Cuando el lago se hiela de Elizabeth Edmondson

02 enero 2015

Cuando el lago se hiela
Elizabeth Edmondson
Editorial: Suma de letras/15 septiembre 2005
ISBN: 9788496463097
Género: Histórico
En Londres, en vísperas de la Navidad de 1936, todos los periódicos hablan de la ola de frío que ha hecho que se hielen los lagos del norte del país. Dejándose llevar por la nostalgia, la joven Alix Richardson decide regresar a la mansión familiar, en Westmoreland, para pasar las fiestas en compañía de sus hermanos, a pesar de la poca gracia que le hace reencontrarse con su altiva abuela.
No es la única que va a volver: todos los miembros de la familia Richardson se reúnen en la casa para celebrar la estación de los buenos deseos. Sin embargo, detrás de la aparente calma de la vida familiar, se ocultan viejos rencores, pasiones y secretos muy antiguos. Curiosa y decidida, con una madurez nueva, Alix decide desenmascarar de una vez por todos los fantasmas del pasado. Una decisión que tendrá consecuencias imprevistas.


Unos días previos a la Navidad de 1936 una ola de frío hace que el lago de Westmoreland se congele. Varias personas, que en un principio nada tienen que ver unas con otras, o unidas por unos lazos de amistad y familiares, viajen a la región con la intención de patinar y pasar unos días de vacaciones. Dos familias influyentes de la región serán las protagonistas de los sucesos que transcurren durante esos días: los Richardson y los Grindley.

Alix Richardson regresa a Wyncrag, el hogar de su familia en Westmoreland, tras una ausencia de tres años. Su única reticencia es el reencuentro con su abuela, Lady Caroline Richardson, una mujer autoritaria y fría, que convirtió su vida en una pesadilla. La única persona que Caroline amaba, y sigue llorando a su manera, es su hijo menor, Jack, condecorado con la Cruz al Militar por su valor y fallecido durante la Gran Guerra.  

El otro punto que agita a Alix es el recuerdo de su padre, Neville, el primogénito de los Richardson, que falleció en 1921 mientras escalaba en los Andes, así como las muertes de su madre Helene y su hermana Isabel el mismo año en un accidente de tráfico en Estados Unidos. Son muchas las preguntas que se hace Alix sobre las muertes prematuras de sus padres y hermana, que solo contaba con catorce años, pero nadie quiere hablar de ese fatídico año ni de los acontecimientos que llevaron a la ruptura definitiva de su familia.

Una vez en la inmensa mansión familiar, se da cuenta de que nada ha cambiado, su abuela sigue dirigiendo con mano de hierro sus dominios así como su familia, con la ayuda de su doncella Lippy, que los espía a todos. Caroline Richardson ha convertido a su nieta Perdita en el blanco de todas sus críticas envenenadas. Además de ver como su hermana es humillada por su abuela, Alix se entera de que su hermano Edwin mantiene una relación con Lidia, una joven refugiada austriaca, judía para más agravio, lo que provoca en ella unos celos por no disponer para ella sola de su gemelo. Durante esos días aparecen su tío Saul, un ministro menor del Gobierno de Su Majestad y totalmente sumiso a las directrices de su madre, hasta el punto que le ha convencido de que él y su mujer no pueden tener hijos, decisión que su mujer, Jane, sufre en silencio. Los únicos miembros de la familia Richardson que parecen alegrarse del regreso de Alix son su abuelo Sir Henry, un hombre bonachón, que prefiere encerarse en su despacho a hacer frente a su mujer, y la tía Trudy, una solterona soñadora que ha vivido siempre a la sombra de sus hermanos y madre.  

Los otros protagonistas son los miembros de la familia Grindley, cuya fortuna proviene de la fabricación de sanitarios. Hall Grindley regresa tras quince años de ausencia. Se marchó decidido a conquistar los escenarios de Londres pero ha acabado en Estados Unidos. Sus hermanos Roger y Peter le consideran la oveja negra y holgazana para más agravio, de la familia. El fin de la reunión familiar es convencer a Hall de vender sus acciones en los negocios familiares a sus hermanos mayores.

