Maridos y mentiras - Susy McPhee

01 octubre 2011


Maridos y Mentiras
Autor: Susy McPhee
Título original: Husbands and lies
Editorial: Pocket Ambar / 2011
ISBN: 9788492687404
Género: Narrativa

Hay personas por las que estamos dispuestos a hacer todo cuanto nos pidan. Para Fran esta lista consta tan solo de tres miembros: su hija, su marido y su mejor amiga, Alison. El mayor problema es que Alison está terriblemente enferma y le ha suplicado ayuda para llevar a cabo un plan. El objetivo de este es encontrar una nueva esposa para su marido, y una nueva mamá para su hija. Fran no está muy convencida de que deba ayudarla pero le es difícil ignorar los deseos de su mejor amiga, que no está pasando precisamente por su mejor momento… Intentando ayudar a Alison, descubrirá que es su propio marido, Marx, el que está implicado de alguna forma en todo este tema de los romances secretos. En el proceso de desmantelamiento de lo que está sucediendo, Fran hará todo un proceso de autodescubrimiento que le hará ver las cosas bajo otro prisma y valorar más lo que ha tenido en sus manos.

Un libro dulce y tierno, que no dejará de sorprender, acompañado del humor que desprenden las pericias de la protagonista. Un hilo conductor que, lejos de ser complicado, hará sentir reflejadas a todas las mujeres lectoras; ya sea por las relaciones familiares, de amistad, matrimoniales o paterno filiales.




¿Hasta dónde estarías dispuesta a llegar por amistad? Fran se ve en la tesitura de rechazar o acatar la singular petición de su amiga Alison afectada por un cáncer terminal: buscarle pareja a su marido y asegurarse que sea una buena madre para su hija Erin cuando ya no este con ellos. Fran es incapaz de negarse aunque se lo toma como una broma para reír un rato. Lo que no espera es descubrir algo en sus pesquisas a través de los portales de cita de internet que pondrá patas arriba su perfecta familia.


Maridos y mentiras habla de la complejidad de las relaciones de pareja porque cada relación tiene sus claroscuros, nada es blanco o negro, y no se puede poner la mano en el fuego sin averiguar las dos versiones de una historia. Frente a las relaciones de pareja, el otro puntal de la novela, es la amistad: la de Fran con Alison, Fran con Greg, la de Max con Adam, cada una esconde algo que va desde la entrega más desinteresada hasta la más traicionera. A pesar de tocar temas delicados como el cáncer de Alison, la infidelidad o la ruptura de una relación, la novela no decae en la sensiblería, pero tampoco diría que sea divertida, como se la presentaba. Al menos yo no he encontrado esos momentos divertidos que me hicieran sonreír.

Como no me gusta andar dando vueltas, diré que me ha decepcionado y bastante. En lugar de preguntar ¿hasta dónde estarías dispuesta a llegar por amistad?, preguntaría: ¿hasta dónde estás dispuesta a liarla tontamente? Cuando Fran acepta a desgana la petición de Alison, descubre algo que podría despertar sus sospechas, y es lógico. Pero, lo que se podría haber solucionado con una sencilla pregunta, se alarga hasta lo inimaginable. Pero entonces no habría historia, ¿verdad? Entonces aguanté el primer tercio de la novela mordiéndome la lengua, esperando que Fran dejara de portarse de manera errática, auto compadeciéndose una página sí y otra también, e hiciera algo de una vez por todas. Pero cuando la cosa empezó a moverse un poco, cuando la historia fue tomando ritmo, la historia se complicó tanto que parecía inimaginable que algo pudiera salir bien. Todo me parecía demasiado enrevesado, demasiados malentendidos y coincidencias. Y la gota que colmó el vaso fueron Greg, Sherryl, Adam... ya no digo más.

Y de repente: nada. Se acabó la novela. Cuando leí el epilogo, me dio la sensación de haberme saltado al menos cincuenta páginas. La trama daba un salto vertiginoso, sin explicaciones, sin nada que me permitiera averiguar qué narices había sucedido en esos ocho meses, cómo habíamos llegado del punto A al punto B, lo que me dejó sencillamente frustrada. Lo que había esperado casi desde el tercer capítulo como agua de mayo, es decir ¿cómo se iban a hilar todos esos cabos sueltos para conseguir un final coherente?, sencillamente no sucedió, ni siquiera se hacía una referencia en tercera persona, nada. Los personajes segundarios son muy importantes en la trama, como Greg, sin embargo no fue más que otra víctima de ese final fulminante, había desaparecido sin más, cuando en realidad era una de las víctimas de todo el rifirrafe. La madre de Fran aparece sin saber en qué circunstancias...

En resumen, no me ha gustado. No suelo ser tan contundente, pero ni la historia me ha convencido, ni la protagonista, ni el desarrollo, ni el final, de modo que no puedo decir gran cosas a favor. Bueno, sí, se puede sacar una lección y es que hasta que no vives determinadas vivencias, no puedes decir con los ojos cerrado que harías o no haría ciertas cosas: No digas nunca de esta agua nunca beberé. 


Si la leéis, ya me diréis si me llegó en el momento equivocado.