Rosas sin espinas

25 febrero 2011



Título: Rosas sin espinas
Autor: Nora Roberts
Título original: Bed of Roses
Editorial: Plaza&Janés, Narrativa Femenina / Junio 2010
ISBN: 9788401383038
Género: Contemporáneo
Serie: 2º- Cuatro Bodas - Roberts

De niñas lo compartieron todo. Con los años se han convertido en mujeres divertidas, sexis e independientes. Y han montado una empresa donde cada una pone lo mejor de sí para convertir una boda en el día perfecto. El éxito está asegurado si Parker se ocupa de la organización, Laurel del banquete, Mackensie de las fotos y Emmaline de las flores. Si alguien sabe cómo planear la mejor boda es este cuarteto de amigas. Aunque organizar varios enlaces a la semana no garantiza encontrar el amor, que siempre aparece cuando y donde menos lo esperas… como le acaba de suceder a Emmaline Grant.
De arreglos florales y ramos de novia, Emma sabe un rato largo. Y de hombres, también. Vaya donde vaya, a los cinco minutos ya los tiene a todos revoloteando a su alrededor. En opinión de sus tres mejores amigas es la rompecorazones del Cuarteto; pero Emma ha soñado siempre con encontrar a esa persona que lo cambiará todo y está decidida a seguir buscando. Lo que nunca imaginó es que pudiera tenerla tan cerca… ¿Puede la amistad transformarse en amor? Y ese nuevo camino que Jack y ella han empezado a recorrer, ¿estará sembrado de rosas o de espinas?


    Nueva y segunda entrega de la serie Cuatro Bodas de nuestra querida Roberts, lo que también se traduce como un buen ratito de lectura a manos de ésta esplendida autora. 

    Recordando al cuarteto, encontramos a Mackensie, la fotógrafa que intenta plasmar la máxima expresión de felicidad, a Parker, encargada de la organización de todos los detalles, incluido la solución de cualquier problema (que son muchos). Los originales pasteles nupciales pertenecen al trabajo de Laurel y, respecto a todo el motivo de floristería es Emmelin quién se responsabiliza de ello.

    Primero fue Álbum de boda, la historia de Mackensie y Carter, éste último no es el típico personaje, aunque su conocida torpeza y personalidad noble provoca mucha ternura.

    Y hoy nos centramos en la segunda entrega de la serie,  Rosas sin espinas , el libro de Emmaline. Ella es una joven guapa, dada a tener éxito con los hombres aunque acostumbre a quitárselos de encima, pero sobre todo se caracteriza por ser una buena persona, sin maldad alguna.

    Paralelamente encontramos al protagonista masculino, Jack, nada más y nada menos que uno de los amigos de la pandilla. Arquitecto dedicado a su trabajo, aunque a ratos ayudante de nuestras organizadoras de bodas, es conocido por su faceta de conquistador nato. Él va de flor en flor, hasta que topa con Emma.
    Ella es su deseo reprimido y oculto, y a su modo de ver,  algo imposible pues ante todo es su amiga. Pero un beso lo cambia todo.

    En esta historia podemos ver cómo, tomando a todos por sorpresa (incluidos los propios protagonistas), puede convertirse una bonita amistad en algo más profundo como lo es el amor.

    Al igual que en el primer libro, Roberts nos sumerge en el detallado y duro trabajo de cuatro amigas  en el mundo de las bodas. Porque de manera repetida pero sin llegar a ser pesado, no deja de lado el día a día de la profesión de las protagonistas y todos los puntos diferentes a tener en cuenta para tal celebración.
    Además, introduce un nuevo personaje que seguramente dará mucho que hablar. Mal es mecánico de coches y amigo de los hombres de la pandilla. 
    Mientras que a Maribel en cierta manera le decepcionó (reseña aquí), debo decir que Álbum de boda me gustó más, seguramente por el perfil de Carter, además, de los cuatro es el libro que menos me apetecía. Por ejemplo, estoy deseando leer la historia entre Laurel y el hermano de Parker.

    Igualmente, y no es la primera vez que lo digo, ésta serie es sencilla, nada comparable con otros muchos éxitos de Nora Roberts. La clasificaría como lectura para pasar un buen rato, entretenida, no más.



