda claro que no me ha gustado, no he encontrado nada que me llamara la atención, ni en los personajes ni en la historia. No es que este mal escrita, ni sea una mala novela, sencillamente no me ha gustado. Creo que pasará al olvido en cuanto acabe esta reseña.