Bueno en la cama - Jennifer Weiner

06 febrero 2012


Bueno en la cama
Jennifer Weiner
Título original: Good in Bed
Editorial: Books4Pocket / Octubre 2008
ISBN: 978-84-92516-24-7
Género: Chick-lit
Serie: 1º- Cannie Shapiro
A los 28 años, Cannie Shapiro cree que su vida ha sido razonablemente feliz. Es una periodista de reconocido talento, a quien sus amigos consideran divertida e independiente. Quizá demasiado agobiada por "sus eternos problemas de peso" y los constantes conflictos con los hombres, está siempre dispuesta a ver el lado cómico de las cosas y es capaz de reaccionar con ironía frente a las situaciones más difíciles.
Ese sentido del humor le permite aceptar con filosofía la separación temporal que, después de tres años de relación, le propone su novio Bruce.
Pero cuando ojea la revista femenina de moda y descubre un texto firmado por su anterior pareja, se siente destrozada por un artículo que considera una humillación pública.
En su artículo, Bruce no solamente describe con todo detalle aspectos muy íntimos de su vida sexual, también se refiere claramente a las inseguridades de Cannie y a su constante batalla contra la báscula.
Herida y con la autoestima por los suelos, buscará consuelo en la ginebra y refugio en el afecto inquebrantable de su perro Nifkin.
Pero Niflkin sólo puede ladrar para consolarle y las consecuencias de la ginebra no son lo que se dice muy recomendables. Así que Cannie decidirá que ha llegado el momento de dar un giro a su vida. ¿Hacia dónde?
Cuando una chica como Cannie se propone cambiar, las consecuencias son siempre imprevisibles.

Si una ruptura es siempre difícil de superar, ver como tu ex novio ventila a los cuatro vientos las intimidades de la relación es humillante como poco. Pero al leer el articulo que la convierte en la comidilla de toda Philadelfia, toma consciencia que Bruce la quería tal y como es. A partir de entonces se cuestiona si no se equivocó al pedir un tiempo de reflexión a su novio. Pese a portarse de manera mezquina y vengativa, Bruce la amaba y está dolido. Entonces Cannie decide recuperar a su ex y la relación que ella daba por aburrida.
Lo primero que diría de Bueno en la cama es que no es la comedia que deja entender el argumento. Y desde luego está bastante alejado del género chick lit habitual. Cannie es una protagonista atípica; si bien es una joven independiente y liberal, sus complejos van mucho más allá de querer perder unos cuantos kilitos. Cannie Shapiro no es una mujer gordita, es gorda y es consciente de ello. Con humor y mucho sarcasmo reconoce que le gusta comer, que ha seguido un sinfín de dietas que nunca le han dado resultado, que practica deporte, pero nunca es suficiente para reducir los centímetros de su silueta. Con todo, no cae en la autocompasión, ni se derrumba cuando Bruce la convierte en el centro de todos sus artículos de la columna que escribe en una revista mensual.
Que Cannie se empeñe en recuperar a Bruce puede parecer una manera de rebajarse, pero poco a poco, leyendo sus recuerdos de la infancia y adolescencia se puede entender. El principal responsable es su padre que nunca se privó de echarle en cara su gordura. Después, el abandono del señor Shapiro de su familia tampoco ayudó a que su hija ganara confianza.
Su familia no es un apoyo, se quieren pero resulta difícil pedir ayuda o consejo a una madre que se ha declarado homosexual superado los cincuenta años. Su hermana es incapaz de conservar un empleo más de unos meses y su hermano nunca está. Al menos tiene amigos fieles, como Samantha o Maxie y su trabajo como periodista le encanta… pero su falta de confianza le hace dudar si podrá un día formar una familia. Tal vez por eso, su última oportunidad sea recuperar a Bruce.
Bueno en la cama no ha sido lo que esperaba, pero me ha encantado. Cannie es una protagonista que despierta simpatía. Es inteligente, fuerte (porque no le ha quedado más remedio), divertida (no duda de reírse de ella misma) y nunca pasa desapercibida (ya sea por su aspecto o su personalidad). Con esta novela la autora ha hecho un excelente retrato de una mujer gorda con todos los prejuicios que se puede llegar a tener, los tópicos, el deseo de ser como los demás.
La historia es a la vez amena, divertida y triste. Cannie es la protagonista indiscutible, todo gira a su alrededor, los acontecimientos y los personajes segundarios. Le pasa de todo, cosas buenas y malas y en cada ocasión aprende a enfrentarse a ello sacando partido. Hasta tal punto que tras un duro percance debe aprender a apreciar lo que realmente cuenta y a confiar un poco más en si misma. El personaje madura pero sin milagrosos cambios, porque Cannie es como es.
Al terminar el libro me habría encantado saber más de Cannie Shapiro, de su atípica familia y de sus amigos. Por eso estoy deseando leer la segunda parte que sale a la venta en edición de bolsillo a finales de este año.