El profesor de francés

10 agosto 2011


El profesor de francés
Autor: Laura Kinsale
Título original: Lessons in French
Editorial: Plaza&Janés / Noviembre 2010
ISBN: 9788401383663
Género: Histórico
Trevelyan y Callie fueron amigos de la infancia que compartían el gusto por la aventura, hasta el aciago día en que el padre de ella los descubre abrazados en las cocheras y, en un ataque de cólera, lleva a Trevelyan a la ruina. Nueve largos y solitarios años más tarde, Trevelyan regresa. Callie descubre que aún tiene el don de hacer que su sangre hierva y de llenar su vida de emoción, pero no puede darle aquello que ella más desea: él mismo.

Para Trevelyan, Callie es un rayo de luz en un mundo de oscuridad y negados. Antes de poder armarse de valor para despedirse definitivamente de todo, está decidido a arrastrarla a una última y fatídica aventura solo para ellos dos.
Desde que leí Flores en la tormenta, que me encantó, no volví a leer nada de Laura Kinsale y no sé muy bien por qué ya que me gustó mucho su estilo. El caso es cuando salió El profesor de francés y leí las primeras reseñas, me sorprendió averiguar que esta novela no es un drama, como suele escribir la autora, sino que se puede llamar comedia. De modo que me decidí y en cuanto pude, la leí sin saber lo que me iba a encontrar.

Nos trasladamos a la primera mitad del siglo XIX en una Inglaterra rural, hasta ahora nada original; pero cuando conocí a Lady Calista, Callie para sus amigos y familiares, una mujer de veintisiete años, rechazada tres veces por sus pretendientes, abocada al fracaso social, considerada ya solterona a pesar de su enorme dote y tocada con un turbante para esconder su cabellera pelirroja, empecé a prestar más atención. Pero cuando Trevelyan Davis d'Augustin apareció y averigüé más del personaje, caí rendida.

Es una novela amena, con escenas divertidas, personajes peculiares en un ambiente muy diferente a los habituales en la novela histórica de la regencia. Callie es consciente de ser del montón y no alberga esperanzas. Es feliz criando sus terneros y convertirlos en campeones en las ferias agrícolas; una afición poco habitual en una dama que su familia ha tratado de ocultar. Ella aporta dulzura y sensatez aunque no es una mujer sosa, tiene su carácter. Frente a ella, Travelyan es un adorable canalla, un busca vida, un duque francés arruinado que, durante diez años, ha vivido todo tipo de situaciones, desde luchar por Napoleón contra las tropas británicas a convertirse en informador para los ingleses, conoce la cárcel, y muchos le conocen por su habilidad para organizar combate de boxeo. Es un superviviente que no ha perdido la picardía del joven de diecisiete años enamorado de Callie.

La madre de Trevelyan, la Duquesa, gravemente enferma y motivo del regreso de su hijo, será el eje central que los reunirá una y otra vez, porque si algo ha hecho a la perfección Trevelyan ha sido huir cada vez que algo se volvía espinoso, y es que volver a ver a Callie despierta en él viejos anhelos aunque nunca permitirá que ella descubra su pasado porque durante años ha mentido a su madre, inventándose la vida que debería haber vivido dado su título. Con todo, se presenta una situación y Travelyan decide ayudar a su amiga Callie y vivir con ella su última travesura.

He disfrutado con la historia por sus personajes, las situaciones que viven, hasta Hubert me encantaba, sin hablar de la locura que se adueña de la feria. No es un novelón, pero sí es una dulce comedia con personajes bien desarrollados y una trama divertida. Según la propia autora, escribió esta novela hace ya tiempo y la tenía olvidada en un cajón. Pues me alegro que la sacara de nuevo y le diera una nueva oportunidad.