El jardín de verano de Paullina Simons

31 marzo 2012


Autor: Paullina Simons
Editorial: Círculo de lectores
ISBN: 978-84-672-3144-1
Género: Histórico
Serie: 3º Trilogía Pallina Simons
Tatiana y Alexander empiezan una nueva vida en Estados Unidos, junto al pequeño Anthony. Han sobrevivido a una guerra terrible, pero las heridas del alma siguen abiertas, y los difíciles años de separación los han convertido en extraños. Por primera vez desde que se enamoraron pueden convivir como una familia, pero no les resultará fácil. Durante un tiempo recorren el país buscando trabajos temporales, pero cada vez es más evidente que Tatiana le oculta algo a su marido, y que su vida nómada es una huida desesperada. El amor entre Tatiana y Alexander no llega a quebrarse, pero su felicidad se ve amenazada, y el que más padece la situación es Anthony. ¿Conseguirán dejar atrás los fantasmas del pasado y labrarse un futuro feliz en estas nuevas tierras?



Cuando empecé a leer éste libro no tenía muy claro que iba encontrar, quizás porque para mi la historia había finalizado en "Tatiana y Alexander". No obstante, teniendo en cuenta los derroteros de los dos libros anteriores, tan realistas y crudos, Paullina Simons no deja la oportunidad de hacernos un sufrir un poquito más. Después de todo, el tradicional "y vivieron felices por siempre jamás" posiblemente sólo ocurre en los cuentos.

"El jardín de verano" nos narra que sucede después de la guerra, cómo los protagonistas tienen que aprender a vivir en nuevo mundo y en un nuevo tiempo donde la calma es aparente, pues son muchos los recuerdos. Atrás dejan un pasado del cual es muy difícil desprenderse.

Es un libro que pone a prueba la historia de amor tan idílica y a la vez desgarradora. Si en la primera reseña decía que la lectura había sido como subir en una montaña rusa, llena de sensaciones, ésta última entrega no deja de serlo y también hay lugar para la emoción, positiva o negativa. Porque en esta prueba, hay hechos que no me han gustado, me han decepcionado y enfurecido pero... ¿qué serías capaz de perdonar por amor?
Pese a mis reservas, ha sido un placer volver a leer sobre Shura y Tania y conocerlos en un ambiente cotidiano, lejos de las guerras, al menos físicamente. Sin embargo, por única vez hay algo que no me ha convencido, y no tiene nada que ver con los hechos, me hayan gustado más o menos. 
Después de narrar sin prisas la progresión de la relación de los protagonistas, hay cierto momento en el que considero que lo interrumpe inoportunamente y le resta cierta credibilidad porque es precisamente ahí donde necesitaría esa progresión para resolverlo.

De los tres, me quedo sin duda con el primero: "El jinete de bronce", no tan solo porque fue el primer contacto y el descubrimiento, sino porque creo que en ese libro radica la base y el potencial de la historia que se ha mantenido en los siguientes.

En conjunto, es una trilogía brillante que narra de forma impecable un contexto donde la frialdad de la guerra se mitiga con la fuerza del amor de Alexander y Tatiana. Atrapa de principio a fin, no tan solo por el magnetismo de los protagonistas, sino también por el estilo y los diálogos que son capaces tanto de ponerte en tensión como emocionarte. Precisamente ésta es una de las cualidades que me ha sorprendido y me gustaría resaltar, el poder que demuestra Paullina Simons con las palabras y los diálogos llenos de intensidad, pues sabe manejar perfectamente su herramienta de trabajo.
En definitiva, una trilogía que no te puedes perder.

