Divorcio en Nueva York - Cathleen Schine

10 febrero 2012


Divorcio en Nueva York
Cathleen Shine
Título original: The three Weissmanns of Westport
Editorial: El Aleph/2011
ISBN: 9788476699805
Género: Narrativa contemporánea
Divorcio en Nueva York cuenta la historia de Betty Weissmann, abandonada por su marido después de 48 años de matrimonio, y de sus dos hijas mayores, Miranda y Annie, ambas hijas de un primer matrimonio de Betty. Las tres se encuentran de manera imprevista en la calle, sin poder permitirse ni siquiera el lujo de alquilar un piso en Manhattan. Cuando Betty se ve exiliada del lujoso apartamento en el que vivía con su marido, se refugia con sus dos hijas en una casa de verano vieja y poco habitable en Westport, Connecticut, propiedad de su viejo y rico primo Lou. Divorcio en Nueva York es una recreación respetuosa de la famosa novela de Jane Austen, Sentido y sensibilidad.
Diferencias irreconciliables, es lo que alega Joseph Weissmann cuando, tras casi cincuenta años de matrimonio, pide el divorcio a su mujer Betty. A partir de ese momento la vida de la señora Weissmann se viene abajo. Junto a sus dos hijas, ya maduritas, se traslada a una vieja casa en Connecticut. Las tres mujeres están pasando por una etapa difícil y el futuro se les anuncia preocupante.
Si tomamos Divorcio en Nueva York como una adaptación de la novela de Jane Austin, mejor dejarla de lado porque el único punto en común que tienen ambas novelas es que tres mujeres se ven en una situación precaria y durante un tiempo dependen de la buena voluntad de un primo generoso. Por lo demás, nada tienen que ver y para mí, en ese aspecto, ha sido una decepción. Esta adaptación es una recreación muy libre de Sentido y sensibilidad, escrita con una narrativa cuidada, pero que no me ha convencido en ese sentido.
Sin embargo, centrándome únicamente en la novela de Cathleen Schine, Divorcio en Nueva York no me ha disgustado y sobre todo me ha sorprendido gratamente. Al principio cometí el error de esperar una adaptación fidedigna de la novela de Jane Austin, con los cambios lógicos por trasladar la historia al siglo XX, pero enseguida destaca el estilo propio de Cathleen Schine. Ha sabido mantener las personalidades de sus protagonistas, pero las tres mujeres Weissmann tienen otros matices que las hacen mucho más interesantes.
Betty y sus dos hijas: Annie y Miranda, se tienen que enfrentar a una etapa difícil de sus vidas. Betty nunca se ha valido por si misma y de repente se ve fuera de su hogar y con las cuentas bancarias cerradas después de medio siglo de matrimonio. No se ajusta a un presupuesto limitado, está acostumbrada a una vida holgada, sin privaciones. La situación la humilla y prefiere vivir una fantasía considerándose viuda.
Annie, la hija mayor, bibliotecaria, es la sensatez en persona, lo ha convertido en su bandera. Su vida es tan insulsa que su única meta es preocuparse de su hermana menor y ahora de su madre. Está secretamente enamorada de un escritor claramente dominado por sus hijos y no se atreve a dar el paso que podría cambiar su relación esporádica con Frederick Barrow.
Miranda es apasionada, despistada, vive al día. Es agente literario y su agencia gozaba de cierto prestigio, hasta que un escandalo surgió de la nada, echando a perder años de esfuerzo. Está en bancarrota y todos los que presumían de ser sus amigos le dan la espalda. Se refugia en Connecticut junto a su hermana y su madre. Tiene que encontrar el nuevo rumbo de su vida, y podría ser Kit Maybank, aspirante a actor y divorciado, y su hijo Henry. Se enamora de ambos con la misma intensidad que pone en todo lo que se propone, pero Kit es mucho más joven y Henry ya tiene una madre.
Las tres protagonistas son mujeres maduras que han dejado atrás el optimismo romántico propio de la juventud. Con un estilo sutil e irónico, Cathleen Schine relata el éxodo a Connecticut y la humillación de verse relegadas a la posición de parientes pobres. Cada una de ellas pasa por una etapa. Betty necesita a sus hijas y su apoyo, porque al verse sola se siente vulnerable. Annie es la única de las tres que se desplaza por voluntad propia, porque su madre la necesita, pero también porque necesita cuidar de los demás. Es mejor que enfrentarse a una vida solitaria y anhelar en silencio el amor de un hombre que no parece decidirse. Miranda, más que ninguna, necesita alejarse de Nueva York, al menos hasta que la vorágine de las críticas desaparezca. Se toma ese viaje a Westport como unas vacaciones.
Me ha gustado como ha profundizado la autora acerca de aspecto como el éxito efímero, el afán de las apariencias ante todo, y las falsas esperanzas, frutos del miedo al futuro o a la soledad. Todo es narrado con ironía, aunque la historia no está exenta de escenas que conmueven. Pero es sobre todo una historia llena de optimismo, que habla de amor en todas sus vertientes, ya sea de madre a hija, entre hermanas, o en una pareja. Y lo más importante es que éste puede surgir de quien menos nos lo podemos imaginar.
Aunque el libro no es lo que esperaba, me ha gustado y he disfrutado casi hasta el final. Los personajes están bien definidos, ya sean las mujeres Weissmann o todos los que las rodean. Hay personajes entrañables, como Henry o Robert; otros más bien patéticos como Joseph y su búsqueda de la juventud que se le escapa, Felicity y su avaricia; incluso divertidos como es el caso del señor Shpuntov o el primo Lou. Digo que he disfrutado casi hasta el final, porque el desenlace me ha parecido un poco precipitado. Creo que la novela, la situación de cada uno, necesitaba algo más de argumento, profundizar un poco más en algunos aspectos.
Con todo, he disfrutado y la recomiendo, pero dejando claro que como adaptación, mejor pasar de largo y centrarse en la novela que ha creado Cathleen Schine.