Cuando la memoria olvida - Noelia Amarillo

13 enero 2012



Cuando la memoria olvida
Autor: Noelia Amarillo
Editorial: El Maquinista/ Junio 2011
ISBN: 978-84-938526-2-7
Género: Erótico
En la vida de Ruth no hay sitio para nadie más… de hecho, ni siquiera hay sitio para ella misma. Cuida su casa, a sus hermanos (ya adultos) y a su padre, que no tiene las ideas muy claras. La mayor parte del día se le escapa en un centro para mayores, donde no sólo hace su trabajo sino también el de la arpía de su jefa. Su única vía de escape son las contadas reuniones con sus amigas y pasar algún sábado que otro con un amigo especial que le hace hermosos “diseños de interiores”.
La vida de Marcos es un cúmulo de experiencias y viajes. Imprevisible, impaciente y visceral hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere (así le va). Tras varios años vagando sin rumbo fijo, decide volver a España, su país natal. La falta de previsión y la búsqueda de la comodidad se confabulan para que acabe viviendo en la casa de su madre, una mujer obsesionada con las telenovelas que vive por y para la ficción. De niños eran los mejores amigos y los más fieros enemigos. Pero el destino los separó. Ahora vuelven a encontrarse, todo sigue igual y a la vez todo ha cambiado…

Dos amigos de la infancia, dos jóvenes que se reencuentran años después, dos adultos que tienen que enfrentarse a las consecuencias de los hechos del pasado y volver a descubrirse. Pero en el camino, ambos tienen que arriesgarse a confiar en si mismo y en el otro.
Cuando la memoria olvida es una historia sencilla, pero muy bien escrita, con un sentido del humor chispeante y diálogos divertidos. Noelia Amarillo sabe crear escenas que podrían parecer disparatadas, sin embargo no cuesta nada imaginárselas, porque narra su novela con buen ritmo, un vocabulario adecuado y un estilo muy ameno.
Después de llevarme una más que agradable sorpresa con Falsas apariencias, tenía reservas con esta continuación aunque la historia de Ruth y Marcos me intrigaba mucho. No es la primera vez que leo una novela de una autora desconocida para mí, me quedo entusiasmada, y con la segunda historia me llevo un chasco descomunal. Sin embargo, con Cuando la memoria olvida, no sólo me he divertido, sino que me he emocionado.
Los personajes son reales y muy cercanos. La autora sabe recrear un ambiente que nos puede parecer una fotografía de nuestros barrios con protagonistas que son más personas que personajes. Marcos me ha encantado, esa mezcla de chulería y vulnerabilidad me ha gustado muchísimo. Frente a un personaje tan bien logrado, Ruth no se queda atrás, es una mujer fuerte, que ha tenido que crecer demasiado pronto y ha convertido el sentido del deber en su bandera. Está a la altura de su pareja, que le aporta tormento y locura, justo lo que necesita su vida en exceso controlada.
Los segundarios son geniales, todos aportan su granito de arena, cada uno con su ternura, como es el caso de Ricardo o Lucia, o con la arrogancia sobreprotectora de Darío o, en menor caso, de Héctor. ¿Y qué decir de Iris? Me ha recordado tanto a una de mis sobrinas que era como verla cada vez que Iris aparecía en una escena. “Verdad de la buena”.
No sé si la calificaría de erótica, tal vez porque mi experiencia en ese género me ha dejado desencantada con historias poco estructuradas y personajes muy caricaturales, por no hablar de los clichés de mujeres sumisas hasta la humillación, machos excesivamente dominantes y escenas al filo de lo que yo llamaría vejaciones, todo en nombre del amor. Esas historias no son para mi. En esta novela de Noelia Amarillo todo tiene su sitio, los protagonistas están bien perfilados, sus vidas, sus experiencias, sus miedos e inseguridades, son humanos y sus reacciones lo demuestran. Sí es cierto que hay unas cuantas escenas explicitas, pero no es sexo gratuito. Además su estilo, para narrar esas escenas, es directo, llama a las cosas por su nombre, sin florituras, ni poesía empalagosa, ni exageraciones que ni la más ingenua se creería. A mi parecer, Cuando la memoria olvida va mucho mas allá de lo que suele ofrecer una novela erótica y ganamos todos con ello. Por ejemplo introduce en la trama el problema que muchas familias tienen que sortear y es el cuidado de nuestros mayores. Me ha gustado que Ruth fuera una trabajadora en un centro de día, le da a la historia otro giro hacia el realismo de la novela. Por eso no la catalogaría en erótica, porque aporta mucho más que sexo atrevido y sensualidad.
Ahora esperaré con impaciencia la historia de Darío, que por lo que la autora nos desvela al final de esta novela, promete unos protagonistas que dejarán huella. Y felicito a la autora por su talento para regalar historia que se salen de lo trillado, con un estilo propio y sobre todo su sentido del humor muy personal.