Neoyorquinos - Cathleen Schine

20 febrero 2012


Neoyorquinos
Autor: Cathleen Schine
Título original: The New Yorker
Editorial: Espasa – Calpe/2008
ISBN: 9788467028072
Género: Narrativa
Esta entretenidísima novela transcurre en el corazón de Manhattan, cerca del Central Park: en medio de lujosos edificios se alza un bloque modesto, tanto que los vecinos no se pueden permitir adquirir una vivienda y viven en apartamentos minúsculos de alquiler protegido que comparten con sus perros. Éstos tienen la virtud de unir a sus amos, que con la excusa de pasear a su mascota tienen la posibilidad de entablar conversación con gente que de otra forma nunca hubieran tenido oportunidad de conocer. Y pueden ser excepcionales cupidos. Estas simpáticas mascotas logran que a los vecinos del bloque, excéntricos, solitarios, ariscos, les dé un ataque de romanticismo.

Neoyorquinos es difícil de resumir, Cathleen Schine ha reunido una serie de personajes y el punto en común entre todos ellos son los perros y vivir en la misma calle. Al principio, todos se conocen de vista, pero nunca se han hablado pese a ser vecinos. Como buenos neoyorquinos, viven de puertas para dentro en sus casas modestas, cada uno con su vida anodina. Un día, un vecino se suicida y Everett cae en la cuenta que llevaba dos años viviendo en el mismo bloque y ni siquiera sabía como se llamaba, ni que tenía un perro. Sufre el síndrome del nido vacío. A sus cincuenta años se ha convertido en un viejo gruñón. Jodie, profesora de música y violinista, decide que, como solterona en potencia a sus casi cuarenta años, tiene que tener un gato, pero en la sociedad protectora de animales se enamora de un pitbull, una vieja hembra que no ha disfrutado de muchas comodidades en su vida. Simón es tímido y muy reservado, su único lujo es pasar un mes al año en Virginia y dedicarse a la caza. Polly acaba de ser plantada por su novio y busca piso. Se traslada al apartamento del suicida y convence a su hermano George, un ex niño prodigio sin ambición, que comparta con ella la vivienda. Pero en el piso hay algo más que cuatro paredes y un techo. Jamie, padre de una familia numerosa y amante de los perros, tiene un restaurante donde todos los vecinos acaban comiendo o cenando…

En esta novela coral, los perros se convierten en cupidos de cuatro patas involuntarios. Sacan lo mejor de sus dueños, ayudan a romper el hielo y favorecen las relaciones entre vecinos convirtiéndose en un tema de conversación recurrente. Poco a poco los personajes de Neoyorquinos ven como sus vidas cambian a lo largo de un año, pasando por el enamoramiento, la desilusión o la esperanza.
Lo que diría de todos estos personajes muy humanos, con sus virtudes y sus defectos, es que todos son solitarios, con un serio problema a la hora de relacionarse y comprometerse. Son personas anodinas cuyas vidas no resultan muy atractivas, sino más bien tristonas.

Si algo se puede sacar de la novela es el beneficio que concede compartir tu vida con una mascota. Los perros, en concretos, por su carácter sociable, ayudan a sus amos a salir de sus casas y relacionarse con sus vecinos. Es curioso como en las grandes ciudades, donde viven millones de personas, es fácil convertirse en una persona solitaria, como les sucede a Everett, Jodie y Simón. Los tres han llegado a la madurez y están sin pareja. Se sienten como si no encajaran en ninguna parte. En el caso de Polly y George, muchos más jóvenes, están en una etapa de sus vidas en la que tienen que tomar decisiones.
Me ha gustado aunque Neoyorquinos no ha sido lo que esperaba. Me gusta el estilo de la autora, pero algunas veces echaba de menos más interacción entre los personajes. La historia la cuenta un narrador anónimo, y tal vez por eso, algunas veces me parecía que se pasaba por alto detalles que se podrían haber profundizado. Y desde luego no es una novela romántica como se deja entender en el argumento. Si bien se establecen relaciones amorosas entre todos los personajes, no creo que el amor sea lo más importante de las diferentes tramas.
Aunque he disfrutado con la novela, no sé si la recomendaría sin más. Sin duda es para amantes de los animales, porque si no te gustan los perros, no entenderás la influencia que puede llegar a ejercer sobre las personas.