El momento en que todo cambió de Douglas Kennedy

21 marzo 2012


Título: El momento en que todo cambió
Autor: Douglas Kennedy
Título original: The moment
Editorial: Platena/Febrero 2011
ISBN: 978-84-08-10936-5
Género: Narrativa Contemporánea
Hay momentos en los que nos vemos abocados a tomar una decisión. Momentos en los que elegimos, de entre todas las opciones que la vida nos ofrece, un camino y no otro. Estas decisiones, que nos ocupan a menudo tan sólo unos segundos, determinan en realidad el resto de nuestra vida. Pueden cambiarlo todo en un abrir y cerrar de ojos.
Esta novela es el relato de uno de esos momentos: de Berlín en 1984, de un momento que lo cambió todo y de las consecuencias y las huellas que dejó para siempre en los corazones de dos amantes.
Hasta que no te descubras de madrugada pasando una página tras otra sin parar no comprenderás cuán profundamente te golpea esta historia. De nada sirve contar de qué trata; tu vida, después de conocer a Petra Dussmann, nunca volverá a ser la misma.

Hay novelas que atraen sin tener muy claro el por qué. En cuanto me enteré de la publicación de El momento en que todo cambió de Douglas Kennedy deseé leerla y averiguar más del autor y de su novela.

Al empezar nos encontramos con un Thomas Nesbitt maduro, taciturno y solitario. Separado de su mujer, el divorcio es sólo cuestión de semanas. Vive en una casita aislada en Maine y se dedica a escribir libros de viajes. La única persona que le inspira un amor profundo y sincero es su hija Candace. Con los demás, Thomas es incapaz de involucrarse emocionalmente. Se parapeta tras un muro, porque sentir es sinónimo de dolor y vulnerabilidad.

En ese paraje solitario y bucólico, Thomas recibe un día un paquete de Alemania, un país donde vivió treinta años atrás. Al abrirlo lee un nombre: Petra Dussman, que le transporta al pasado, a esos años vividos en Berlín, cuando él era un joven deseoso de escribir su segundo libro.

Esta primera parte se me hizo un poco lenta, pero porque sabía que no era más que una introducción que me llevaría al corazón de la historia y estaba impaciente por averiguar quién era Petra Dussman. Por eso, cuando la novela dio un salto al pasado y descubrí al joven Thomas Nesbitt, no pude dejar de leer la novela.

La memoria es una mezcla desordenada de emociones. Nos llega en paquete inesperado y el pasado irrumpe como una cascada. Pero aunque al principio la asociación de recuerdos pueda parecer fruto del azar, una de las grandes verdades indiscutibles de la memoria es que no existen los recuerdos fortuitos. Siempre, de alguna manera, están interconectados, porque todo es narrativa. Y la única narrativa con la que tenemos que lidiar es esta que llamamos vida.

Nos metemos de lleno en el Berlín de 1984, cuando el Muro de la Vergüenza dividía un continente, un país y sobre todo una ciudad. Por un lado estaba Berlín Occidental, libre y alocada pero no carente de sus dramas y sus barrios marginales; al otro lado del Muro un Berlín Oriental controlado por un estado omnipresente en cada rincón, que privaba de algo tan necesario como la intimidad, donde el miedo era el pan de cada día. Y en medio de los últimos coletazos de la Guerra Fría se encuentran Thomas y Petra, una refugiada política, que esconde un secreto que la desgarra.

¿Cuándo una historia no es una historia?

Cuando la has vivido.

No voy a contar mucho más de la historia en si porque sería una pena desvelar el más mínimo detalle, pero El momento en que todo cambió relata una historia de amor y desamor entre traiciones, mentiras y espionaje. Habla de decisiones tomadas en momentos que acarrean consecuencias que dejan huellas indelebles en las personas.

No hay que subestimar nunca el modo en que la casualidad gobierna gran parte de la existencia humana, ni la forma en que el hecho de estar en determinado lugar, en determinado momento, puede cambiar la trayectoria de las cosas. No hay que subestimar nunca la manera en que todos somos rehenes de los ritmos aleatorios de la vida.

Me ha encantado, he disfrutado mucho del estilo de Douglas Kennedy. Hace un retrato descarnado de las dos Alemania, del ambiente sofocante del espionaje, de las ilusiones de dos personas que se aman, se necesitan y se ven atrapados en los entresijos de la Guerra Fría.

Lo más triste de la historia es que unos cinco años después (el 9 de noviembre de 1989) el Muro de Berlín fue derruido y por fin Alemania se unificó después de tres décadas de dramas, familias separadas y vidas rotas.

Con esta novela conmovedora he descubierto a Douglas Kennedy, un autor meticuloso en su narrativa, detallista y perfecto al transmitir los sentimientos de sus personajes. La pareja Thomas y Petra no deja indiferente, pero hay un personaje segundario que me encantó: Alastair Fitzsimons-Ross. Arrogante, provocador, malhablado, cínico, pero también profundamente humano y roto por dentro pese a su fachada de pintor homosexual, cocainómano y hastiado de la vida.

¡Qué pronto un “aun no” se convierte en nunca!

El momento en que todo cambió no deja indiferente, sacude y te hace reflexionar sobre el hecho de que no somos dueños de nuestros destinos. Es una novela para ir subrayando pasajes enteros llenos de pensamientos que todos podríamos sentir como nuestros. Para mí, muy recomendable.