Entrevista a María Jeunet

15 julio 2014


-En primer lugar gracias por dedicarnos tu tiempo en esta entrevista. Detrás de cada libro hay una persona y nos gustaría conocer un poco más a María Jeunet. ¿Quién se encuentra detrás del seudónimo?

Las gracias me gustaría dártelas yo a ti, por brindarme la oportunidad de hablar sobre mi obra y mi experiencia en todo esto. Así que mis primeras palabras son para agradecerte cada una de las preguntas que me esperan a continuación.

Detrás de Jeunet (porque María es mi verdadero nombre) estoy yo, una salmantina de treinta y un años, científica de formación con un cerebro inquieto que no me deja parar ni un solo día.

- Entiendo perfectamente a los autores que prefieren preservar su anonimato, no obstante, siempre me he preguntado hasta qué punto es posible hacerlo en este “mundillo”. ¿Cuál ha sido tu experiencia?

De momento lo estoy consiguiendo. Antes de firmar con la editorial ni siquiera tenía mi fotografía expuesta en las redes sociales, solo sabían de la existencia de María Jeunet mi círculo más cercano, los contaba con los dedos de una mano. Pero tras la firma con Suma de letras, todo esto ha crecido tanto que poco a poco lo van sabiendo más personas. Aún así, no son muchos los que saben “quién soy de verdad”.

- En diciembre de 2013 debutabas con “Las hojas de Julia” en Amazon y en menos de un mes lograbas el número uno en ventas durante seis semanas consecutivas. ¿Cómo se vive tan buena acogida? ¿Lo esperabas? 


¡Ni en mis mejores sueños! Antes de subir la novela llevaba varios meses observando el funcionamiento de amazon en España y de verdad me conformaba con llegar a cuatro o cinco lectores en las primeras semanas. El primer mes cerró con casi mil descargas... Así que imagínate mi asombro. Te aseguro que hoy en día me cuesta creer donde estoy ahora mismo.

- El éxito conseguido en las plataformas digitales te ha abierto puertas con el sello Suma de Letras, con el que a principios de 2015 llegarás a todas las librerías. ¿Qué pros y qué contras destacarías de ambos tipos de publicación?

Pienso que el formato digital puede llegar a un público mayor porque entre otras cosas es más económico que el libro tradicional. Cada vez hay más lectores digitales en el mercado y demandan libros entretenidos y de calidad que les hagan pasar un buen rato.
El papel es el formato al que (creo) todos los escritores deseamos llegar. Ver tu libro en las librerías, ver a los lectores tocándolo, subrayándolo, en definitiva: viviendo tu novela, es una gran satisfacción.

Opino que ambos formatos son esenciales y deben convivir el uno con el otro.

- Antes de hablar en mayor profundidad sobre tus obras, cuéntanos un poco: ¿cuándo y cuál fue el detonante que te impulsó a poner palabras a las historias que revoloteaban en tu mente?. Tengo entendido que es algo reciente…

Sí, es cierto, acaba de cumplirse un año desde que terminé Las hojas de Julia. La escritura es algo muy reciente en mi vida y sin embargo se ha convertido en una necesidad. No hay día en que no saque un momento para pensar en ello, para madurar una idea o para tomar unas notas. Es una forma de crecer personalmente y de vivir más. Es casi un proceso mágico. Me hace tan feliz que no creo que pueda dejarlo nunca. Jamás había encontrado una actividad en la que me haya encontrado igual de cómoda, libre y feliz.
Desde que terminé la carrera centré mis esfuerzos profesionales en trabajar en mi empresa. No me dejaba mucho tiempo para desarrollar otras facetas. Pero el año pasado me planté y supe que tenía que hacerlo. Sentía que mi cabeza se había estado preparando durante todos esos años para escribir.

- Cada género atrae un tipo de lector distinto y único, ¿por qué te decidiste a escribir novela romántica?

Los sentimientos están presentes en todas las personas y a la vez es algo único del ser humano. Quería tocar el interior de los lectores, quería que al leer el libro sintieran la emoción de los personajes, los miedos, la felicidad, las ansias, el orgullo... No todos podemos ser una ejecutiva en Barcelona o un arquitecto en Egipto, pero todos tenemos algo en común: los sentimientos. Que nos unen y nos remueven por dentro.

