Las raíces del olivo de Courtney Miller Santo

27 mayo 2013


Las raíces del olivo
Courtney Miller Santo
Título original: The Roots of the Olive Tree
Editorial: Ediciones B / Abril 2013
ISBN: 978-84-666-5321-3
Género: Narrativa

La familia Keller está formada por cinco generaciones de mujeres que viven en una gran casa, en medio de un olivar del valle de Sacramento. Anna, la matriarca, tiene ciento doce años y está decidida a convertirse en la persona más anciana del mundo. Comparte la vivienda con su hija Bets, de noventa años, su nieta Callie, de sesenta y cinco, su bisnieta Deb y su tataranieta Erin. Las dos mujeres mayores lucen más jóvenes de lo esperable y desafían los límites de la longevidad, y ello ha captado la atención de un genetista convencido de que tienen la clave que permitirá alterar el proceso de envejecimiento.

Pero Anna no quiere desvelar los secretos de las Keller. Como ella, cada una de las mujeres de la familia esconde su auténtica naturaleza. La llegada del genetista y el regreso al hogar, sola y embarazada, de Erin, la más joven, despertará emociones explosivas y destapará verdades ocultas.


Lo primero que captó mi atención de Las raíces del olivo fue su portada: luminosa y evocadora, pero cuando leí el argumento, mi curiosidad se despertó al instante. Courtney Miller Santo nos retrata cinco mujeres, todas de la misma familia, cinco generaciones que en algún momento viven en la misma casa. Un genetista se pone en contacto con ellas, intrigado por la longevidad de las mujeres Keller y sobre todo por su excelente salud y lucidez, teniendo en cuenta que Anna, la matriarca, ha superado con soltura los cien años. Pero detrás de esa peculiaridad, las mujeres de la familia Keller esconden sus secretos con celo.

Lo primero que destacaría de la novela es la intrincada red de emociones que la autora teje entorno a sus protagonistas, porque todas las mujeres Keller tienen su momento de protagonismo. A lo largo de las diferentes tramas, vemos como los sentimientos afloran entre ellas, los roces, los reproches, las carencias o los silencios, porque Las raíces del olivo habla de las complejas relaciones entre madre e hija, en este caso agudizado por el hecho que varias generaciones conviven en la misma casa (o casi todas) y cada una de ella ve en las demás sus propios errores del presente o el pasado.

Todo transcurre en la propiedad de la familia, un olivar que dio vida a toda la zona cuando el padre de Anna llegó de Australia con olivos que plantó e injertó en los ya existentes. Todo parece girar en torno a ese lugar y esos árboles centenarios. Los sentimientos hacia la propiedad son dispares, algunas lo ven como el único hogar que desean u otras como una cárcel. Courtney Miller Santos ha sabido recrear la magia del lugar, convertirlo en un personaje más de la historia sin excederse en descripciones ni detalles sobre el cultivo de la oliva pero recreando la belleza de esos arboles y las propiedades de sus frutos.

Las protagonistas son Anna, la centenaria de la familia, emigrante que llegó a Estados Unidos desde Australia; su hija Bets, cuyo marido vive en un geriátrico aquejado de un Alzheimer galopante; su nieta Callie, que arrastra la frustración de no haber vivido la vida que deseaba por un accidente que le dejó una grave lesión en una pierna y la obliga a atiborrarse a calmantes; su biznieta Deb, condenada a cadena perpetua por un asesinato y a punto de conseguir una posible libertad condicional; y finalmente Erin, la benjamina, criada por ancianas, bajo la sombra de lo que hizo su madre, la única que ha conseguido vivir su sueño lejos de la propiedad, y que regresa inesperadamente embarazada y sin rastro del padre.

De todas estas protagonistas, Anna ha sido la que más ha captado mi atención: es una mujer que ha vivido más de ciento diez años y espera llegar a ser la mujer más anciana del planeta. Se siente orgullosa de su longevidad, pero su vida ha sido un camino difícil. Anna es fuerte, el pilar de la familia, no exenta de defectos, pero conscientes de que las mujeres Keller son especiales. Es la historia viva de la zona y su extrema lucidez la convierten en un personaje irónico, muy observadora y compleja. Bets es otro personaje que me ha encantado, por su historia personal, su secreto, su tristeza por ser testigo de como su marido se pierde en un mar de confusión y olvido. No puedo decir lo mismo de las otras protagonistas. Al ser tantas, las tramas se diluyen un poco y algunas pierden fuerza; es el caso de Callie o Deb, cuando esta última es, de lejos, la más difícil de definir y entender. Por desgracia su paso es casi inexistente en la novela. En el caso de Callie, su personaje no está todo lo desarrollado que cabía esperar, más aun teniendo en cuenta la historia de su hija. Erin no me ha emocionado mucho, comparada con la larga existencia de las demás mujeres Keller, su paso por Hill House no aporta mucho a la historia de la familia.

Tal vez por mi desigual interés por las diferentes protagonistas, algunas partes de la novela se me hicieron lentas y en otras me daba la sensación de que me faltaban datos, sobre todo cuando llegué al final.

En cuanto al estudio del genetista, pasa un poco desapercibido, pero sus reflexiones sobre el avance de la medicina y la consiguiente esperanza de vida cada vez más larga dan qué pensar.


Buscando información sobre la autora, me enteré que Las raíces del olivo está basada en la propia historia personal de la autora: su bisabuela murió con 104 alcanzando a conocer la quinta generación de su familia, y los olivares fueron el escenario de su niñez.