No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas de Laura Norton

06 octubre 2014

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas
Laura Norton
Editorial: Espasa (29 de abril de 2014)
ISBN: 9788467041583
Género: Chick lit
Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título.¿Te gustaría decírselo a alguien?¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo?Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos... Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver... Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.
No cabe duda de que un buen título es fundamental para captar la atención del lector, y esta novela no se queda atrás en cuanto a ser original en ese aspecto. Sin embargo, para mí fue un motivo para dar un paso atrás, no me atraía. Después estaba la portada, no me decía nada, pero una vez leída la historia, entendí que tiene su razón de ser. Muchas veces lo tuve en mis manos, leía la sinopsis y esta tampoco me aclaraba mucho. Después llegaron las reseñas y la curiosidad empezó a hacer mella, así que me decidí, sin saber exactamente lo que me iba a encontrar porque de las reseñas que se iban publicando solo leía el final, -si había gustado o no. Si la autora había creído necesario no decir más, algo debía de haber entre sus paginas que sorprendería al lector, y si además los que ya lo habían leído aseguraban que era divertida, pues ya no había más que pensar. 

En cuanto empecé a leerla, me metí de lleno en la vida de Sara, una vecina del muy castizo barrio de Malasaña en Madrid. Me gustó mucho el inicio: la adolescente tímida y responsable, su primer amor, la ilusión y el afán por destacar, el gran día y una noche que se anuncia perfecta y que, para bien o para mal, deja una huella que resurge años después. 

Pasada esta introducción, damos un salto en el tiempo, Sara se ha convertido en una adulta responsable de veintinueve años que ha dado un giro sorprendente a su ordenada vida convirtiéndose en plumista. Admito que ignoraba que esa profesión existiera, lo que aportaba algo fresco y diferente, una protagonista que crea moda con plumas. Llegado a este punto, la historia me resultaba cada vez más interesante, sobre todo cuando Sara debe compartir su piso con una hermana tan guapa como volátil y su novio, un padre en plena crisis porque la madre ha decidido recuperar el tiempo perdido. A pesar de todos los contratiempos, nuestra protagonista sigue pensando que lo tiene todo controlado: tiene un novio adorable y atento y un negocio por el que luchar... pero la vida está dispuesta a complicar un poco más el día a día de Sara cuando su novio, Roberto debe ausentarse durante una larga temporada y su negocio se estanca. Se ponen de por medio un desfile de lo más extravagante que podría cambiarlo todo, la crítica de una bloguera de moda, una mancha en el techo, un vikingo, y la sombra de aquella noche que prometía tanto años atrás…

Si algo caracteriza a Sara es que todo parece torcerse a su alrededor, pero por su forma de ser y los excéntricos personajes que las rodean, incluso lo más desesperante, se convierte en una locura divertida. En más de una escena me he reído de las situaciones disparatadas que sufre la protagonista (la escena del zoo me dejó asombrada). Laura Norton ha conseguido una novela divertida, relatada con un estilo muy coloquial, desenfadado y fresco como un trago de sorbete. Consigue que lo más descabellado resulte convincente en el mundo de Sara.

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas es una lectura ligera, sembrada de sentido del humor. La narrativa en primera persona hace que conozcamos los pensamientos de Sara y no tienen desperdicio (mezclar Hemingway, Picaso y un frío invierno en París me arrancó una carcajada). Si bien algunas veces se le va el santo al cielo, es difícil resistirse a su locura controlada, perfecta para desconectar. El estilo fluido hace que se lea en un santiamén y lo mejor es que te deja una sonrisa en los labios.

Hace unas semanas la autora informaba en su página de Facebook que ya había alcanzado la octava edición, si se tiene en cuenta que salió a la venta en abril de este año, es todo un fenómeno literario encabezado por una autora hasta ahora desconocida. Y para sazonar aún más este tremendo éxito, ya se sabe que la novela será llevada al cine. Noticia aquí. Todavía no se sabe mucho, pero si la adaptación cinematográfica respeta el ingenio y la frescura de la autora, promete mucha diversión. Enhorabuena a Laura Norton por su éxito, solo puedo hacer una pregunta para acabar hoy: ¿para cuando la siguiente?