Todo está en juego de Kate Noble

06 abril 2012


Autor: Kate Noble
Editorial: Vergara
ISBN: 978-84-15420-14-9
Género: Novela histórica
Serie: 3º Blue Raven
Precio: 17€
Además de ser uno de los solteros más codiciados de Londres, Jason Cummings es miembro de la Sociedad Histórica, una institución exclusivamente masculina… hasta que Winnifred Crane cruza su umbral. Cuando su solicitud de ingreso es rechazada, Winn propone una apuesta insólita: si consigue probar la autenticidad de cierto cuadro, recibirá el reconocimiento que merece. Para ello, sin embargo, tiene que viajar al extranjero, y en esas épocas una mujer no podía viajar sola. Aunque Jason admira a la joven por su valentía, no desea acompañarla, pero se ve obligado a hacerlo. El viaje que emprenderán juntos les reserva sorpresas y peligros inesperados…

Entre las novedades de marzo destacaba "Todo está en juego", una novela ambientada en la Regencia Inglesa que sorprende por un tono ágil y refrescante, además de unos protagonistas un tanto atípicos. De esta forma se presenta Kate Noble, la nueva apuesta de Vergara y una autora que está recibiendo muy buena aceptación en el panorama romántico.

Detrás de unos personajes atípicos, generalmente suele existir una trama con otro enfoque distinto. Ese es el caso de esta historia, la cual se inicia con la visita de Winnifred Crane a la Sociedad Histórica londinense, un club masculino formado por ciertos erúditos, como su ya fallecido padre. De hecho, no cualquiera puede ser miembro de dicha Sociedad y mucho menos una mujer, no obstante, Winn está dispuesta a demostrar su valía como autora de unos exitosos artículos firmados bajo un seudónimo.

Precisamente es allí donde conoce a Jason Cummings, duque de Rayne, o mejor dicho, se tropieza con él, literalmente, lo que más adelante parecerá convertirse en una mala costumbre. Sin imaginarse que le depará ese primer contacto, pronto se encontrará acompañándola en un viaje por diferentes ciudades europeas mientras el prometido de Winn, trata de alcanzarlos.

El perfil de Winn rompe con la concepción de la época respecto a la mujer y su papel en la sociedad. Ella es una mujer intelectual que, tras vivir a la sombra de su padre y verse amenazada a hacerlo en el caso de contraer matrimonio con su primo, lucha por su independencia y por ello está dispuesta a hacer lo que sea, incluso a apostar demostrar la autenticidad de un cuadro. En cambio él, un pelirojo de mucho cuidado, es un hombre que hace gala de su cabellorosidad y, lo que más me ha gustado, no oculta tras una fachada de orgullo sus sentimientos. Y... atención ¡está planteándose seriosamente contraer matrimonio! O al menos era su intención antes de encontrarse siguiendo a cierta señorita por toda Europa...

A pesar de que se trata de la tercera entrega de la serie Blue Raven, es una novela que se puede leer de forma independiente si bien aparecen personajes anteriores como Janet, la hermana de Jason o Phillippa. Sin duda, además de los protagonistas, el punto clave de esta novela recae en el viaje en el que nos sumerge dando paso a todo tipo de situaciones, algunas divertidas e incluso cómicas.

Si bien me ha sorprendido muy gratamente el estilo de la autora y el cambio de aires que ofrece, saliéndose un poco del guión típico de la novela histórica, hay varios aspectos que no me han acabado de convencer. En primer lugar, el precipitado y poco laborioso final de la historia, que se resuelve de muy fácilmente para mi gusto y, en consecuencia, varios detalles que se quedan sin concretar.

En definitiva, una novela sencilla que destaca por su estilo directo e ingenioso en la cual, por una vez, es el protagonista masculino quien en cierta forma persigue a la chica. Espero que sigan publicando más libros de la autora y, si puede ser, que sigan por el primero.



A modo anecdótico, la portada original incluía en la escena al protagonista masculino persiguendo a la chica, no obstante, como relata de forma cómica Kate Noble, un hombre en una portada puede presentar una apariencia deseable, poderosa e incluso sin camisa pero... ¡NO alegre ni desenfadado! Y así fue como Jason Cummings desapareció de la escena.