Ruta 66

04 julio 2011



Ruta 66, La madre de todas las rutas
Autora: Dorothy Garlock
Título original: Mother Road
Editorial: El Andén, Horizonte / Febrero 2009
ISBN: 978-84-936952-4-8
Género: Contemporáneo
Serie: 1º- Route 66

Durante los años de la Gran Depresión, miles de americanos se ven obligados a abandonar sus tierras malogradas y a unirse a la diáspora de granjeros que emigraron en busca del sueño dorado de la gran California. En su camino, muchos de ellos pasan por la gasolinera de la Ruta 66, donde vive Leona con su cuñado y sus sobrinas. Leona es soltera y tiene que soportar las  maledicencias de la gente, incluso las de su propio hermano, un fanático religioso que la acusa de vivir en pecado.

Solo encuentra la tranquilidad cuando un tejano llamado Yates la protege de la locura que se desata contra ella. Su dulzura y su carácter decidido y apasionado conquistarán para siempre el corazón solitario de Yates.

En la novela romántica los géneros están muy definidos, Contemporáneo, Histórico, Paranormal; pero en el caso de esta novela es difícil ubicarla. Aunque transcurre en el siglo XX, retrocedemos a la Gran Depresión de los años treinta, a una América castigada por una crisis económica que empuja a miles de familia a migrar por la famosa ruta 66 del este al oeste, en concreto al sueño californiano. En el camino, en un lugar perdido del Estado de Oklahoma, hay una gasolinera, una familia, una historia.

Leona es la protagonista, una mujer fuerte y bondadosa aunque no quiere demostrarlo. Es desconfiada y con motivos, muchos vecinos del pueblo de Sayre la desprecian y el responsable no es nadie más que su propio hermano, Virgil, un fanático religioso que se escuda en sus creencias para maltratar a su familia. Vive aislada en la gasolinera de su cuñado Andy y cuida de sus dos sobrinas desde la muerte de su hermana.

Cuando Andy es mordido por una mofeta con la rabia aparece en el momento más oportuno Yates, un vaquero parco en palabras y aspecto intimidatorio. Éste se ofrece a llevar a Andy al hospital donde tendrá que someterse a un tratamiento que puede durar semanas. Cuando Yates regresa y anuncia que se quedará con ella y las niñas con el consentimiento de Andy, Leona siente desconfiada. No sabe nada de ese hombre, ignora que la presencia de ese desconocido tiene un fin y es pagar la deuda que tiene con Andy, y Yates no parece dispuesto a hablar de su pasado.

Poco a poco ambos aprenderán a conocerse, Yates descubrirá que Leona es una mujer de carácter y ella aprenderá a entender los silencios de ese hombre que despierta en ella emociones que la sorprenden.

Ruta 66 es una historia sencilla con personajes tan reales como anodinos, sin embargo tienen carácter y dan autenticidad a la historia. Dorothy Garlock nos ofrece novelas que hablan de emociones y situaciones sin nada superfluo, todo es sencillez y creo que es lo que las hace especiales. Esta es la segunda novela que leo y en ambas la autora nos hace un retrato de la América rural. En esta en concreto, todas esas familias que cargaban todas sus pertenencias en una camioneta en busca de una vida mejor, me recordaban Las uvas de la ira de John Steinbeck.

Me han encantado los personajes, tanto los protagonistas como los segundarios, como Deke, un hombrecillo enamorado hasta las cejas de Leona sabiendo que ella nunca le corresponderá.

La relación de Yates y Leona es lenta pero tierna, él tiene claro que se marchará sin mirar atrás cuando Andy regrese, es un hombre solitario acostumbrado a viajar allá donde se le antoja. Pero la fuerza de Leona le atrae y según la va conociendo se va enamorando. Leona por su parte pronto descubrirá que Yates, a pesar de la desconfianza que despertaba en ella, es un hombre de fiar. Con todo tiene claro que él se marchara y ella no puede dejarse llevar por sus deseos. Está acostumbrada a que los hombres la desprecien por culpa de su hermano y hará lo posible por guardar las distancias. 

Hay partes que me resultaron duras, como las relacionadas con Virgil y su familia. Era realmente lamentable ver como un hombre podía maltratar hasta lo insufrible a su familia sin que nadie hiciera nada porque se consideraba un asunto familiar.

Otro detalle a tener en cuenta y es que Ruta 66 es una novela para todo público, tal vez por eso la relación entre la pareja resulte tan enternecedora, no hablamos de pasiones abrasadoras, sino de deseos y sueños que se van forjando con conversaciones, discusiones y concesiones como los panecillos de Leona y el horno que Yates le compra o el tanque para que se puedan bañar. Nada de joyas ni mansiones, pero resulta emotivo, dejando claro que son la lealtad y los valores de la familia los que importan.

Me ha gustado a pesar de ser una historia de amor diferente, con otro ritmo, pero sin duda con personalidad propia. La narrativa es rápida, sin perderse en detalles o descripciones y la he disfrutado de principio a fin.