La testigo de Nora Roberts

06 diciembre 2013

La testigo
Nora Roberts
Titulo original: The Witnes
Editorial: Plaza & Jané/14 noviembre 2013
USBN: 9788401354816
Género: Romántica contemporánea

Una noche de verano, Elizabeth Fitch falsifica un carné de conducir con la edad necesaria para que la dejen entrar en la discoteca Warehouse 12. Su vida cambiará para siempre cuando conozca a Ilya Volkov, el hijo del dueño del local, el capo de la mafia rusa en Chicago.

Cuando terminé de leer mi anterior lectura, quería algo seguro, algo familiar que me garantizara unas horas de absoluta entrega; por eso mismo elegí a Nora Roberts, porque siempre es un valor seguro. El argumento de La testigo no me llamaba especialmente la atención pero la empecé como quien se toma un vaso de leche caliente porque es reconfortante y familiar… y una vez lo empecé, no podía parar.

Elizabeth Fitch es una adolescente de dieciséis años controlada en absoluto por una madre fría y dominante. Su vida ha sido una constante serie de normas y su futuro está trazado al milímetro. Un día Elizabeth decide que ya ha llegado el momento de hacer frente a su madre y rompe las estrictas normas que la rodean. Se compra la ropa que le gusta, se corta y tiñe el pelo, falsifica dos carnets de conducir para ella y su amiga Julie y salen a una discoteca de moda. Lo que Elizabeth no imagina es que su vida nunca volverá a ser la misma y protegerse se convertirá en su máxima prioridad, hasta que, más de una década después, una tal Abigail descubrirá que su solitaria rutina ya no la satisface y deseará una vida como la de cualquiera. Y el jefe de policía, Brooks Gleason, tiene mucho que ver.
 
Si en algo Nora Roberts despierta mi admiración es en su asombrosa creatividad. Ha escrito más de ciento ochenta novela y si bien algunas no me han entusiasmado, sobre todo las últimas, todas sus historias tienen un punto en común: su estilo intachable, la documentación y unas protagonistas fuertes e independientes. Echaba de menos sus primeras historias y debo decir que con La testigo me he reencontrado con esas historias que me cautivaban.

Su mayor punto fuerte son sus protagonistas. Nada más empezar resulta imposible no sentir lastima de la adolescente solitaria, que nunca ha sentido el afecto de su madre, y cuando decide rebelarse, echa a perder sus sueños de la manera más brutal. Y la adulta no es menos solitaria, es una mujer que no sabe relacionarse con los demás y vive aislada rodeada de equipos de seguridad, siempre armada y su único compañero es un perro de aspecto feroz. Es fuerte y a la vez despierta simpatía, por sus sueños rotos, sus recuerdos y su soledad. Sin lugar a dudas, es una chica Roberts de pies a cabeza.

Frente a esa mujer tan peculiar, Brooks Gleason, el jefe de policía de la pequeña población de Bickford en Arkansas, es el polo opuesto. Le gusta hablar con todos, se preocupa por los demás y por su profesión es muy observador. De modo que la curiosidad del jefe de policía no puede menos que ver en la solitaria Abigail un reto aunque sea para averiguar qué oculta una mujer tan misteriosa.

La relación entre los dos es la columna vertebral de la novela, la seguridad de Brooks, la reserva de Abigail. Los diálogos son ágiles y algunas escenas me han provocado más de una sonrisa.

Lo más familiar de la novela es el estilo de la autora: pulcro, directo y a la vez detallista. Se lee con tanta naturalidad que se cuela en la mente sin ningún esfuerzo y acompaña una trama previsible pero muy bien urdida.

Ha sido un placer reencontrarme con Nora Roberts; llevaba una temporada un poco fría con esta autora pero al leer La testigo me he llevado una grata sorpresa y la he disfrutado de principio a fin.