En realidad se miente mucho más

30 noviembre 2011


En realidad se miente mucho más
Autor: Kerstin Gier
Título original: In Wahrheit wird viel mehr gelogen
Editorial: Plaza & Janés / Mayo 2011
ISBN: 9788401339158
Género: Narrativa contemporánea
Hablar seis idiomas, tener tres carreras y ser capaz de calcular mentalmente la raíz cuadrada de setecientos cuarenta y ocho no han preparado a  Carolin para los duros reveses de la vida. Aún no tiene treinta años y acaba de perder el gran amor de su vida. En sentido literal y no figurado: se ha quedado viuda.

Todavía está menos preparada para la noticias de que su adorado marido (“aquel tacaño”, en opinión de su hermana) le ha dejado una nada desdeñable fortuna. Una herencia que ha puesto en pie de guerra a su familia política, incluido su ex novio Leo (la historia se complica).

En estos momentos, a Carolin el dinero le da igual. Quisiera no pensar en nada, beber para olvidar y entender por qué nadie nunca dice la verdad. Por suerte, cuenta con la inestimable ayuda de su enérgica hermana y el grupo de amigas de la tienda de zapatos PUMPS & POMPS, con la sesiones surrealistas de la posiblemente peor psicóloga del mundo, un farmacéutico un tanto peculiar y un fox terrier disecado que se llama Número Doscientos Cuarenta y Tres.
Carolin tiene que enfrentarse a la más difícil pérdida: con veinti-pocos se ha convertido en viuda. Karl, veintiséis años mayor que ella, y sin embargo la persona que mejor la entendía, la que la hizo sentirse completa y no un bicho raro superdotado, ha fallecido repentinamente de un infarto. Por si fuera poco dolor aprender a vivir sin él, se enfrenta a los herederos de Karl, con quienes no mantenía contacto porque sus hijos nunca le perdonaron separarse de su madre y porque Carolin fue novia de Leo, el primogénito de Karl.

A través del sarcasmo la autora nos hace partícipe del proceso de duelo. Sin caer en el dramatismo pero sin minimizar el dolor, la apatía o la soledad, Carolin atraviesa varios estados de ánimo, con el corazón en un puño pero sin perder el sentido del humor. Puede parecer una contradicción pero Kerstin Gier sabe jugar con los sentimientos de manera coherente, a través de una protagonista que despierta en el lector ternura y simpatía.

La parte más emotiva para mí ha sido leer los recuerdos de Carolin, porque eres testigo del amor tan especial que compartieron Carolin y Karl, sin el beneplácito de ambas familias aun así juntos y compenetrados, sabiendo que él ya no está, que todos esos recuerdos forman parte del pasado, sin presente ni futuro. En contrapartida, la relación de Carolin con su terapeuta me hizo sonreír más de una vez, no está muy claro quien está peor. Los demás personajes son muy buenos. Por parte de la familia de la protagonista está la hermana Mimi y su marido Ronnie, un apoyo incondicional para Carolin; los padres, un poco despistados pero fieles a su hija, las amigas de Mimi, tiernas y acogedoras; el farmacéutico; un encanto. La familia de Karl es harina de otro costal, los hijos, desde Leo a las hermanas, me parecieron insufribles, así como el “tío Thomas”. Todos se podrían meter en un saco y tirarlos al mar. El único que se puede librar de la criba es Leo porque entendía su rabia al pensar que su novia se había casado con su padreLo que vemos con todos estos personajes es que nadie es perfecto y como dice el título: Se miente mucho más… de lo que todos creemos. Karl no fue sincero con Carolin al no informarla de la fortuna que poseía, ni Carolin fue sincera con Leo y se escudó  tras la cobardía para no dar la cara y pedir disculpas, y Leo no es sincero consigo mismo por no entender que el problema en la maltrecha relación con su padre y después con Carolin no es otro que él mismo y su incapacidad de aceptar que sus padres se separaron muchos años antes.

Cada capítulo empieza con una cita y la interpretación de Carolin salpicada de sarcasmo, son cortos, de hecho el libro se puede leer sin problema en un día. No le sobra nada y está bien concentrado de principio a fin. El ritmo es rápido, no damos vuelta a lo mismo. El personaje evoluciona, recae, pero no da marcha atrás.

Conclusión, es un libro recomendable, tierno, sensible, divertido, triste. Tiene de todo, pero ante todo es una lección de superación, una mirada hacia lo perdido pero con un pie hacia el porvenir.