Tambores de otoño

22 mayo 2011


Tambores de otoño 
Autora: Diana Gabaldon 
Título original: Drums of Autumn 
Editorial: Salamandra Bolsillo / Junio 2010 
ISBN: 9788498382907 
Género: Viajes en el tiempo 
Serie: 4º- Claire y Jamie
Mientras Brianna Fraser Randall está a punto de ver realizados sus deseos en compañía de su amado Roger, la vida de sus padres, Jamie Fraser y Claire Randall, continúa en pleno siglo XVIII. Tras su huida de Escocia y su llegada al Caribe, Jamie y Claire deciden embarcarse rumbo a las colonias americanas en busca de una nueva vida. En su ansia de libertad, se dirigen hacia las montañas de Carolina del Norte, el único refugio seguro para alguien que procede de las Tierras Altas escocesas. Allí, finalmente, y a pesar de los riesgos que suponen los animales salvajes, los indios y el fantasma de la hambruna, los Fraser consiguen establecer un precario sistema de vida con la esperanza de que la inminente Revolución Americana no les alcance. Pero, como el paso de la Historia es inexorable y el peligro se cierne sobre la atribulada pareja, Brianna decide viajar al pasado, no sólo para reencontrarse con la madre que ha perdido y con el padre que no conoció, sino para salvar a ambos de un futuro que sólo ella es capaz de percibir.

Tras innumerables aventuras Claire ha regresado junto a Jamie y ambos se trasladan a Carolina del Norte en busca de un nuevo comienzo. Mientras, Brianna y Roger tienen que enfrentarse a la partida de Claire y reajustar sus vidas.

Pero ambas parejas no conocerán la tranquilidad tan ansiada, Jamie y Claire se enfrentan a los peligros de instalarse en un paraje agreste y salvaje; Brianna tiene que decidir si seguir adelante o aferrarse al pasado.
Una vez más me he dejado arrastrar por las aventuras de esta pareja tan especial. En esta novela, cada vez más (lo vimos primero en Atrapada en el tiempo y después en Viajera), dejamos la narrativa exclusiva en primera persona que nos daba de primera mano la percepción de Claire de todo lo que la rodea. En Tambores de otoño, nos adentramos en las emociones y acciones de los otros personajes con una narración en tercera persona; cosa que me gusta porque la percepción de los personajes se amplía, no solo bajo el punto de nuestra protagonista. Cuando Claire nos habla de su vida en Carolina del Norte, la narrativa se convierte casi en el diario de una colona; cuando pasamos a la tercera persona, nos convertimos en espectadores de la historia.

La historia de divide en dos tramas, la de ambas parejas (Claire/Jamie – Brianna/Roger) hasta que se convierten en una con sus giros propios, siempre apasionantes. La sombra de los acontecimientos históricos sigue planeando por encima de sus cabezas como un pájaro malagüero. Pero, por si fuera poco, Jamie tiene que luchar contra los elementos que le rodean como las tormentas de nieve, una naturaleza desconocida y… la paternidad con una hija recién llegada del siglo XX, de más de veinte años, independiente, tan cabezona como el mismo y con una sorpresa. Hombre del siglo XVIII cuyo honor supera lo razonable, se enfrenta a su hija y al fantasma de Frank, despertando viejas inseguridades y celos.
La relación de la pareja Claire/Jamie sigue siendo estrecha, cómplice y apasionada. Los dos tienen que aprender a convivir, pero ellos también dudan de ellos mismos, como personas y como parejas. Sin caer en un romanticismo empalagoso, somos testigos de la entrega de la pareja con momentos preciosos:
“-¿No lo entiendes? –preguntó casi con desesperación-. ¡Pondría el mundo a tus pies! Claire, y no tengo nada para darte.
Jamie pensaba sinceramente que eso era importante. Lo observé buscando las palabras adecuadas y finalmente cogí una de sus manos grandes y callosas, me arrodillé a su lado y apoyé la cabeza sobre su pecho. No me salían las palabras pero había tomado una decisión.
-Donde vayas, iré; donde vivas, viviré: tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios.  Cuando mueras, yo moriré y allí seré enterrada. En una colina de Escocia o en los bosques del sur. Harás lo que tengas que hacer y yo estaré allí.”
Volvemos a encontrarnos con personajes ya muy conocidos como Ian o Fergus, y aparecen otros que, con mayor o menor relevancia, influyen en la vida de los protagonistas. Los paisajes, escenarios cambian pero la esencia sigue intacta, sin perder interés.
Y si algo se puede alagar, sin caer en la tentación de elogiar una vez más la excelente narrativa de Diana Gabaldon, es el trabajo de documentación, de cómo ha conseguido aportar datos históricos, detalles de la vida cotidiana del siglo XVIII como una crónica sin ralentizar el ritmo de la historia, sin resultar pesado. También se podría decir que nos retrata una época violenta, con valores diferentes a los nuestros, pero sin juzgar, sin prejuicios. Jamie es un hombre de su época, y Claire lo acepta como es y por lo que es, así como la vida que la rodea sin caer en la tentación de comparar.

Como conclusión, puedo asegurar que estoy deseando empezar Cruz ardiente y saber más, sin cansarme de la serie. Creo que eso dice mucho después de leer el cuarto libro de la serie.