Entrevista a Eva García Sáenz

10 enero 2013



Eva García Sáenz nació en Vitoria en 1972 y vive en Alicante desde los quince años. Se diplomó en Óptica y Optometría y durante una década ocupó distintos puestos de dirección en el sector óptico. En la actualidad trabaja en la Universidad de Alicante. Casada y madre de dos niños pequeños, durante tres años se dedicó por las noches a escribir su primera novela, “La saga de los longevos”.
Después de esperar la respuesta de las editoriales, decidió autopublicar su novela en Amazon, la mayor librería online del mundo. Sin más ayuda que la de los propios lectores, que la recomendaron entusiasmados, “La saga de los longevos” se convirtió rápidamente en un fenómeno literario en las redes sociales, superando en ventas a los best sellers.

Eva García Sáenz es el claro ejemplo de como una autora puede empezar de manera discreta su andadura para conseguir dar a conocer su novela con la autopublicación y acabar entrando por la puerta grande en las librerías de toda España de mano de la editorial La Esfera de los Libros con su libro: La saga de los Longevos


- En primer lugar gracias por dedicarnos tu tiempo en esta entrevista. Detrás de cada novela hay una persona. Nos gustaría conocer un poco más a Eva García Sáenz. ¿Qué te llevó a interesarte por la escritura? 


Siempre he sido una lectora voraz y no puedo dejar pasar un día sin leer algo de narrativa, de ahí a comenzar a escribir solo medió un paso. Para mí era una adaptación lógica a vivir entre letras. 

Antes de decidirte por la autopublicación, ¿probaste los canales más habituales y mandaste tu manuscrito a las editoriales? 

Sí, envié el manuscrito, más que a muchas editoriales, a algunos agentes literarios, y tuve suerte y aceptaron el manuscrito y me dieron un feedback muy positivo, pero me pedían que esperase muchos meses para darme una respuesta definitiva y por aquel entonces surgió la llegada de Amazon a España y la posibilidad de probar si la novela tenía éxito entre los lectores. Pensé que no tenía nada que perder y que a las editoriales les allanaría el momento de la decisión el hecho de ver la acogida de los lectores. 

Mandaste crear la portada de tu novela a una empresa especializada en ello, ¿cómo fue el proceso de elegir una única imagen para ilustrar toda una historia? 

Tuve muy claro desde el principio que quería ver el Monumento al Incendio de Santander en la portada, ya que tiene un papel importante en la trama y supone un juego de metaliteratura interesante para el lector el llevar leyendo doscientas páginas y girar la portada y darse cuenta de que los longevos son las figuras del monumento. También quería que estuviese incluido un paisaje tan evocador como los acantilados de Cantabria, parte importante de la trama y la figura lejana del edificio del Museo de Arqueología de Cantabria, inspirado en una casa de indianos real: la Quinta Guadalupe, en Asturias. Así que en uno de los viajes de documentación fui a Cantabria y yo misma saqué las fotografías para tener los derechos de imagen y poder incluirlos en la portada. 

Has conocido las dos caras de la publicación, ¿qué destacarías de cada opción? 

En la autopublicación eres una especie de hombre-orquesta que se encarga de todo: corrección, portada, conversión de formato y marketing. Cuando una editorial te publica, tienes el respaldo de unos profesionales que se encargan cada uno de una de esas facetas, por lo que el escritor puede dedicarse solo a escribir. 

Eres un claro ejemplo de que se puede conseguir un gran éxito a través de la autopublicación. ¿Qué consejo darías a un escritor novel para empezar con buen pie si decide autopublicar? 

Lo primero es cuidar la novela, que el acabado sea profesional, pero más importante aún es que la novela tenga la capacidad de seducir al lector, con personajes “más grandes que la vida”, como diría el editor de Ken Follet, Albert Zuckerman. 

Hablemos un poco de la novela. Has comentado en varias entrevistas que surge debido a tu pasión por la Prehistoria. ¿Qué es lo que te seduce tanto de esta etapa? 

La culpa la tienen las obras de divulgación científica de Atapuerca. Me interesaron “El collar del Neandertal”, “El enigma de la esfinge”, etc… y comenzó mi fascinación por aquella época. Es curioso cómo llegué a la Historia partiendo primero de mi amor por la Prehistoria. Lo que me seduce de aquella etapa es que personas exactamente iguales que nosotros, Homo Sapiens modernos, soportaron glaciaciones con una tecnología básica, y se las ingeniaron para sobrevivir. Por eso no soporto todos los prejuicios en contra de los cavernícolas, nuestros abuelos eran supervivientes y nos daban mil vueltas. 

Para los futuros lectores, quienes aún no han descubierto el emocionante mundo de los longevos ¿Qué van a encontrar en la novela? 

Va a encontrar una revisión actualizada del mito de los inmortales, va a encontrar flashbacks y referencias históricas de épocas tan fascinantes como los celtas en la Galia y en Britania, los escitas, que eran jinetes nómadas de las estepas rusas hace 2.700 años, las leyendas negras de los indianos, que eran los cántabros que emigraron a hacer las Américas a finales del XIX, etc…Todo ello siguiendo una trama que nos lleva al Santander de contemporáneo y al día a día en un museo de arqueología. 

Si tuvieras que elegir un personaje, cuál sería y porqué. 

