La novela romántica, ¿un género por y para mujeres?

17 julio 2012



Siempre me ha resultado curioso que la novela romántica sea considerada un género de mujeres cuando gran parte de los libros, en mayor o menor medida, contienen dosis de romanticismo. ¿A caso los hombres no sienten, no se enamoran o emocionan?

Una ambigüedad que, inevitablemente, me lleva a reflexionar sobre la importancia de los prejuicios existentes al respecto y que, todavía hoy, están profundamente arraigados en nuestra sociedad.  Lamentablemente es habitual oír calificativos como "cursi" o "ñoña", siendo un reflejo de las concepciones que menosprecian e infravaloran un género que también merece ser considerado como uno más. De hecho, el término “novela rosa” recogido por la RAE me parece bastante retrogrado y despectivo.

Precisamente son estos prejuicios los que potencian el tabú que rodea a la novela romántica y sus lectores. No es de extrañar que si a algunas mujeres les incomoda confesar que les gusta leer dicho género por el que dirán, a un hombre mucho más. No obstante, cada vez más son los hombres que se atreven a reconocerlo e incluso a opinar al respecto, cosa que me encanta. Después de todo, ¿quién dijo que es un género exclusivo de mujeres? Otra cuestión es que guste más o menos.

Por otra parte, y en la misma línea ¿qué pensáis acerca de que un hombre escriba novela romántica? ¿Lo leeríais?

Me vienen a la mente diversos nombres, muchos de ellos bastante reconocidos, no obstante, son muy pocos los escritores que clasifican sus libros como novela romántica y menos los que no se ocultan bajo un seudónimo, ya sea por marketing o elección personal. Un ejemplo de ello es el autor de la serie siete novias, Leigh Greenwood.

Pero…¿Qué me decís de Moccia? Un autor que ha triunfado en el género juvenil pero sus libros son historias de amor. O Nicholas Sparks quien, por paradojas de la literatura, es considerado un escritor de ficción porque sus finales no felices así lo definen y, en consecuencia, lo alejan de la etiqueta de novela romántica.

Todo esto me lleva a pensar que la literatura es tan ambigua como caprichosa y frívola. A mi modo de ver, es muy delgada la línea que separa lo romántico de lo simplemente narrativo o ficticio.

¿Cuál es vuestra opinión al respecto?