Todos sus besos

22 julio 2011


Todos sus besos
Autor: Laura Lee Guhrke
Título original: His Every Kiss
Editorial: LaRomántica Booket / Febrero 2007
ISBN: 978-84-08-07099-3
Género: Histórico
Serie: 2º- Seducción
Dylan Moore era un compositor de éxito hasta que una caída del caballo le dejó un silbido constante en el cerebro, que le incapacita para componer. Una noche, cuando estaba a punto de suicidarse, una mujer empieza a tocar una melodía suya. El silbido desaparece y empieza a escuchar música. Dylan la busca por todas partes, pero no vuelven a verse hasta cinco años después. Ella está en la miseria por culpa de su primer marido, pintor, y no quiere saber nada de artistas, pero la oferta económica que le hace Dylan para trabajar como institutriz de su hija es irrechazable..., y la pasión entre ellos irreprimible...
La pasión de Dylan Moore siempre ha sido la música, el eje central de su existencia, lo único permanente en su disoluta vida. El éxito le sonríe, los críticos le adulan y el público le adora hasta que un día sufre un accidente y un fuerte golpe en la cabeza le deja como secuela un constante zumbido en la cabeza que le impide volver a oír la música que siempre le ha colmado como nada más. Desesperado por ese constante ruido en la cabeza que le impide dormir, le produce un dolor de cabeza insoportable y le impide componer, se desplaza al teatro donde dirigió su primera sinfonía y decide pegarse un tiro, decidido a poner fin a su tormento. La aparición de una mujer tocando el violín le frena y las palabras que ella le dice le roban el valor para llegar hasta el final. Pero no es todo, de manera muy difusa, cerca de esa desconocida, al oír su voz, Dylan vuelve a oír música en su interior, solo unos segundos.

Cinco años después Dylan está más desesperado que nunca aunque nadie lo sabe, el fuerte zumbido le lleva a vivir al límite hasta agotarse y así poder dormir aunque sean unos minutos seguidos. No ha vuelto a componer ni una sola nota, sin su música, se siente vacío. Hasta que una noche vuelve a encontrarse con esa misteriosa mujer y la música regresa durante un instante. Decidido a tenerla cerca, la busca y le propone un trato; la inesperada aparición de una hija, cuya existencia desconocía, le proporciona la excusa de necesitar una institutriz. La necesita a su lado para que la música regrese.

Grace Cheval ha tocado el cielo y la caída ha sido tan dolorosa como desesperada. A los diecisiete años se fugó con un pintor dejando atrás un escándalo en su familia que hipotecó el futuro de su hermano y hermanas. Tras unos años de absoluta felicidad con su marido viajando por toda Europa y escandalizando allí por donde pasaban, Grace lo ha perdido todo, hasta su fe en el amor porque el temperamento bipolar de Étienne la ha dejado exhausta emocionalmente. Años después es viuda y está en la ruina, su familia no quiere saber nada de ella, lo único que sabe hacer es tocar el violín pero como mujer le es imposible tocar en una orquesta. La noche que conoce a Dylan Moore, su opinión acerca de los artistas temperamentales se reafirma: lo único que les importa es ellos mismos, con todo hace lo posible por convencerle de no suicidarse. Cinco años más tarde, en la más absoluta miseria, no puede creer en la oferta que Dylan le hace: ser la institutriz de Isabel, una niña tan temperamental y descarada como su padre supone un reto, sobretodo porque el padre deja claro que piensa seducirla y Grace está más que decidida a mantener las distancias con un hombre con demasiado encanto y demasiado disoluto si todo lo que cuentan de él es cierto, pero no puede rechazar la oferta que le garantiza unos ingresos y una casita en el campo al final del contrato.

A partir de entonces empieza un baile a tres bandas donde las emociones y los sentimientos envolverán a los tres hasta cambiar sus vidas.

Lo primero que destacaría de esta historia es la sencillez, no hay venganzas, espías, intrigas, ni siquiera hay un malo que acaba arruinándolo todo, toda la historia se centra en los tres personajes: Grace, Dylan e Isabel, tres personas heridas por su pasado, necesitados de amor, algunos más consciente de ello que otros. El perfil de cada uno me ha gustado mucho. Dylan es un encantador canalla desvergonzado, inconformista, que siempre ha vivido a su antojo, rompiendo las estrictas normas de la buena sociedad, pero tras esa imagen tan disoluta vive un hombre atormentado por su dolencia y la falta de inspiración. Se convence que Grace es la musa que despertara de nuevo la música en él y acallará el ruido que está a punto de volverle loco. Laura Lee Guhrke ha sabido crear un personaje irresistible con todo sus defectos, a pesar de ser un mujeriego, bebedor, camorrista y aficionado a las drogas. No hay un exceso que Dylan no haya probado con el fin de conseguir algo de paz, sin embargo es un personaje que enamora.

La llegada de su hija es un punto de inflexión en su vida. Si bien al principio está decidido a dejarla en manos de Grace para que la eduque, poco a poco el amor paternal le irá envolviendo hasta desear cambiar de vida y convertirse en el padre que Isabel desea. La relación padre /hija es conmovedora y aporta a la historia su toque de ternura. Isabel por su parte es una niña con carácter, con la mente muy clara y decidida a obtener lo que desea: una familia. Es un personaje clave en la historia, ya sea en su relación con su padre, pero también en la pareja.

Y está Grace, una mujer sensata que sabe el precio que puede tener perder la cabeza, ha pagado muy caro su error a los diecisiete años. Se ha convertido en una mujer cauta que no quiere arriesgarse a amar de nuevo y menos aún a un artista como Dylan. Pero es difícil mantenerse al margen cuando Isabel los obliga a vivir bajo el mismo techo, y por encima de todo cuando constata que la niña necesita a su padre más que nada en el mundo pero él parece estar dispuesto a regalar a su hija uno escasos minutos al día. No le queda más remedio que intervenir y ser el puente entre el padre reticente y la hija sedienta de afecto, de manera que le es imposible a Grace permanecer impasible. A pesar de sus buenas intenciones, el compositor despierta en ella recuerdos y anhelos, es difícil resistirse a los encantos descarados del hombre más disoluto de Londres. Algunas veces su resistencia podía desesperarme, con todo me parecía lógica después de su experiencia con su difunto marido.

Todos sus besos es una historia emotiva, basada en los anhelos, el miedo a entregarse a los sentimientos más profundos. Dentro de su sencillez, sin florituras, ni pompa, tiene una trama bien llevada que mantiene en vilo el interés. Los personajes son los pilares de la novela y nos desvelan sus emociones con una narrativa amena y ágil, poco a poco somos testigos de sus cambios, de cómo llegan a otras emociones y la conclusión es que los tres son seres solitarios, cada uno a su manera. Eso sí, aunque hay muchas emociones a flor de piel, la novela no está exenta de humor por el carácter travieso de Dylan y Grace, a pesar de su excesiva prudencia, demuestra su sentido del humor. La escena del robo de los pastelitos de brandy o el menú de la primera cena que comparten son la prueba de ello. También me ha gustado que la pareja se saliera de los habituales nobles con título y pompa, ninguno de los dos pertenece a una familia noble aunque eso no impida que la sociedad pueda juzgarlos.

Conclusión: una vez más el lema de “menos es más” se ajusta como anillo al dedo a esta novela sencilla y a la vez emotiva. Me ha gustado mucho.