Emboscada, Nora Roberts

14 noviembre 2011



Autor: Nora Roberts
Editorial: PLAZA & JANÉS
ISBN: 9788401384004
Género: R. contemporáneo
Páginas: 528
Precio: 20,90€
Fiona vive en una preciosa isla frente a la costa de Seattle. Su profesión es adiestradora de perros y establece muy buenos vínculos con los cachorros –y no tan cachorros– que la rodean y que llenan su vida de una alegría que añoraba desde hacía mucho tiempo: desde que consiguió sobrevivir al ataque de un asesino en serie. Su relación con los hombres parece estar a punto de cambiar cuando conoce a un hombre atractivo y desesperado porque su cachorro de labrador lo muerde y lo destroza todo. Nunca para quieto y ya no sabe qué hacer con él.
Emboscada es una historia inteligente y llena de encanto. Nadie permanecerá indiferente ante la curiosa relación entre Fiona y sus perros, y ante la certeza de que, en verdad, a quien hay que adiestrar es a los amos.
Tras finalizar la serie "Cuatro bodas",  el sello Plaza & Janés vuelve a la carga con Nora Roberts publicando un libro independiente. A grandes trazos, "Emboscada" narra una historia de amor con tintes de suspense, sin embargo, son los pequeños matices y detalles los que aportan un carácter particular a la novela, sin caer en un argumento trillado como puede parecer.

Fiona no es la típica heroína de novela. Ella es una mujer con sus virtudes y sus defectos, con una apariencia sencilla y normal - bueno, salvo su cabello pelirojo - semejante a cualquiera. No es despampanente, perfecta o guapa. Simplemente es una adiestradora de perros que ama su trabajo, una mujer luchadora en su vida personal y una amiga de sus amigas, sin contar a su peculiar y fiel familia perruna: Peck, Newmam y Bogart. Sin embargo, el pasado vuelve para atormentarla: los años no olvidan, ella fue la única víctima superviviente al ataque de un asesino en serie y alguien está suelto repitiendo la hazaña...

«Yo no escribo sobre Cenicientas que esperan sentadas a que venga a salvarlas su príncipe azul. Ellas se bastan y sobran para salir adelante solas. El “príncipe” es como la paga extra, un complemento, algo más… pero no la única respuesta a sus problemas.» Nora Roberts.

Y entonces llegó el "principe". Simon es un ebanista que acaba de mudarse a la isla de Orscas en busca de soledad, algo que le resulta imposible de concebir con el regalo de su madre: Tiburón, un cachorro inquieto que destroza todo lo que encuentra por su paso. Desesperado, acude a Fiona Bristow. Pero en el fondo está rendido a Tiburón y muy pronto su adiestradora también lo hechizará.

Ha sido todo un lujo volver a leer algo de, indiscutiblemente, una de las mejores escritoras del género. Como decía al principio, el brillo de esta historia recae en los matices y son tantos que no sé por donde empezar. En primer lugar, no cabe duda de que la original profesión de Fiona no tan solo resulta un soplo de aire fresco, sino de uno de los puntos fuertes de la novela. Al igual que en la serie "Cuatro Bodas", Roberts no cae en la superficialidad y aporta consistencia a dicha profesión sirviéndose del día a día de Fiona para plasmar detalles y situaciones dispares de su oficio. En mi caso, no me ha aburrido, pero es un riesgo el profundizar tanto en ello porque en cierta manera se excede.

Por otra parte, me ha encantado el perfil de los protagonistas: sin perfecciones, realistas y adorables cada uno a su manera y a la vez tan opuestos.

- Se supone que las mujeres son las que llaman - le dijo a Tiburón mientras se subían a la camioneta-. Y te dan la tabarra todo el día. Así es como funciona el mundo. Pero Fiona no. Ella no pregunta si voy a llegar para la cena, ni si puedo hacerle el favor de comprar leche, ni si se me ha ocurrido sacar la basura. - Meneó la cabeza. - A lo mejor me está consintiendo para ver si así... acabo más colado por ella de lo que ya estoy. Pero no lo está haciendo, que es precisamente uno de los motivos por los que me tiene coladito, e incluso saco la basura por iniciativa propia porque es lo que hay que hacer.

Sin duda, el gran descubrimiento de la novela ha sido Simon, un hombre comedido y muy reservado pero con un humor innato, tal y como se  muestra en sus diálogos ingeniosos e irónicos con un toque de naturalidad impregnados en ellos. Pero lo que más me ha sorprendido, además de sus conversaciones con Tiburón y especial trato, es su sinceridad ¡arrollante y deliciosa!

[…]- Tienes que hacerlo con él para…¿Qué pasa? – preguntó cuando levantó la vista y vio que Simon la estaba mirando.
- No eres guapa.
- Hoy estás de un romántico que te sales.
- No eres guapa, pero creas adicción. Todavía no sé por qué. 

No puedo olvidarme de los perros, sin duda su papel en el libro es fundamental, hasta el punto de que si no eres amante de los animales, posiblemente acabarás adorándolos - o eso es lo que  pretende -. Pero tengo que reconocer que también he encontrado algunos fallos.

Principalmente, la trama de suspense me ha resultado floja, desde el principio es muy predecible y lineal, no he encontrado sobresaltos ni sorpresas. Por otra parte, al principio algunas actitudes entre ambos me parecieron muy repentinas, si bien fueron escenas puntuales que después no me influyeron en el resto de la lectura. Y como decía antes, incide demasiado en el proceso de adiestrar perros.
Sin embargo, con sus más y sus menos, he caído en el encanto y magnetismo de esta pareja. Una historia deliciosa y refrescante que no he podido soltar hasta el final.

Valoración: 4/5