- Si tuvieras que definir tu estilo en cinco adjetivos, ¿cuáles serían?

¡Qué gran pregunta y qué complicada! Contemporáneo, optimista, romántico, directo y emocionante.

- ¿Qué lee María Jeunet?

Leo todo tipo de géneros, muy diferentes autores y de todas las épocas.
En este preciso instante tengo a mi izquierda una estantería con algunos libros que he leído estos meses de atrás. Algunos son: 22/11/63 de S. King, El túnel, de E. Sábato, 1984, de G. Orwell, Memento mori, de C.P. Gellida, Ensayo sobre la ceguera, de J. Saramago...

- Hablemos de “Las hojas de Julia”, tu debut y presentación oficial. ¿Cómo surgió la idea de escribirla?
¡Cada vez que lo recuerdo me pongo romántica, nostálgica y abrumada! Surgió en un viaje a París. Es una ciudad que me fascina, hemos ido mi marido y yo montones de veces. Una de esas estábamos sentados en un jardín, junto a Notre Dame, y de repente “vi” a Julia caminando delante de nosotros. En pocos segundos vi su historia, alocada y divertida. Me había pasado muchísimas veces con otras ideas, pero en esa ocasión al volver a casa, tomé uno de mis cuadernos (tengo una gran colección de cuadernos y libretas, parece que cuando los compré hubiera sabido que les daría ese uso), que había permanecido en blanco hasta entonces, y esbocé la historia en pocas páginas.

Después comenzó el trabajo con el ordenador y... ahora estamos aquí. Todavía me parece increíble.

- Su protagonista, Julia Olsen, lo tiene todo en la vida salvo el sueño romántico al cual se aferra. En este caso es potenciado por una anciana que le profetiza que está destinada a encontrar al hombre de su vida. ¿Crees que cada persona, en algún lugar, le espera su media naranja?
Hace poco leía un artículo de Eduard Punset en el que comentaba que los seres humanos por naturaleza somos animales sociables, decía que nos encontramos mejor acompañados que solos.
Tener pareja, para mí, significa tener a alguien con quien compartir de forma íntima y especial nuestra corta vida. Con esto quiero decir que creo que la mayoría de personas en algún momento de nuestra vida ansiamos encontrar una pareja que nos quiera y a la que querer y que nos comprenda y a la que comprender.

- Este punto me hace pensar también que es muy común encontrar novelas y películas (ya en nuestros primeros pasos con Disney) que nos hacen concebir una idea idealizada del romanticismo. ¿Crees que dicha idealización o esperanza sobrealimentada, como la de Julia, puede perjudicar negativamente para avanzar en las relaciones?

¡Qué razón tienes! Crecí con las películas de Disney de los noventa, en donde el final feliz es sinónimo de encontrar a tu amor verdadero.
En respuesta a tu pregunta: sí, es algo que perjudica a las relaciones reales. Porque en la vida nada es tan fácil y tan bonito. Pero a pesar de las dificultades, ¡merece la pena! Las mariposas en el estómago, los primeros besos, los últimos abrazos, el arreglar las cosas tras una discusión, el madurar a la vez que la otra persona... Todos esos sentimientos y situaciones, merecen la pena a pesar de que las relaciones no sean un cuento de color de rosa.

- Julia es uno de los ejes fundamentales de la historia pero también lo es Will. ¿Qué puedes contarnos de él?

Will es el chico al que todas querríamos conocer: buena persona, trabajador, no se mete en líos, sincero, inocente, perseverante... y encima ¡guapísimo! Tiene las cosas claras, no teme a las relaciones, ni tiene pelos en la lengua. Lucha por lo que quiere en cualquier ámbito de su vida.

- En “La foto de Nora” sigues con una novela de corte romántico pero también introduces una trama policial. ¿Qué van a encontrar los lectores en esta historia?

Sí, quise contar una historia diferente. La historia de amor de Nora es más dura, duele más y es más intensa que la de Julia. Por eso, para darle más fuerza, quería que se desarrollara una acción policial con la idea de darle más oscuridad a la historia.
Nora tras un doloroso e inesperado desengaño amoroso decide volcarse en su carrera, hace crecer a su alrededor un escudo grueso que nadie puede penetrar. Pero el tiempo, que pone todas las cosas en su sitio, hará que tenga que enfrentarse a sus peores temores. Y encima tendrá que hacerlo con la presión que supone su primer trabajo importante en solitario.

