Los ojos amarillos de los cocodrilos

26 noviembre 2011



Los ojos amarillos de los cocodrilos
Autor: Katherine Pancol
Título original: Les yeux jaunes des cocodriles
Editorial: La esfera de los libros / 2010
ISBN: 9788497349239
Género: Narrativa
Esta novela sucede en París, pero nos encontramos con cocodrilos.
Esta novela habla de hombres. Y de mujeres. Las mujeres que somos, las que querríamos ser, las que nunca seremos y aquellas que quizás seamos algún día.
Esta novela es la historia de una mentira. Pero también es una historia de amor, de amistad, de traición, de dinero, de sueños.
Esta novela está llena de risas y de lágrimas.
Esta novela es como la vida misma.
Es curioso como algunos libros atraen de inmediato, ya sea por su portada o por la sinopsis, pero nada más echarle un vistazo pensamos que tiene que ser nuestro. Sin embargo, puede pasar lo contrario, pese a las buenas críticas, sencillamente no despierta nuestra atención. Y eso fue lo que me pasó con Los ojos amarillos de los cocodrilos de Katherine Pancol cuando se publicó en su momento. Por más que me la recomendaran, no me llamaba. Y ahora, no sé muy bien por qué decidí leerla.

Josephine Cortes, casada y madre de dos hijas, ha llegado a los cuarenta años y el balance de su vida no es muy halagüeño. Su marido, Antoine, está en el paro y no hace mucho por encontrar trabajo. Cansada de verle soñar con los ojos abiertos, le echa de casa el día que se entera de su infidelidad. De repente se ve sola para salir adelante, sin apenas recursos económicos, sin la ayuda de su familia: su madre, Henriette, la menosprecia; su hermana Iris, casada con un abogado de éxito, la trata con condescendencia; su cuñado Phillipe la ignora; su padrastro, Marcel, apenas le presta atención; y su hija mayor, Hortense, la desprecia por ser débil y la culpa de la ruptura. Sólo le queda el cariño de su hija menor, Zoe, y su amistad con su vecina, Shirley.
La novela tiene dos tramas, la principal es la historia de Josephine. Es un personaje entrañable, al principio un poco ingenua, incluso débil y asustada. Todo se le echa encima, pero decide luchar ella sola para enfrentarse a las deudas que su marido ha dejado tras su partida a África para convertirse en capataz de una granja de cocodrilos (de ahí el título y tiene su sentido cuando llevamos buena parte del libro leído. Los cocodrilos han superado siglos de evolución, permanecen en las aguas turbias, viendo como las pasiones y las ambiciones de las personas los llevan a cometer las mayores de las locuras). Aun así, Josephine acepta el trabajo que le ofrecerá un miembro de su familia aunque tendrá que llevarlo en secreto. Pero la oferta más disparatada se la hace su hermana Iris, una mujer florero con ansias de protagonismo: le propone escribir un libro. Josephine aportará su talento para escribir y sus conocimientos sobre el siglo XII e Iris su imagen de mujer triunfadora, guapa y carismática. Una se llevará el dinero, la otra la fama. Acosada por las deudas, Josephine acepta consciente de convertirse en la cómplice de un fraude.
A lo largo de la novela la protagonista aprende y madura a marchas forzadas, bajo la mirada despectiva de su hija Hortense. Ser madre de una adolescente fría y calculadora será una de las pruebas más duras. Pero escribir se convertirá en una válvula de escape y a través de su heroína, sacará lecciones de los obstáculos que se le irán poniendo delante. A su manera es una heroína que aprende a luchar sin perder su ternura, el convencimiento de que el amor y la sinceridad no tienen precio, muy por encima del éxito y el reconocimiento social.

"La felicidad está hecha de pequeñas cosas, siempre se la espera con mayúsculas, pero llega a nosotros de puntillas y puede pasar bajo nuestras narices sin darnos cuenta"

La segunda trama es la relación a tres banda de Marcel, su mujer Henriette y su amante Josianne. Él es un hombre que ha conseguido crear de la nada un próspero negocio, es un personaje divertido, tierno, bonachón, sediento de afecto porque sabe que su mujer se casó con él por el dinero y la posición que el matrimonio proporcionaba a Henriette, aunque ella le desprecia desde el primer día por sus orígenes humildes. De modo que Josianne, una joven a quien no le importa que su jefe sea un sesentón con michelines y medio calvo, se convierte en el “Bomboncito” de MarcelJosianne es un personaje coherente, no es una mujer enamorada de su jefe, aunque siente por el hombretón mucha ternura, pero también es consciente de que es el pasaporte que necesita para salir de la mediocridad de su pasado y lucha por ello. Marcel se ve entre dos fuegos, el cálido y apasionado consuelo que le ofrece Josianne, treinta años más joven, y el hiriente desprecio de Henriette, quien siempre le negó el sueño de ser padre. No hay donde comparar, pero Henriette tiene bien sujeto a su marido gracias a un contrato matrimonial blindado.  
También vemos como el matrimonio de Iris y Phillipe se deteriora y el repentino éxito de Iris no hace más que ahondar la brecha que se abre entre los dos. Shirley, la amiga de Josephine, es un personaje misterioso que despierta el interés por su secretismo acerca de su pasado. Somos testigos de cómo evolucionan los más jóvenes: Hortense es un personaje intenso, algunas veces cruel, aprende a sacar las uñas, es muy ambiciosa y no le importa el camino a tomar con tal de conseguir lo que desea, al contrario de Zoé que es dulce, inocente y tierna, como su madre; el hijo de Shirley, Gary, es un adolescente tranquilo pero de mente inquieta, aturdido por la belleza de Hortanse; y el de Iris, Alexandre que ve como su madre se aleja cada vez más. Y finalmente vemos como Antoine Cortes sigue soñando con un éxito que se le escapa de las manos rodeado de cocodrilos.
Me ha gustado mucho, pese a haber mucho personajes, una vez que los ubicamos, la curiosidad lleva a querer saber qué les pasará a cada uno de ellos. Cada personaje despierta emociones muy diferentes, si bien el bonachón de Marcel me hacía sonreír casi siempre, Josephine me conmovía, sobre todo cuando tenía que enfrentarse a las duras críticas de Hortense. Otros, como Henriette y Iris me crispaban los nervios. Creo que el personaje de Phillipe queda un poco al margen y me habría gustado saber algo más de él. O al menos haberle visto interactuar un poco más en la vida de Josephine.
Katherine Pancol nos hace el retrato de una familia en una novela agridulce y sencilla, con las relaciones a veces difícil entre padres e hijos, la rivalidad entre hermanas, la adolescencia rebelde; pero por encima de todo nos hace reflexionar sobre el valor del éxito y del precio que cada cual está dispuesto a pagar por ello, todo con un estilo fluido. 
Ahora estoy deseando leer la segunda parte y averiguar cómo sigue la aventura de esa familia tan peculiar porque algunos cabos quedan sueltos al final de esta primera entrega.