Valoración: 4/5



¿Qué sucede cuando en una historia de amor los protagonistas se reúnen tras un sinfín de obstáculos, y finalmente consiguen su final feliz? El jardín de verano es la historia que se esconde después de ese “… y fueron felices y comieron perdices”. En la anterior novela, Tatiana consigue reunirse con Alexandr, pero lo que debería ser una vida tranquila y sosegada, tras los horrores de la guerra, no es un camino de rosa. Ambos han sufrido mucho, están magullados por las perdidas, los recuerdos dolorosos y las emociones están a flor de piel. Tienen que aprender a convivir, ya no son los mismos y no están solos, el pequeño Anthony también tiene que formar parte de la ecuación.
Una vez más me he sumergido en la vida de Tatiana y Alexandr, ya en Estados Unidos. Por fin han conseguido dejar atrás todo lo que los separaba. Y una vez más he vuelto a suspirar, cabrearme, sonreír y casi llorar con esta pareja que no deja indiferente.
La novela empieza con un largo viaje que emprende la pareja con el fin de volver a encontrarse, sin embargo las heridas externas y, sobre todo, las internas son de nuevo un obstáculo que los impide ser todo lo feliz que se merecen. Sin hablar de la paternidad de Alexandr. Su hijo no lleva muy bien compartir a su madre con ese hombre que se dice su padre, que admira y ama, pero que le resulta un extraño.
En esta novela Paullina nos hace un retrato de la vida en USA en los años cincuenta y más, pero los primeros años son los más importantes, cuando tienen que adaptarse a su vida en pareja pero también a un país que anhelaban como símbolo de libertad, pero que resulta tan complejo por los tiempos que corren. Tienen que andarse con pies de plomo con su pasado en la Unión Soviética ya que se encuentran en plena Caza de Brujas por parte de determinados miembros del gobierno. Una vez más Tatiana intentará por todos los medios proteger a Alexandr.
Y está la pareja en si. Ahí me he refunfuñado con Alexandr más de una vez, porque entendía sus miedos, su tormento, al principio. Pero según avanzaba en la historia, según se iba adaptando a la nueva vida, me irritaba su machismo. Más de una vez tenía que recordar que aunque es una historia que se desarrolla en el siglo XX, en aquellos años el papel de la mujer seguía siendo limitado a su hogar. Con todo me irritaba que Alexandr se mostrara tan dominante, incluso en la intimidad, como si necesitara someter a Tatiana, convencerse continuamente de que era suya.
Y Tatiana me decepcionaba al mostrarse tan sumisa. Al inicio de la novela, era evidente que su intención era ayudar a Alexandr, consciente de los recuerdos que aún le atormentaban, pero después seguía con su docilidad, cuando había demostrado en las dos anteriores novelas que era una mujer decidida, capaz de hacer frente a las dificultades mas inalcanzables. Y cuando por fin planta cara y decide dedicarse a lo que mas le gusta, Alexandr comete lo que para mi fue una traición a todo lo que habían compartido, en lo bueno y lo malo. Ahí debo decir que me sorprendió que la autora pasara por alto la mayor crisis de la pareja, cuando es una escritora que cuida al detalle todo, desde los diálogos, al desarrollo de la historia, pasando por la sicología de sus personajes. Creo que una situación tan desgarradora se merecía más desarollo.
Por lo demás, he disfrutado de la novela porque si has leído los dos anteriores libros, es imposible no desear saber más de la pareja, de la familia que se va formando, de los que se van y de los que se incorporan. La sombra de la primera novela El jinete de bronce es la que da fuerza a esta ultima historia porque es el inicio de todo los que les une y el recuerdo dorado de Lazarevo planea sobre la pareja, para bien o para mal.
Esta trilogía me ha gustado mucho, como hacía tiempo que no me embelesaba una historia de amor, con sus sombras y sus luces. Es profunda, emotiva, cruda, incluso cruel, pero tan bien relatada, tan bien cuidada, que cuando la acabé sentí que me despedía de dos personas queridas, de dos amigos de penurias, porque he vivido cada drama con el corazón en vilo. Leer la trilogía de Paullina Simons es vivir una historia maravillosa y desgarradora, con un final que me ha parecido perfecto.
Para los indecisos, diría que a mí me costó decidirme a leer la trilogía y si no hubiese sido porque Patri propuso el desafío, tal vez estaría todavía pensándomelo. Ahora que lo he hecho, no descarto volver a leerla (cosa que no me gusta mucho hacer) pasado un tiempo y saborear los detalles que los nervios no me dejaron disfrutar.
Muy, muy recomendable.