Violetas para Olivia de Julia Montejo

07 septiembre 2012



Editorial: Martinez Roca / Abril 2011
ISBN: 978-84-270-3731-1
Género: Narrativa
Madelaine, una joven doctora de treinta y seis años, se ve obligada a regresar a la casa que sus antepasados, los Martínez Durango, tienen en San Gabriel tras la muerte de su tía Rosario. Los Durango, la principal familia del pueblo, es dueña de la mayor parte de las tierras y de los más prósperos negocios, pero también pesa sobre ellos una larga leyenda de infortunio y numerosas habladurías... Para Madelaine, que siempre sintió aversión hacia la casa y todo lo que la rodeaba, su vuelta significará el reencuentro con su otra tía, Clara —una anciana de carácter dominante y aferrada a un mundo que ya no existe—, y con su pasado. Un pasado oscuro en el que flotan demasiadas preguntas jamás resueltas: ¿qué sucedió con su abuela Olivia, que fue borrada de la historia de la familia? ¿por qué su madre desapareció sin siquiera despedirse de ella? ¿qué relación unía a su madre con sus tías?
Violetas para Olivia es una saga familiar, los Martinez Durango, ubicada en la sierra onubense; ricos y poderosos, han sido y siguen siendo amos y señores del pequeño pueblo de San Gabriel. Sin embargo, tras la opulencia de la casa palaciega, los Martinez Durango parecen sufrir una maldición, durante generaciones ninguno de sus miembros ha logrado encontrar la felicidad: matrimonios desgraciados, muertes prematuras, secretos vergonzosos, traiciones y mentiras han salpicado sus vidas. Por eso mismo Madeleine se ha negado a regresar a San Gabriel en los últimos quince años, pero la muerte de su tía Rosario y problemas fiscales la obligan a volver al hogar de una infancia solitaria, donde fue educada por dos tías solteronas, una cariñosa, la otra austera. Sola con su tía Clara, una anciana orgullosa, autoritaria y manipuladora, Madeleine se enfrenta a recuerdos y emociones turbadoras nada más poner un pie en el palacete.

Tía y sobrina, las dos únicas supervivientes de su estirpe, son polos opuestos. La anciana se obstina en mantener  un control férreo sobre todos los asuntos de San Gabriel y el palacete, de una manera casi feudal. Madeleine, por su parte, no quiere saber nada de ese legado que la oprime. En San Gabriel solo ha conocido la soledad y es consciente de que las mujeres de su familia nunca han logrado ser felices. Por eso mismo prefiere mantenerse lejos y mirar hacia el futuro.

Julia Montejo
Si bien Madeleine es la protagonista de la novela, otras dos figuras de peso aportan sus propios matices a la historia: Clara, hosca y rencorosa, y Olivia, bella y frívola. Tres generaciones de la misma familia, cada una con su propia historia, que vamos descubriendo a través de los recuerdos que asedian de forma inquietante a Madeleine. Tres mujeres de carácter, todas fuertes y a la vez muy diferentes. A su manera, cada una de ella se ha enfrentado a la desdicha: Olivia oculta un amor imposible y a la vez indomable, en un intento de alejarse se ha refugiado en fiestas y amantes. Clara es una mujer arisca, nunca se ha casado y se ha autoimpuesto ser la guardiana de la familia. Odia a su madre, no le importa su hermano Rodrigo y ningunea a su hermana Rosario. Es dueña de todos los secretos más oscuros y hace todo lo posible para que los trapos sucios se mantengan en las sombras, sea cual sea el precio y beneficiándose de ellos. Su última obsesión es casar a su sobrina con alguien que haga justicia a su legado, maquinando para que se rinda a sus caprichos. Y Madeleine, hija de Rodrigo e Inmaculada, perdió a su padre con apenas tres años y su madre desapareció sin dejar rastro, sin una nota a su hija. Nunca ha superado ese abandono y se ha volcado en su carrera de médico lejos de su familia.

El ambiente que se respira en la novela es sofocante por los secretos que se intuyen y que Madeleine va descubriendo de la manera más sorprendente; "percibe" cosas que nada tienen que ver con su propia vida pero que esclarecen muchas sombras y preguntas sin respuestas. 

Con un soplo de misterio realista y a la vez mágico, la autora nos conduce de manera intachable hasta el desenlace de la historia a través de un hilo conductor sin altibajos, envolviendo al lector, con personajes complejos y a la vez bien perfilados. La novela no sigue una trama lineal, con retrocesos al pasado, vamos pasando por diferentes décadas con escenas cortas, significativas e indispensables para entender a esa familia tan peculiar, anclada en el pasado. A través de las descripciones detallistas, pero sin resultar un obstáculo para el desarrollo de la historia, el lector se convierte en un testigo y acaba hilando sus propias conclusiones. 

Creo que puedo decir que ha sido toda una sorpresa, de las mejores de mis lecturas de este año. El ritmo, las diferentes tramas que convergen hacia el mismo desenlace, los personajes, la ambientación… todo me ha gustado, no he encontrado ningún pero. O tal vez sí que hay uno y es que no entiendo como esta novela ha pasado tan desapercibida. Cuando he buscado información apenas si he encontrado referencias en la blogosfera. La recomiendo si queréis secretos familiares y últimas oportunidades.