Hall constata que todo y nada ha cambiado en su familia. Su hermano Peter ha prohibido a sus hijos, Simon (cuyo sueño es enrolarse en el ejercito), Nicky (que se niega a ir a la universidad) y Ursula (una adolescente que sueña en secreto con convertirse en escritora) cualquier relación con su primera esposa, Daphne, tras un divorcio escandaloso. Se ha casado en segundas nupcias con Eve, una mujer egoísta, que muestra sin consideración por los hijos de su marido una clara preferencia por su hija Rosalin, una adolescente caprichosa y vanidosa. Roger, casado con Angela Grindley, una mujer, que abandonó su carrera de médico siguiendo las directrices de su marido chapado a la antigua, quien se niega a que su hija Cecy siga los pasos de su madre y se opone a pagarles los estudios de medicina. Entonces aparece la tía Daphne Wolf, la matriarca de la familia Grindley, excéntrica y autoritaria, dispuesta a averiguar qué se traen entre manos Roger y Peter con respecto a los negocios familiares. 

Otros dos personajes aparecen en Westmoreland, Michael Wrexham, diseñador aeronáutico y Frederick Kerr, estudiante de medicina. No es el primer viaje de Michael a la región, pero no guarda muy buenos recuerdos de las ultimas vacaciones que pasó allí con sus padres cuando solo contaba con 12 años y nada más poner un pies en aquellas tierras, unas pesadillas le impiden descansar.

Como se puede ver, Cuando el lago se hiela es una novela coral, si bien el personaje de Alix es la que lleva el hilo conductor de la historia, una multitud de personajes gravitan a su alrededor, ya sean los del pasado como los que han viajado a Westmoreland. Al principio me costó un poco ubicar a todos ellos por los lazos familiares y los acontecimientos, recordar quien era hijo de quien. Una vez situada, la historia y los misterios de la familia Richardson me atraparon hasta llegar al final.

En realidad hay un personaje más en la historia y es el lago que se hiela. Todo gira a su alrededor, incluso las delicadas descripciones que realiza la autora dan vida al paisaje, primordial en la historia, ya sea en el pasado o el presente.

El entorno social es también fundamental. La autora retrata una Inglaterra sacudida por los cambios sociales, los acontecimientos históricos, como la Guerra Civil española, el auge del fascimo en Europa, los seguidores de Mosley en Londres y la amenaza de un nuevo conflicto bélico. Con acierto, Elizabeth Edmondson ha sabido reflejar las diferencias generacionales entre los mayores y los jóvenes: frente a las rígidas normas de Lady Caroline, la visión anticuada de los hermanos Grindley con respecto al futuro de sus hijos, están Cecy, Alix, Ursula, Edwin y Perdita, quienes desean una vida muy alejada de los estándares anquilosados de sus padres y abuela.

Cuando el lago se hiela transmite misterio, el de los sucesos de 1921 en la familia Richardson. Una vez más Alix lleva la voz cantante, indaga en contra de la voluntad de todos, unos porque prefieren vivir en la ignorancia temiendo las revelaciones del pasado, otros porque temen que la verdad salga a la luz. También ofrece su parte de romance aunque sea muy secundario.

Con gran acierto y un estilo muy fluido la autora ha sabido trazar un retrato complejo de relaciones familiares, donde cada uno tiene su lugar, donde todos ocultan sus anhelos, algunos turbios, otros inocentes.

Cuando el lago se hiela ha pasado al olvido (salió en el 2005), no ha dejado una gran huella, sin embargo los lectores afines a las sagas familiares y los misterios, muy en la línea de Kate Morton o Katherine Webb, pueden encontrar en esta novela todos los ingredientes necesarios para disfrutar de horas de lectura muy amena. Desde luego la recomiendo.

Primeras páginas aquí.