Siempre digo que con quien más me siento identificada, por coordenadas familiares y por el modo de encarar los acontecimientos es con Iago del Castillo, el protagonista que nació en la costa cántabra hace 10.300 años. 

A lo largo de la novela destaca una parte romántica que a priori puede hacernos prever una historia destinada a las mujeres. Sin embargo, no ha sido así. ¿Has apreciado diferencias en los focos de interés de la novela entre los lectores masculinos y las lectoras femeninas? 

Mi gran sorpresa ha sido que tengo un 60% de lectores masculinos y un 40% de lectores mujeres. Ellos me dicen que se sienten identificados con las problemáticas familiares de los tres protagonistas varones, Héctor, Iago y Jairo, y creo que lo que más les atrae también son los flasbacks históricos. Las mujeres se identifican con la protagonista, Adriana, porque tiene sus propios problemas y no quiere depender emocionalmente de nadie, pero la historia de sentimientos también es importante. 

Es curioso como siendo una novela tan compleja, con múltiples ingredientes perfectamente entrelazados, resulta tan fácil de leer. Ahí un ejemplo de la maestría. ¿Cuál ha sido la parte más sencilla de escribir y, por el contrario, la más difícil? 

Es curioso que a veces se dice “se lee fácilmente” en tono peyorativo. Conseguir que miles de lectores se lean una novela de 592 páginas en tres días como media no tiene nada de sencillo. Tienes que incluir pulsos de acción cada pocas páginas para que el lector no tenga ganas de acostarse y dejar la historia. El efecto es muy buscado, no hay muchas oraciones subordinadas y el lenguaje huye de toda complicación formal. ¿Podría ponerme a escribir con estilo lírico, barroco o churrigueresco? Podría intentarlo, pero entonces el lector pondría más atención a lo bien que escribo y no tanto a los longevos y a su historia, que es de lo que se trata. 

Iago del Castillo
Supongamos que La saga de los Longevos es adaptada en la gran pantalla, ¿te gustaría? ¿Qué actores elegirías para interpretar a Iago del Castillo y Adriana Alameda? 

Ese asunto es muy peliagudo, porque he comprobado que cada lector y cada lectora tienen a un Iago, a un Héctor y a un Nagorno en su cabeza, y es peligroso que alguien les cambie esa imagen. Aun así, ya hay blogs que libremente se han lanzado a hacer sus propias apuestas. Yo te diría que la que más me ha gustado es la de poner a alguien como Michael Fassbender de Iago del Castillo. Me gustó mucho la fuerza que le dio a la versión cinematrográfica de Jane Eyre, y qué decir de su personaje en “Shame”: está enorme, y quien la haya visto sabe a lo que me refiero. En cuanto a Adriana Alameda, hay muchas actrices con fuerza que podrían interpretarla, por ejemplo Elena Anaya. Con esto no quiero decir que fuesen ellos los modelos que tenía cuando escribí la novela, esos creo que los guardaré para mí. Lo que sí tengo claro es que el mejor Nagorno sería Ed Westwick, en su papel de Chuck Bass. 

¿Hay algún escritor/a por el que sientas admiración y te haría especial ilusión que leyera tu novela? 

Pues está a punto de pasar, porque Juan Luis Arsuaga, el codirector de Atapuerca que también ha escrito ficción está a punto de recibir la novela, ya que es posible que compartamos este 2013 mesa redonda de escritores españoles que hemos escrito acerca de Prehistoria. Contacté con él y va a ser todo un orgullo que la lea. Se puede decir que, si yo soy la “madre” literaria de los longevos, él es el “abuelo”. 

Igualmente ocurre con Toti Martínez de Lezea, escritora muy conocida en el norte por su “Calle de la Judería”, “La abadesa” y otras novelas históricas. Me va a hacer mucha ilusión que la lea, para mí ha sido una maestra. 

Aunque no lo dudábamos, hemos sabido que la novela va a ser publicada en América en otoño de 2013. ¡Enhorabuena! ¿Cómo te enfrentas a los lectores norteamericanos? 

El mercado es 40 veces más amplio que el español, así que con un sentido de la responsabilidad enorme. Son muy pocas las obras de ficción españolas que consiguen ser traducidas al inglés y distribuidas en las librerías físicas de Estados Unidos. 

La pregunta del millón, ¿podremos disfrutar algún día de la continuación? 

Yo entiendo que sí. La demanda está siendo enorme, no hay día que no reciba tweets o mensajes privados o en las redes sociales pidiéndome la segunda parte o más entregas de los longevos. 

De todas formas, ante el arrollador éxito con tu primer libro, ¿te planteas de un modo diferente la concepción de nuevos proyectos? ¿Influye la presión de las expectativas generadas? 

La presión es inevitable, pero el modo de trabajo acaba siendo el mismo. Sigo trabajando en la Universidad y sigo teniendo unas obligaciones familiares bastantes exigentes, a lo que se le suma la carga de trabajo que supone promocionar la novela en el mundo online y la promoción física de la novela (presentaciones en librerías, conferencias, Semanas de la Novela Histórica, Ferias del Libro)… La única manera de escribir en esas condiciones es aislándote al final del día con mucha fuerza de voluntad y sacando el trabajo poco a poco adelante, al igual que escribí la primera. 

Muchas gracias Eva, esperamos leerte pronto. 

Biografía extraída de: www.laviejafamilia.com