Asesinato en el Orient Express de Agatha Christie

23 enero 2015


⇒ Asesinato en el Orient Express
Autor: Agatha Christie      Páginas: 240
Editorial: RBA                  Género:  novela negra
ISBN: 9788498678901      Precio: 16,00€
En un lugar aislado de la antigua Yugoslavia, en plena madrugada, una fuerte tormenta de nieve obstaculiza la línea férrea por donde circula el Orient Express. Procedente de la exótica Estambul, en él viaja el detective Hércules Poirot, que repentinamente se topa con uno de los casos más desconcertantes de su carrera: en el compartimiento vecino ha sido asesinado Samuel E. Ratchett mientras dormía, pese a que ningún indicio trasluce un móvil concreto. Poirot aprovechará la situación para indagar entre los ocupantes del vagón, que a todas luces deberían ser los únicos posibles autores del crimen. Una víctima, doce sospechosos y una mente privilegiada en busca de la verdad: Agatha Christie construye con esta novela una intrigante historia de suspense que desencadena en una resolución magistral. 
Hace unos días me subía en el Orient Express para rendirle tributo a la dama del género detectivesco, Agatha Christie, de acuerdo a la propuesta de Teresa de Leyendo en el bus y Pedro de El búho entre libros.  Inspirada en algunos hechos reales que no revelaré para no arruinar parte de la historia, la premisa es sencilla: en medio de una tormenta de nieve que bloquea el paso del tren con ruta Estambul-Calais, hallan asesinado al millonario Ratchett, un hombre cuyo pasado es más sombrío de lo que parece. Entre los pasajeros se encuentra el detective belga Hércules Poirot, encargado de la investigación. ¿Quién puede ser el asesino?

Tal y como sucede en Diez negritos, uno de los atractivos de la novela recae en que el crímen transcurre en un escenario cerrado y aislado, el tren, imposibilitando la escapada del asesino cuya identidad y motivos debemos descubrir. Pero, además, convertirse en detective por unas horas es posible. Agatha Christie nos arrastra a una investigación repleta de obstáculos, incógnitas y acertijos que, hilvanada con gran ingenio, permite al lector analizar toda la información, crear propias hipótesis, y encajar de forma autónoma todas las piezas que componen el rompecabezas. Y qué gran final, magistral y sorprendente.

Para resolver el caso, afortunadamente, contamos con la guía y ayuda de Hércules Poirot y sus células grises. Este carismático investigador está dotado de una mente perspicaz y aguda que no deja nada fuera de análisis. Sumamente observador y fiel a un metódico procedimiento, no tan sólo estudia las pruebas del crímen sino que somete a los pasajeros del tren a un brillante interrogatorio que afronta con gran psicología. Ciertamente, me ha encantado descubrir a la figura que, junto a Miss Marple, resulta uno de los personajes más famosos de la autora.

Por otro lado, encontramos a un grupo de pasajeros de lo más pintoresco. Perfectamente caracterizados, encontramos desde una princesa rusa o una enfermera sueca a un criado inglés; representado así diversas nacionalidades y clases sociales de la época. En este sentido, me ha resultado llamativo la importancia que le otorga a los estereotipos geográficos a la hora de esbozar el perfil psicológico de, por ejemplo, el típico inglés. Clichés y prejuicios, por tanto, juegan un papel importante en la concepción de los sospechosos.

En cuanto a la estructura, la trama se desarrolla en tres partes claramente diferenciadas: hechos, declaraciones y reflexión previa a la resolución del caso. Estas están constituidas por capítulos de corta extensión que imponen un ritmo ágil y, junto a las pistas habilmente dosificadas en su interior, hacen que no quieras soltar el libro hasta llegar a la última página.

En resumen, Asesinato en el Orient Express es un clásico imprescindible para los seguidores de la novela negra. Una lectura ágil y entretenida que activará todas tus neuronas en busca de algún resquicio de verdad que permita resolver el caso.
Lo imposible no puede haber sucedido; por tanto, lo imposible tiene que ser posible, a pesar de las apariencias.