Especial Tours: La catedral del mar

26 marzo 2011


Imagino que si no hubierais leído el título de la entrada y os dijera que se trata de un libro que algunos han llegado a comparar con Los Pilares de la Tierra de Ken Follett , sabríais a cual me refiero. Efectivamente, el tour de hoy va a centrarse en el gran éxito de Ildefonso Falcones.

La catedral del mar nos lleva al escenario del siglo XIV de Barcelona, una ciudad donde todavía se pueden seguir los pasos de ésta historia.
"Una Barcelona que para Bernat y su hijo Arnau, era contemplación de libertad.
-Mira Arnau –le dijo Bernat al niño, que dormía plácidamente pegado a su pecho-, Barcelona. Aquí seremos libres. Si se logra vivir en ella un año y un día sin ser detenido por el señor se adquiere la carta de vecindad y se alcanza la libertad. Barcelona es muy rica. Durante muchos años, desde Jaime el Conquistador hasta Pedro el Grande, los reyes han solicitado dinero a la ciudad para sus guerras o para sus cortes. Durante todos esos años, los ciudadanos de Barcelona han concedido esos dineros pero a cambio de privilegios especiales, hasta que el propio Pedro el Grande, en guerra contra Sicilia, los plasmó en un código, Regcognoverunt proceres. Es ahí donde se dice que podemos alcanzar la libertad. Barcelona necesita trabajadores, trabajadores libres."

Si nos adentramos más allá de este fragmento recogido en las primeras páginas, podremos empezar a definir el verdadero tour. No obstante, pese a que trataré de mantener el orden que sigue el libro, me gustaría iniciarlo con el escenario más importante de esta obra. Como no, estoy hablando de la catedral.

Ildefonso Falcones no inventó ninguna catedral. La Catedral del Mar a la que hace mención el propio título del libro no es otra que la Catedral de Santa María del Mar, alzada en el barrio de la Ribera a manos de los maestros Berenguer de Montagut y Ramón Despuig.
"También habían muerto el gran maestro, Berenguer de Montagut, y su sucesor, Ramón Despuig. El encargado de la dirección de las obras del templo era ahora Guillem Metge."
Como podéis leer en estas líneas, la novela mezcla perfectamente la ficción con parte de la realidad. Arriba a la derecha podéis observar parte de la fachada de la catedral, claramente gótica.
"—¿Tú crees que ahí dentro estará la Virgen María? —le preguntó Arnau a su amigo señalando el enjambre de andamios que se levantaba sobre las paredes inacabadas. Siguió con la vista una gran piedra que se izaba gracias al esfuerzo de varios hombres que jalaban de una polea.
—Claro que sí —le contestó convencido Joanet—. Esto es una iglesia.
—¡Esto no es una iglesia! —oyeron ambos que les decían a sus espaldas. Se volvieron y se toparon con un hombre rudo que llevaba un martillo y una escarpa en la mano—. Esto es la catedral —espetó, orgulloso de su trabajo como ayudante del maestro escultor—; nunca la confundáis con una iglesia."
Evidentemente una catedral es algo más majestuoso y como su propio nombre indica en latín, es la sede el obispo. Podemos afirmar que este fragmento es solo el inicio de la fascinación que sentiría Arnau por esa catedral y su Virgen. De hecho, se conoce que la construcción de esta catedral fue impulsada tanto por bastaixos, trabajadores del mar y vecinos del entorno.
"—. Los bastaixos son los arrieros de la mar; transportan las mercaderías desde la playa hasta los almacenes de los mercaderes, o al revés. Cargan y descargan las mercancías después de que los barqueros las hayan llevado hasta la playa.
—Entonces, ¿no trabajan en Santa María? —preguntó Arnau.
—Sí. Los que más. —Ángel rió ante la expresión de los niños—. Son gente humilde, sin recursos, pero devotos de la Virgen de la Mar, más devotos que nadie. Como no pueden dar dinero para la construcción, la cofradía de los bastaixos se ha comprometido a transportar gratuitamente la piedra desde la cantera real, en Montjuïc, hasta pie de obra. Lo hacen sobre sus espaldas —Ángel hizo aquel comentario con la mirada perdida—, y recorren millas cargados con piedras que después tenemos que mover entre dos personas."
Ahora bien, después de ver el exterior creo que el interior merece mucho más la pena de ver.


"Arnau miró hacia arriba. La clave de la segunda bóveda de la nave central ya se había colocado y se trabajaba en las de las naves laterales. El nacimiento de Nuestro Señor: aquél había sido el motivo elegido para aquella segunda piedra de clave. La bóveda del presbiterio estaba totalmente cubierta. La siguiente, la primera de la inmensa nave central rectangular, todavía no cubierta, parecía una tela de araña dispuesta a desplazarse por finos hilos en busca de su presa."


Arriba se deja entrever las tres naves que la componen mientras que, a la derecha se puede observar una bóveda de la girola y los pilares.
Curiosamente el rosetón, es decir, la ventana circular que podéis observar en la imagen superior, se derrumbó en 1948 a causa de un terremoto, de manera que la que actualmente podemos ver data de 1859.

Pero centrándonos en fechas más próximas al tiempo en que transcurre la historia, en el mismo libro nos detallan algunos acontecimientos verídicos que sufrió la catedral.
"Aquella noche, la del 26 de diciembre de 1379, un terrible incendio devastó Santa María. El fuego redujo a cenizas la sacristía, el coro, los órganos, los altares y todo lo que hasta entonces se había construido en su interior que no fuera de piedra. Pero también la piedra sufrió los efectos del incendio, siquiera fuese en su cincelado, y la piedra de clave en la que estaba representado el rey Alfonso el Benigno, padre del Ceremonioso, que pagó aquella parte de la obra, quedó totalmente destruida."
Así pues, “La catedral del mal” nos documenta involuntariamente de una historia real que sucedió en la misma Barcelona. Y ése no fue el único incendio pues en 1936 la catedral resultó el ataque perfecto para los comunistas y anarquistas, acabando con las imágenes y los altares barrocos.


