Quédate en mi vida de Ava Campbell

17 abril 2013


Quédate en mi vida
Ava Campbell
Editorial: Vergara / 3 Octubre 2012
ISBN: 978-84-15420-22-4
Género: Histórico

Surrey, 1823. Anna Hurst llegó a Halston hace seis años huyendo del pasado. Cuando John Sinclair, vizconde de Lisle, regresa a su pueblo natal, Anna decide buscar su apoyo para la pequeña escuela que ha fundado. Pero el día en que se conocen ofende profundamente al vizconde, que le niega su ayuda. Cuando él se ve envuelto en un atraco, la intervención de Anna le hace recapacitar e interesarse en sus proyectos.
La relación entre ambos comienza a estrecharse, hasta que la llegada de Julia, la amante de John, lo cambia todo. Julia está dispuesta a cualquier cosa por probar que Anna no es lo que aparenta. Y cuando sus sospechas cobran vida, todo el mundo de Anna se vuelve del revés. Anna puede huir de Halston, pero ya sabe que no conseguirá hacerlo de su pasado.
¿Podrá el amor que ha nacido entre ella y John sobrevivir a los silencios culpables y las verdades a medias?

Llevaba tiempo dudando si leer Quédate en mi vida de Ava Campbell dada mi reticencia a leer históricas. Sin embargo, en cuanto cayó en mis manos, lo empecé sin pensarlo y cuando quise darme cuenta llegaba al final.

El argumento no aporta nada nuevo: una viuda que esconde un secreto, un noble hastiado de cuanto le rodea, un primer encuentro accidentado, una atracción que surge lentamente y se ve amenazada por los celos de una tercera persona. ¿Entonces qué me atrajo? Pues sencillamente el estilo de la autora: pulcro, elegante, cuidado hasta el último detalle; el ritmo de la novela: sin altibajos, con un argumento que se desarrolla de manera coherente; la ambientación: sin perderse en descripciones Ava Campbell introduce al lector en el entorno de los personajes y crea una composición de lugar perfecta que me ha recordado a las autoras más clásicas de la novela romántica histórica.

En cuanto a sus protagonistas, atraen por los muchos matices que se van revelando a lo largo de la novela. Ambos son solitarios, cada uno oculta un pasado doloroso que los impele a desconfiar de sus emociones.

Anna vive de manera humilde y se dedica a la escuela parroquial. No duda en luchar por lo que cree correcto y su generosidad no tiene límites, sin embargo el amor no tiene lugar en su vida. Me ha gustado que fuera una mujer madura con un pasado, segura de lo que puede esperar de la vida y consciente de su edad (para aquel entonces, con treinta y cuatro años ya era una matrona). No alberga ilusiones ni sueña con un salvador, ella ha elegido su existencia solitaria y autosuficiente porque para Anna la independencia es vital y un hombre en su vida está fuera de lugar.

John es muy reservado, vive una existencia carente de sentimientos y no alberga ninguna intención de comprometerse emocionalmente con otra persona. A pesar de ser un noble que ha huido de sus obligaciones, tampoco es un dandi ocioso. A su manera se ha forjado su propio camino, aunque tuviese que pagar un alto precio por ello.

A partir de esa primera composición, una historia de amor entre los dos parece imposible. Su primer encuentro se ve empañado por un malentendido, lo que marca el inicio de la relación, pero tampoco entramos en una serie de tira y afloja sino que Anna y John se van descubriendo de manera cautelosa hasta enfrentarse a sus temores: volver a confiar y arriesgarse a abrir sus corazones.

Quédate en mi vida es la conmovedora historia de dos personas prudentes que han renunciado a la felicidad y se enfrentan al desafío de volver a amar. Y gracias a la prosa sensible de Ava Campbell, resulta imposible permanecer impasible ante los sentimientos de sus protagonistas. Es la mayor baza de la novela, las emociones afloran en cada página a través de los temores y los anhelos de sus dos protagonistas. Con argumentos muy trillados en la novela romántica histórica, la autora ha conseguido algo muy difícil y es imprimir en su historia su propio estilo derrochando emociones con una prosa cargada de sentimientos y un ritmo ágil que nos absorbe hasta el final. Sin dudas volveré a leer a Ava Campbell.