Las mujeres casadas no hablan de amor de Melanie Gideon

06 julio 2012



Las mujeres casadas no hablan de amor
Melanie Gideon

Título original: Wife 22
Editorial: Planeta / 5 Junio 2012
ISBN: 9788408007586
Género: Narrativa

Una novela ágil e irónica que le da la vuelta a la «crisis de los 40.
Alice quiere reflotar su matrimonio de casi veinte años, herido por la rutina y los años, pero de pronto le sucederá algo que le hará replantearse su vida por completo. ¿Quién dijo que las mujeres casadas no hablan de amor? Un inesperado correo electrónico para participar en el estudio «El matrimonio en el siglo XXI» llega para Alice Buckler en el mejor momento posible. Lleva diecinueve años casada con William y tienen dos hijos casi adolescentes. Su matrimonio, aunque medianamente feliz, carga con el peso innegable de la rutina y de los años.
Además, Alice acaba de descubrir que tiene los párpados caídos y que su único vestido de fiesta ya no le cabe. Así pues, se anima a participar en el proyecto, y sin saber muy bien por qué, decide no explicárselo a William. Por primera vez en muchos años Alice Buckler tiene un secreto. Lo que empieza siendo un inofensivo intercambio de correos electrónicos acabará cambiando su vida por completo, porque cuando sale a la luz todo lo que había encerrado dentro ya no hay forma de volver atrás. Es hora de que Alice retome las riendas de su vida, pero ¿será capaz de hacerlo?
Alice Buckle se siente sola a pesar de estar casada y ser madre de dos hijos. Su vida se ha reducido a atender las necesidades de los suyos y tratar de no convertirse en una estatua. Ha dejado atrás su sueño de convertirse en una autora teatral conformándose con dar clases de teatro en una escuela primaria. A su alrededor todos parecen haber encontrado su lugar, incluso en Google, pero ella sencillamente ha desaparecido.

De modo que cuando recibe un correo de una institución que se dedica a analizar el matrimonio en el siglo XXI proponiéndole participar en una encuesta, se tira de cabeza sin decírselo a nadie y menos aun a su marido. Tal vez entre tantas preguntas descubra lo que está fallando en su vida.

Las mujeres casadas no hablan de amor es una comedia mordaz sobre las relaciones de parejas, las que han llegado a los cuarenta, cuando se conoce tan bien a tu compañero que llegas a descubrir que la persona con quien llevas veinte años compartiendo cama se ha convertido en un desconocido. 

El ritmo de la novela es rápido con muchos díalogos, correos electrónicos, comentarios en diferentes plataformas sociales tipo Facebook o Twitter, dejando claro el lugar tan primordial que han adoptado las nuevas comunicaciones, con mensajes cripticos, frases cortas y poco profundas. Lo que nos lleva a preguntarnos si no hemos olvidado lo que es el arte de esperar, el placer de dialogar, de tomarse su tiempo para reflexionar.

Alice, en una vorágine de acontecimientos que convierten su vida un quebradero de cabeza, como su empeño en la posible homosexualidad de su hijo Peter, el hermetismo de su hija Zoe y su trastorno alimenticio, la precaria situación laboral de su marido, se sumerge en la encuesta contestando a las preguntas que le hace un desconocido que se hace llamar “investigador 101” y que la ha bautizado “casada 22”. Parapetándose en ese anonimato, Alice se desahoga confesando sus frustraciones, sus sueños, el miedo a la rutina en su matrimonio, la poca comunicación en su pareja, el distanciamiento con su marido y los recuerdos de sus primeros años junto a William, el hombre que le prometió que la buscaría allí donde ella fuera y que parece haber olvidado su promesa. 

Poco a poco se establece una comunicación fluida entre “investigador 101” y “casada 22” hasta alcanzar un grado de intimida que hará dudar a Alice sobre su matrimonio. ¿Pero podría la fantasia alejarla de la realidad que la rodea? Lo que podría salvar su matrimonio… podría ser su fin…

Alice me ha parecido una protagonista real, es una mujer madura que pasa por una crisis en su vida de casada y como madre. Es una mujer del montón que ha dejado atrás muchas cosas pero que también ha vivido intensamente la vida que le ha tocado, sin embargo el tedio, las decepciones la llevan a buscar la amistad de “investigador 101” porque en su casa nadie la escucha. En tono desenfadado, sin caer en el drama, Melanie Gidion nos hace un retrato de las relaciones de pareja, de la maternidad y de la amistad a través de las nuevas redes de comunicaciones con un ritmo dinámico. Y a través de las respuestas de Alice, conocemos a una mujer que bien podría ser cualquiera de nosotras, al menos las que han superado los cuarenta. Es sincera, sarcástica y divertida, sufre los estragos de los cuarenta sobre su cuerpo, se siente insegura, el silencio de su marido la mortifica, le sigue amando pero el amor algunas veces no es suficiente. Necesita recuperar la ilusión o tal vez replantearse su actual vida. 

Me ha encantado, he disfrutado con las ocurrencias de Alice, la estrecha relación que la une a su hijo Peter, me he identificado con ella en cuanto hablaba de su hija Zoe, de la dificultad de comunicarse con una adolescente. He hecho mías algunas de sus dudas acerca de si nos paramos a pensar si realmente somos lo que soñábamos a los veinte. William me ha parecido un personaje poco aprovechado, pero eso es por la narración en primera persona, me habría gustado conocer un poco mejor su punto de vista ya que él también pasa por una etapa en la que se siente vulnerable, menospreciado por el mundo laboral por ser un hombre maduro, también sufre la rutina del matrimonio, la responsabilidad de la paternidad y la presión de la sociedad en general. Alrededor de la pareja giran muchos personajes segundarios que interactúan con la familia Buckle y que aportan matices a las experiencias de la pareja. 

Las mujeres casadas no hablan de amor es una novela que lleva a la reflexión, en tono de comedia, pero con mucho realismo, sobre las relaciones en la familia, la pareja y entre amigas y las nuevas tecnologías. Mantenemos relaciones con muchas personas a través de Internet, nos hablamos con más amigos que nunca, sin embargo la soledad puede ser mas pesada que nunca. 

Me he llevado una muy agradable sorpresa y mi única pega son las muchas preguntas del cuestionario de la encuesta, muchas veces podía adivinar la pregunta, pero en otros casos tenía que ir al final de la novela para averiguar de qué iba, No entiendo por qué la autora no ponía las preguntas seguidas de las respuestas. 

Pese a ese detalle, para mi gusto, muy recomendable. 



A veces hay que perderse para encontrar lo que realmente quieres…