Dejando atrás la catedral, durante el transcurso de libro podemos encontrar diferentes ambientes que coinciden con la ciudad actual de Barcelona. Como es lo que ahora es la plaza del Ángel, antes la plaza del Blat, alrededor de la cual se distribuían mercancías, especialmente de trigo como indica el nombre “Blat” en catalán.
"«Ésta es la plaza del Blat —dijo—, el centro de Barcelona. ¿Ves aquella piedra en el centro de la plaza?» Arnau miró hacia donde señalaba su padre. «Pues esa piedra significa que a partir de ahí la ciudad se divide en cuartos: el de la Mar, el de Framenors, el del Pi y el de la Salada o de Sant Pere.»
Pero es en ésta misma plaza donde se produce un hecho que cambiará la vida de Arnau, cuando las acciones de su padre Bernat lo llevarán a la muerte.
Cien hombres fueron detenidos y muchos otros multados. De aquellos cien, diez fueron ejecutados en la horca tras un juicio sumarísimo. De los llamados a testificar en el juicio, pocos fueron los que no reconocieron en Bernat Estanyol, con su lunar en el ojo derecho, a uno de los principales instigadores de la revuelta ciudadana de la plaza del Blat."

En esta ocasión he encontrado algunas fotografías más antiguas, como las que podéis ver arriba.

La siguiente parada es la Plaza del rey, el corazón del barrio gótico. En la fotografía de la izquierda podemos ver el que fue el Palacio Real Mayor de Barcelona.
Compuesto por tres edificios, uno de ellos es conocido como el Salón del Tinell, mandado a construir por el rey Pedro el Ceremonioso. A la derecha podemos observar la sala de dicho salón, donde se celebraban ceremonias y fue residencia de condes y posteriormente de reyes de la corona catalanoaragonesa. Precisamente este escenario es recogido en una escena del libro:

"Aquella misma tarde Guillem había podido hablar con Francesc de Perellós. El consejero lo escuchó con atención; luego le ordenó que esperara tras una pequeña puerta. Cuando después de una larga espera lo dejaron pasar, Guillem se encontró con el más imponente salón que jamás había pisado: una estancia diáfana de más de treinta metros de ancho, cubierta por seis largos arcos en diafragma que llegaban casi hasta el suelo, con las paredes desnudadas e iluminada con antorchas. El infante y sus consejeros lo esperaban al fondo del salón del Tinell."

He dicho que el Palacio estaba compuesto por tres edificios, bien, otro de ellos sería la capilla palatina de Santa Ágata. Anterior al salón mencionado, fue obra del rey Jaime II de Aragón y es aquí precisamente donde se celebra la segunda boda de Arnau con la pupila del rey, Elionor.

"Al día siguiente se casaría. En la capilla real de Santa Ágata. –Es una capilla pequeña –le explicó Joan-. La construyó a principios de siglo Jaime II por indicación de su esposa, Blanca de Anjou, bajo la advocación de las reliquias de la Pasión de Cristo, la misma que la Sainte-Chapelle de París, de donde provenía la reina.
Sería una boda íntima, tanto que el único que acompañaría a Arnau sería Joan. Mar se negó a asistir. Desde que anunció su matrimonio la muchacha lo rehuía y callaba en su presencia, mirándolo de vez en cuando, sin las sonrisas que hasta entonces le había dedicado."

La ubicación de la casa de Arnau como cambista es otro espacio, muy cerca de Santa María del Mar y la Llotja, sede del Consulado del Mar.

"No podría ser mejor. Está justo en la esquina de las dos calles de los cambistas: Canvis Nous y Canvis Vells. ¿Qué mejor casa que ésta?
Arnau miró hacia donde señalaba Guillem. Canvis Vells llegaba hasta el mar, a la izquierda de donde se encontraban; Canvis Nous se abría frente a ellos. La casita se alzaba en el límite de la plaza de Santa María, frente a lo que sería el portal mayor del templo."

Arriba a la izquierda se puede observar la placa que dice “Carrer dels Canvis Nous”, haciendo mención a la calle a la que pertenecería junto a Canvis Vells, la vivienda de Arnau.
Y por último me gustaría enseñaros la Plaza Sant Jaume, en la cual, tal y como recoge el libro, había una iglesia.

"A todo correr desanduvieron la calle del Bisbe hasta la plaza de Sant Jaume, donde vieron una pequeña construcción diferente de las demás, con infinidad de imágenes en relieve esculpidas en el tímpano de la puerta, a la que se accedía por una pequeña escalinata.
-Estoy harto de deciros que no quiero que corráis en la iglesia de Sant Jaume. Arnau i Joanet se miraron haciendo caso omiso al sacerdote. ¡La Iglesia de Sant Jaume! Tampoco aquélla era la Iglesia de la Virgen María."
En ésta plaza actualmente se encuentra el Palacio de la Generalitat catalana y la sede del Ayuntamiento, que sustituyó a la antigua iglesia derrumbada para el propósito de su construcción.

Ahora si, hasta aquí ha llegado éste Especial Tours. Espero que os haya gustado aunque en este caso hayamos profundizado principalmente en la arquitectura religiosa, como exigía el libro.


¡Hasta la próxima!


Información ampliada y complementada gracias a www.witur.com y wikipedia

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