La esperanza perfecta de Nora Roberts

24 julio 2013


La esperanza perfecta
Autor: Nora Roberts            Género: R. Contemporáneo
Editorial: Plaza & Janés      Publicación:  julio 2013
ISBN: 9788401384592         Serie: 3º Hotel Boonsboro
El recién acabado Hotel Boonsboro recibe cada vez más huéspedes. Parte de su éxito se debe a su gerente, Esperanza, cuya experiencia y encanto natural hacen que los visitantes sueñen con regresar. Hace ya un año que Esperanza llegó de Georgetown y poco a poco ha ido adaptándose a la vida tranquila del hotel. Bueno, tranquila hasta que comenzaron las obras de rehabilitación de la panadería, del restaurante y de la nueva sala de fitness, donde los hermanos Montgomery trabajan a pleno rendimiento. Ryder es el más gruñón y solitario de los hermanos. Hosco y tímido, este hombre parece tener poco en común con Esperanza, pero nunca hay nada tan irresistible como la atracción surgida entre dos polos opuestos, sobre todo si se desata con un beso de año nuevo.

Con la última entrega de la trilogía Hotel Boonsboro me despido de sus personajes y especialmente del escenario que tanto me ha cautivado a lo largo de las tres entregas. Si hay algo que define a los Montgomery es el fuerte vínculo que los une y la absoluta entrega que muestran a los proyectos familiares. Imparables y siempre con nuevos planes en mente.

Riley, el hermano mayor, es el último en caer en las redes del amor. Acompañado siempre de su fiel perro Bobo, es la antítesis de un hombre encantador y seductor, por el contrario, rudo, tosco y gruñón huye de las demostraciones de afecto y, para su desconcierto, de las lágrimas. Esperanza, la gerente del hotel, es el objeto principal de sus ariscos modales. Desde su llegada no ha ocultado su antipatía, sin embargo, no todo es lo que parece.

La obra más reciente de la autora no goza precisamente de mi incondicional elogio. Actualmente ofrece historias sencillas y muy descriptivas que no hacen gala de su potencial, a medio gas de la escritora que despuntó en el género. Con todo, en esta serie peco de poco objetiva y me rijo en lo mucho que he disfrutado leyéndola. Sin sorpresas, novedades ni aspectos originales, pero con una ambientación de ensueño y una base solida que suple, para mí, cualquier necesidad de innovación. Es innegable su buen hacer perfilando personajes, creando una bonita historia de amor y deleitándonos con diálogos inteligentes.

Aunque se puede leer de forma independiente, la historia continúa con el hilo iniciado en “Siempre hay un mañana”. A diferencia de las anteriores novelas, Nora Roberts resta importancia a las obras y los detalles correspondientes a la construcción del nuevo restaurante para relatarnos el funcionamiento del hotel, ya abierto, y profundizar en los dos focos principales de la trama: el romance de los protagonistas y la situación de Lizzy, el fantasma que reside en el hotel.

Por fin podemos conocer el motivo de su presencia y su trágica historia, la cual no merma su espíritu romántico y persiste con sus habituales trampas y travesuras ideadas para dar un empujón a los protagonistas, ahora Riley y Esperanza, quienes tampoco se librarán de su ayuda. Además, el pasado de la gerente volverá a su vida inesperadamente dispuesto a remover heridas. Y en este entorno tan familiar no dejamos de estar conectados al resto de figuras, y se agradece, es agradable ver como evoluciona cada historia después del punto y final.

Sólo hay un personaje que me ha dejado a medias, Justine, la madre de los Montgomery. Es una mujer con una fuerza y personalidad asombrosa, su historia seguro que no tendría desperdicio. ¿No os parece?

En definitiva, con tramas más sencillas o más complejas, Nora Roberts no deja de ser un referente en novela romántica.