Guía de Kashgar par damas ciclistas de Suzanne Joinson

15 octubre 2012



Título original: A lady cyclist guide to Kasgar
Editorial: Roca Editorial / 24 septiembre 2012
ISBN: 978-84-9918-510-1
Género: Narrativa
En 1923, Evangeline English, una entusiasta dama ciclista, y su hermana Lizzie llegan a Kashgar, en la Ruta de la Seda, para ayudar a establecer una misión cristiana. Mientras las dos intentan adaptarse a su nuevo hogar, Eva empieza a trabajar en su libro, Guía de Kashgar para damas ciclistas.

En el Londres de hoy en día, una joven, Frieda, se encuentra a un hombre durmiendo en el portal de su casa una noche y le proporciona una manta. A la mañana siguiente se ha ido, pero en la pared hay un dibujo exquisito y una línea de escritura en árabe. Y es justo entonces cuando Frieda descubre que es la heredera de una dama a quien no conoce.


Lo primero que me llamó la atención fue el título. Busqué donde estaba Kashgar, cuando averigüé donde se encontraba, entre Rusia y China, mi curiosidad se despertó. Me pareció, por el argumento, una novela diferente en cuanto a la parte relacionada con Evangeline English se refiere.

Portada original
La novela se desarrolla en dos tramas paralelas, una en Kashgar en los años 20. Tres mujeres inglesas cruzan toda Europa y se adentran en la Ruta de la Seda con la intención de evangelizar a los pobres infieles. Al menos eso es lo que aseguran, en el caso de Evangeline, la fe tiene poco que ver con su viaje. Primero quiere proteger a su hermana Lizzie, la segunda componente del viaje; segundo porque Millicent no le inspira confianza; tercero porque necesita huir del tedio de Londres y de esa manera aprovechar para escribir “una guía turística para ciclista”. Ya tiene editor, pero el fervor religioso de Millicent la obliga a llevar este proyecto en secreto. La búsqueda de un lugar donde asentar su misión se ve interrumpida en Kashgar, donde socorren a una joven que está dando a luz en el camino. Por desgracia la madre muere y Eva se hace cargo del bebé. En seguida los lugareños acusan a Millicent, que fue la que hizo de comadrona, de haber matado a la madre y las tres inglesas se ven obligadas a quedarse en Kashgar bajo arresto domiciliario en un momento convulso. Sin desanimarse, Millicent ve la oportunidad de iniciar su propósito de cristianizar los lugareños, lo que despertará aun más la desconfianza de los habitantes de aquella ciudad aislada.

Suzanne Joinson
Aquí es donde he encontrado lo que buscaba en la novela. Gracias a la narrativa colorida y muy cuidada de Suzanne Joinson (no la edición del libro, muchos diálogos sin guiones, lo que me molesta mucho cuando leo), he viajado en el tiempo hasta la década de los 20, y he dado un salto hasta la antigua Ruta de la Seda. He sentido el desarraigo de Eva en una tierra árida, hostil y extraña, el choque cultural, su soledad y la incertidumbre que provoca sentirse vulnerable, a merced de los demás, pero también el exotismo de Kashgar.

La segunda parte se ubica en el Londres actual. Frieda pasa más tiempo viajando por motivos de trabajo que en su casa, y cuando regresa no tiene familia que la espere. Al volver de uno de sus viajes se encuentra una carta que la relaciona con una misteriosa mujer llamada Irene Guy como su única pariente. Por su camino se cruza un joven inmigrante ilegal yemení sin techo, llevada por su generosidad acaba ayudándole. Los dos descubrirán los secretos del pasado de Irene Guy y de las repercusiones que esa información podría tener en FriedaUna vez más Suzanne Joinson nos presentan dos personas solitarias, desairadas.

Imagen de la Kashgar actual
Las dos protagonistas no parecen tener ninguna relación hasta bien avanzada la novela, lo que me desconcertaba. El inicio se me hizo lento, no tenía muy claro a donde me llevaría la autora ni donde estaba la conexión entre las dos protagonistas. Después, a media novela, el ritmo se fue acelerando con una serie de acontecimientos, sobre todo por parte de Eva, que me inducían a saber más.

En general Guía de Kashgar para damas ciclistas nos retrata personajes desorientados, sin raíces ni familia, la sensación de no pertenecer a ningún rincón. Es lo que más destacaría de las dos tramas; sin embargo, para mi gusto, no tienen el mismo peso en la novela, la historia de Eva llega a eclipsar la de Freida. En el caso de ésta, las partes relacionadas con el joven yemení, Tayeb, sus recuerdos por ejemplo, me sobraban y la historia de Freída me ha dejado un poco más indiferente, no conectaba mucho con la protagonista que me parecía bastante anodina. No obstante me conmovió su historia familiar a través de sus recuerdos, de la huella, algunas veces dolorosa, que dejan los padres en los hijos.  

Lo que sí me ha decepcionado es el final, ya sea en el caso de Eva como en el caso de Freida, dejando una enorme laguna con respecto a Irene Guy. Me ha faltado información, entender mejor lo que sucedió entre las dos tramas de la novela. En cuanto a la relación del título de la novela con las historias de Eva y Freida, lo único que he entendido es la sensación de control cuando montamos en bici y la capacidad de valernos por si mismo, que es en gran parte lo que hacen las dos protagonistas, ser dueñas de sus vidas. 


*Gracias a Roca Editorial por el libro*