Paraíso robado

26 noviembre 2010



Título: Paraíso robado
Autor: Judith McNaught
Título original: Paradise
Editorial:  Plaza&Janés, Cisne / 2002
ISBN: 978-84-9759-146-1
Género: Contemporáneo

Meredith Bancroft, joven de 18 años de la clase alta de Chicago, conoce casualmente a Mattew Farrell, obrero de una fábrica de acero, en una fiesta de un club social. Llevada por un extraño afán de protección, alterna con Matt delante de la sociedad elitista de Chicago, y, sintiéndose atraídos, comparten un apasionado beso; descubiertos por el padre de Meredith, expulsan del club al indeseable obrero, y la joven debe volver apresuradamente a su casa, pero al encontrar en el camino a Matt, decide llevarlo en su cohe. En un ataque de rebeldía hacia la figura paterna, y llevada por una atracción imparable hacia Matt, le seduce y terminan teniendo una relación sexual. Pasan un par de meses y Meredith descubre que está embarazada; aterrorizada, marcha en busca de Matt, del cual no había vuelto a saber nada, y le propone que se case con ella. El joven acepta y se casan a los pocos días. Ambos regresan a Chicago para comunicárselo al padre de Meredith, y a pesar de la desagradable escena que tiene lugar, el futuro queda decidido: Matt marchará a trabajar a Venezuela, y Meredith irá a instalarse allí cuando se comprueben las condiciones de vida del lugar. La historia está planteada, pero el desenlace no ocurrirá hasta once años después.
         Es muy posible que ya conozcáis un “Paraíso Robado” o como mínimo a su autora, sin embargo, todavía no puedo creer que ¡nadie! me haya recomendado leerla.  Hasta día de hoy desconocía casi su existencia, por suerte, eso va a cambiar. ¿Se nota que me ha ganado?

         En esta ocasión encontramos dos protagonistas de diferente clase social. Ella es el prototipo de chica rica que lo tiene todo, en cambio él,  es un humilde trabajador, un don nadie para el círculo de Meredith Bancroft.

         Aún así, la vida de ella no ha sido tan fácil como aparenta. Tras el abandono de su madre, con tan solo un año de edad, ha sido su padre quién le ha ofrecido su cariño, si puede llamarse así a su continua obsesión del control. Sólo él decide a dónde va, con quién y cómo se viste.

         Es esa falta de libertad y el constante temor de su padre a que ella se parezca a su madre, famosa por su promiscuidad, lo que lleva a Meredith a rebelarse por una vez en su vida. Entonces, cae directamente en los brazos de Matt Farrell.

    "–¿ Quién es el hombre que le dijo que se librara de mí? –preguntó Farrell con brusquedad.
    Meredith lamentó alarmarlo confesándole la verdad.
    –Mi padre.
    –Tiene usted mi más sentido y sincero pésame."

         Un desliz que los une de manera permanente, acabando casados y ella esperando un hijo. Pero pese a la buena relación que se empieza a formar, no podrán escapar de las garras de Phillip, el padre de Meredith. Quizás once años después descubran lo que realmente les separó.

         Dicho esto parece la típica novela romántica donde el problema reside en la diferencia de clases, podría haberlo sido, pero de manera brillante Judith McNaught consigue darle ese toque especial que la convierte en lo que es, una gran novela.

         El libro consta de dos partes diferenciadas. La primera, recoge la rápida relación que surge entre los dos protagonistas y la posterior separación, mientras que la última, narra el reencuentro después de once años separados por mentiras. 
         La historia te atrapa de principio a fin, si bien es cierto que durante un tiempo, la autora te mantiene con el cuerpo en vilo esperando el ansiado reencuentro, mientras solo lees descripciones del presente.
    Y es que muchas cosas han cambiado, para empezar, después de tanto trabajo, Matt se ha convertido en multimillonario. Irónicamente, ahora es más rico que la mujer que lo abandonó.
         McNaught no podría haber acertado más en los personajes, los borda con auténtica precisión. Son totalmente humanos y adorables aún cuando podrían ser víctimas por partida doble, ambos comparten una infancia difícil y una separación traumática. Sin embargo, no inciden en el drama, al contrario, ambos se caracterizan por tener una chispa especial, un humor característico y unos diálogos fascinantes entre ellos.

         Matt es un hombre de principios, luchador, frío y manipulador cuando lo requiere, pero también es toda ternura cuando tiene cerca a Meredith. Él tampoco ha podido olvidar el pasado y quiere impresionarla a toda costa.

    "–¿Qué opina de esta sala de conferencias? ¿Le parece impresionante o solo ostentosa?
    –Tengo la casi total certeza –contestó Eleanor con rostro imperturbable, después de contemplar el enorme recinto– de que la señorita Bancroft se quedará atónita de admiración." [...]

    [...] "La señorita Stern habló con una voz extraña en ella, como estrangulada.
    –No creo que necesite documento alguno, señor Vanderwild. Puede pasar.
    Peter la miró con curiosidad y luego entró en el despacho del jefe. No habían pasado más de dos minutos cuando volvió a salir y, sumamente alterado, tropezó con una esquina de la mesa de Eleanor. Ella levantó la mirada y le preguntó:
    –¿Pudo contestar la pregunta del señor Farrell sin necesidad de sacar papeles?
    Peter necesitaba urgentemente que alguien lo tranquilizara, por lo que se arriesgó a sufrir el sarcasmo de la señorita Stern.
    –Sí, pero... no estoy seguro de haber respondido bien. Señorita Stern –imploró–, ¿a usted qué le parece la sala de conferencias? ¿Impresionante u ostentosa?"

         En cambio Meredith sigue siendo la joven insegura de la niñez. Amante de su trabajo en la cadena de tiendas Bancroft, amiga de sus amigos y declarada anti esnob, ella se mantiene al lado de su padre aún cuando la obediencia ciega ha pasado a ser inexistente. Pero ella no puede dar la espalda a todo aquel al que está unido afectivamente, y entre ellos, por muy doloroso que sea, se encuentra Matt.
         En más de una ocasión ambos me han sacado alguna que otra sonrisa. Curiosamente, ni los reproches ni las disputas que mantienen acaban con su peculiar humor, siempre acaban riendo por algún motivo u otro.

         Meredith y Matt tendrán que luchar por algo que empezó once años atrás, pero más que eso, será necesario escuchar y aprender a perdonar. En el amor y la guerra vale todo, en este caso, Matt nos lo demostrará.
     
         Los personajes secundarios son otro soporte más. El padre de Meredith, su amiga Lisa o incluso su propio prometido, tendrán mucho que ver en cómo se desencadenan los acontecimientos.

         Me ha gustado la dedicación de Judith Mcnaught en la historia, sin prisa alguna, centrada en señalar cualquier detalle que nos haga comprender mejor. Pero sobre todo, dejarnos vivir la historia con ellos, paso a paso. Me encanta encontrarme libros con un argumento inicial sencillo como éste, pero a medida que avanzas, página a página, descubres unos personajes reales, un hilo conductor definido , una intensidad raramente usual y una narrativa excelente.

         Es el primer libro que leo de Judith McNaught, pero si el resto valen la mitad  que éste, merecen la pena. Por el momento, ya estoy pensando en continuar con el segundo libro de la serie.

    "–El paraíso. –Levantando la cabeza, Matt le tomó la barbilla entre los dedos y la obligó a mirarlo. Su voz sonó solemne–. Te entregaré el paraíso en bandeja de plata. Cualquier cosa que quieras, todo lo que quieras. Pero yo voy con ello. Es un lote completo. –"