Soñar es fácil de Roopa Farooki

05 marzo 2012


Título: Soñar es fácil  
Autora: Roopa Farooki,
Título original: The corner shop
Editorial: DEBOLSILLO, 2010
ISBN: 9788499082615
Género: narrativa contemporánea
¿Qué te queda cuando has alcanzado todos tus sueños? Una historia sobre la esperanza y las frustraciones
A sus 14 años, Lucky Khalil tiene tres pasiones: el fútbol, la Guerra de las Galaxias y Portia. Ella es una compañera de clase, que además trabaja para el abuelo de Lucky, un bengalí cincuentón llamado Zaki que ha logrado sobreponerse con éxito a las penurias de la inmigración: tiene un colmado rentable y una familia unida. Hasta puede que demasiado unida: Zaki y Delphine, la madre de Lucky, tuvieron un romance en el pasado que parecía superado, pero Delphine se siente atrapada en su matrimonio ejemplar y está empezando a fijarse de nuevo en su suegro. Lucky, Zaki y Delphine están a un paso de cumplir su sueño, pero ¿qué están dispuestos a sacrificar por él?
 Es la primera novela que leo de Roopa Farooki. Según el Financial Times: ”escribe historias sobre la Gran Bretaña actual y multicultural, habitada por personajes divertidos y verosímiles: Tienen sus defectos, pero también están llenos de compasión y humanidad.” Era suficiente para que me picara la curiosidad, de modo que me compré el libro.
De lleno entramos en contacto con un adolescente de catorce años, Lucky, que sueña con llevar a la victoria a Inglaterra en un mundial cuando sea un jugador de futbol profesional. Es un fan incondicional de La guerra de las galaxias y está secretamente enamorado de la empleada de su abuelo, Portia.
Zaki nació y creció en la India, en una familia acomodada de comerciantes. Es un cincuentón que ha vivido siempre al margen de la sociedad, le gusta apostar, no estar bajo las órdenes de nadie y vivir el día a día. Lleva su pequeña tienda en un barrio de Londres a su antojo. Su nieto Lucky le tiene como un héroe que se ha atrevido a dar la cara a los convencionalismos. Sin embargo no tiene una relación muy estrecha con su hijo Jinan y para colmo mantuvo una relación secreta con su nuera Delphine antes que ésta se casara con su hijo. Lo que no ayuda. Pero Kali no el hombre egocéntrico e insensible que aparenta. Perdió al amor de su vida, la mujer por la cual dio la espalda a su padre que nunca le perdonó casarse con una joven de clase inferior, y para mayor agravio, embarazada de otro hombre. Tampoco es que haya olvidado a Delphine y que ella le convierta en su paño de lágrimas en cuanto discute con su marido, no hace que pueda renunciar a la esperanza de volver a tenerla en su vida y no como su nuera.
Delphine es francesa. Llegó a Londres con la intención de borrar cualquier rastro de la joven provinciana de Las Landes alcanzando el éxito profesional y casarse con un buen partido que le aporte respeto y comodidad. Y lo ha conseguido. Llega a la cuarentena estando casada con un abogado con una carrera exitosa, tiene un hijo que sueña con ser un jugador de futbol y vive en una bonita casa en un barrio residencial de Londres. Pero no es oro todo lo que reluce, se siente atrapada en un matrimonio infeliz a pesar de su marido que la adora. Su único aliciente era su hijo Lucky pero éste se está haciendo mayor y es cada vez más independiente. No le queda gran cosa por la que soñar. Pero lo peor es que no ha logrado olvidar a Kali, su suegro. Fue el único hombre que la hizo sentir autentica, sin mascaras ni subterfugio. La desdicha la empuja a ir en su busca cada vez que la soledad la acosa.
Y finalmente está Jinan, hijo de Zaki, abnegado marido de Delphine, padre de Lucky. Un hombre que ha conseguido una magnífica carrera como abogado. Con todo, no es feliz. No entiende a su hijo, ni su pasión por el futbol, lleva años manteniendo una relación distante con su padre que le parece un holgazán. Es consciente de que mujer no ha olvidado a Zaki. No se siente valorado en su familia, es el último en sus prioridades. Su ansiedad le induce a buscar consuelo en la comida.
Todos los personajes de la novela son muy reales, con sus virtudes y sus defectos, muy bien definidos en su papel. Están llenos de deseos, siempre en busca de la felicidad, sin mirar a su alrededor, sin pararse a pensar qué sucedería si sus anhelos se hicieran realidad.
Me ha gustado mucho la novela con sus diferentes tramas que se van entrecruzando al ser todos los personajes miembros de la misma familia. No hay buenos ni malos, sencillamente son personas que arrastran un pasado, como en el caso de Zaky o Delphine, recuerdos que han dejado sus huellas, o que miran constantemente hacia el futuro, como Lucky, deseoso de alcanzar la gloria, el amor de Portia y convertirse en un hombre. Jinan, por su parte, parece un satélite que bordea siempre las vidas de todos ellos, sin llegar a estar en el centro ni dar la cara, pero no tan inocente como puede parecer.
Me ha gustado por la sencillez de su trama, aunque parezca enrevesada por la relación a tres bandas entre Zaki, Delphine y Jinan. La autora lo cuanta con claridad sin morbo, sin caer en ningún tópico. También me ha encantado como ha perfilado a Lucky, un joven que se siente mucho mayor de lo que es pero que, muy a su pesar, sigue siendo un niño grande. Roopa Farooki se mete muy bien en la cabeza de un adolescente de catorce años que se enfrenta al amor, a la frustración de no ser siempre dueño de su vida, sin saber que ni su abuelo, ni sus padres lo son.
La moraleja de esta novela es que todos ansiamos convertir en realidad nuestros sueños, pero antes debemos preguntarnos hasta donde estamos dispuestos a llegar y cual es el precio que estamos dispuesto a pagar, porque llegar a tocar las estrellas tiene dos reveses y uno de ello no tiene por qué ser el que buscamos. Al igual que resulta difícil controlar nuestros destinos porque ni nuestras vidas ni nuestra felicidad depende únicamente de nosotros.
Soñar es fácil es muy recomendable, al menos para mi ha sido una sorpresa muy agradable.


En esta vida hay solo dos tragedias.
Una es no obtener lo que se desea,
la otra es obtenerlo.
OSCAR WILDE