    En esta segunda entrega de la serie Cuatro bodas, nos adentramos en la historia de Emma Grant, la florista del negocio “Votos” que las cuatro amigan regentan, y el amigo de todas ellas, Jack Cooke. La pregunta es averiguar si es posible que la amistad se convierta en amor.
    La novela no presenta un tema muy nuevo y la trama es muy previsible. Desde un principio vemos venir la relación y tal vez eso haga que la historia no resulte sorprendente. Además, los dos son amigos, ya se conocen y eso hace palidecer un poco los interludios. Para mi gusto todo va demasiado encarrilado desde el principio. Lo que salva un poco el conjunto es la excelente narrativa de Nora Roberts y su detallada exposición del negocio con la especialidad de Emma. Aunque ahí también me ha resultado un poco almibarado por tanta perfección en todo lo que tocan estas chicas de oro.
    Su punto fuerte es la relación de amistad, la relación, el cariño que une a las cuatro amigas. Los diálogos, la interacción fluye de manera perfecta, otra faceta que la autora borda. Saber más que Mac y Carter es también algo que me apetecía, saber qué pasa cuando el amor se ha consolidado. De hecho la pareja me ha parecido mucho más interesante aquí, a pesar de ser unos personajes segundarios, que en su propia historia.
    También se vislumbran las siguientes historias, Mal es un nuevo personaje (promete por su aparente lado duro) que se enfrentará a la perfeccionista Parker. El dialogo a continuación augura una relación bastante tensa:
    Mal, en el otro extremo del campo, se cruzó con Parker para ofrecerle una de las dos cervezas que traía.
    — ¿Te apetece?
    —No, gracias.
    Parker lo esquivó y tomó un botellín de agua de una de las cubiteras.
    — ¿A qué gimnasio vas, Piernas?
    Parker abrió el botellín.
    —Al mío.
    —Me lo figuro. Menudos pases. ¿Practicas algo más?
    Parker dio un sorbo de agua lentamente.
    —Piano.

    Del y Laurel también tendrán que lidiar sus propias batallas.
    Los protagonistas, Emma y Jack, están bien perfilados:
    Emma es una mujer que ha sido testigo del matrimonio feliz de sus padres, cuya historia es muy romántica y sueña con vivir también su propia historia de amor con mayúscula. 

    El amor, en opinión de Emmaline, hacía que ser mujer fuera algo especial. El amor volvía hermosas a las mujeres, y a los hombres los convertía en príncipes. Una mujer que sintiera amor vivía con la grandeza de una reina, porque su corazón era como un tesoro.
    Jack es un hombre que rehúye del compromiso, el divorcio de sus padres le ha dejado una huella que le hace desconfiar del matrimonio:

    —Y a la mañana siguiente, a levantarse… y vuelta a empezar —Jack empleó un tono monótono—. Añádele un par de críos por el camino y quizá un perro tuerto para que vaya a juego con el gato de tres patas. Follas menos, porque ahora hay niños correteando por ahí. La pesca en alta mar y las copas en bares de tías en pelotas pasan a formar parte del pasado, porque ahora se imponen unos viajes de pesadilla a los centros comerciales, has contratado una asistenta, tienes un monovolumen espantoso y hay que ahorrar para la universidad. —Jack alzó las manos—. ¡Joder! Llegas a los cuarenta, estás entrenando en la liguilla infantil y quizá te ha salido tripa, porque ¿quién carajo va a tener tiempo de ir al gimnasio cuando hay que pasar por el supermercado para comprar pan y leche? En un abrir y cerrar de ojos te plantas en los cincuenta y empiezas a quedarte dormido en una butaca reclinada mirando las reposiciones de Ley y orden.
    A ambos el amor los sorprende sin previo aviso, pero no se enfrentan a el de la misma manera: Emma con la esperanza de un futuro juntos y Jack con los recelos propios de un hombre que sobrevalora su independencia. Son una pareja apasionada, tierna que inspira ternura. Rosas sin espinas no es una gran historia, pero tiene todos los ingredientes para disfrutar de su lectura, sin grandes pretensiones, pero muy bien relatada. Y todo gracias a la perfecta harmonía que Nora Roberts sabe crear en sus historias, con personajes bien definidos, una narrativa amena y sencilla y, a pesar de su sencillez, apetecible.