- ¿Tienes alguna escena o cita preferida que puedas adelantarnos?

Tengo varias que me gustan... Pero podría elegir esta de Las hojas de Julia:

«Volví a casa caminando. El viento empezaba a soplar fuerte y solo podía escuchar el aire rozándome los oídos. Aunque casi no había luz veía algunas hojas desprendidas de los árboles volando en el mismo sentido en que soplaba el viento. Pensé que sería muy fácil ser una hoja. «Nacer, crecer, desprenderse y dejarse llevar, muy natural». Es lo que debíamos hacer todos, dejarnos llevar, hacer caso a nuestros sentimientos, no pensar en «qué pasaría sí…». Eso era muy valiente. Pero no era real, no era para mí.»

- Nueva York, Washington, París o Salamanca son algunos de los enclaves que aparecen en tus historias ¿Qué importancia le das al escenario?

Le otorgo mucha importancia. Siempre he elegido ciudades que conozco bien, o que todos, gracias al cine, también conocemos en mayor o menor medida. He elegido ciudades extranjeras porque todos tenemos en la retina la típica estampa del perfil de Nueva York o de la tópica cafetería parisina. Elegir Salamanca, que es un enclave fundamental para Las hojas de Julia, fue casi una necesidad y un pequeño homenaje personal a mi ciudad. Salen varios de mis lugares favoritos: románticos, tranquilos, centenarios y únicos.

- Debo señalar que he estado viendo con gran interés tu tablero Pinterest. Cuando leemos un libro cada persona tiene total libertad para dar forma en su cabeza los escenarios y personajes descritos. No obstante, imágenes como las que recoges nos pueden acercar más a la visión que pretende plasmar el autor y, a la vez, lo convierte en algo muchísimo más visual y cercano. ¿Mientras escribes también te ayudas de material gráfico a modo de documentación o es un trabajo posterior?

¡Gracias!
Es algo que se da a la vez: a veces tengo una idea clarísima de qué quiero describir y después lo encuentro en imágenes. Otras veces es justo al contrario: tengo una idea y al ver la imagen adecuada todo estalla en mi cabeza.

- Si tuvieses que poner cara a los protagonistas y una banda sonora de fondo, ¿qué actores y canciones elegirías?

¡Qué pregunta tan difícil!
En realidad la banda sonora la tengo preparada, solo tengo que volcarla en mi blog y en los libros, son canciones que me han inspirado a la hora de crear cada una de las dos obras. Es algo que tengo pendiente y que pronto solucionaré.
En cuanto a los actores, esa es la parte más complicada. Tengo cuatro protagonistas: Julia y Will. Nora y John. Will podría ser el actor Henry Cavill. Julia alguien frágil y sensible como Adriana Ugarte o María Valverde, por ejemplo. Para Nora elegiría un carácter fuerte y vivo, una mirada como la de Clara Lago y para John... Es mi personaje más complicado. Es muy oscuro, guarda secretos, es un hombre atormentado... no lo sé... ¡Es muy difícil! Lo dejo a vuestra elección.

- No cabe duda que has empezado con fuerza, no tan sólo por el éxito logrado en tan poco tiempo sino también por el buen ritmo que llevas. Si no me equivoco estás sumergida en la escritura de tu tercera novela, ¿puedes darnos algún avance de este proyecto?

Puedo contaros algunas cosas... El libro estará ambientado íntegramente en París y su protagonista será un chico. Mis lectores beta dicen que es mi mejor obra, y que es conveniente tener a mano un paquete de pañuelos dadas las altas dosis emocionales.

-  Para finalizar, ¿qué inspira a María Jeunet?

La vida entera: una persona, una noticia, una escena de una película y quizá lo que más: la música, una canción me dice muchísimo...

-  Muchas gracias María, te deseamos muchos más éxitos. 


Muchísimas gracias a ti, ha sido un verdadero placer ahondar más en todo este proceso. Me han encantado las preguntas y espero poder contestar muchas más dentro de un tiempo. ¡Un abrazo!