Pájaros y abejas

26 diciembre 2010



Autor: Milly Johnson
Título original: The birds and the bees
Editorial: Nabla Romántica/2009
ISBN: 978-84-92461-30-1
Género: Narrativa Femenina
El amor puede picarte o hacerte volar… A Stevie Honeywell, escritora de novelas románticas y madre soltera, le quedan sólo unas cuantas semanas para su boda, cuando su prometido Matthew la abandona por su glamurosa amiga Jo MacLean. Pero Stevie sabe exactamente cómo recuperar a su novio. Sometiéndose a un insensato programa de dieta y ejercicio, está segura de que las cosas volverán a ser tan dulces como el néctar en muy poco tiempo. Adam MacLean, highlander actual, está asimismo dispuesto a recuperar a su dama, Jo. Lo único que tiene que hacer es convencer a Stevie de que ambos pueden formar un equipo, perspectiva que a ninguno le resulta atractiva, ya que cada uno de ellos culpa al otro de la situación en la que se encuentran. Como en "Pájaros y abejas", uno de los bailes más populares de la campiña escocesa, las dos parejas van cambiando de acompañante pero sin alejarse mucho los unos de otros. Y Adam y Stevie descubren que han de resolver los desengaños del pasado antes de poder ocuparse de los del presente. Una vez puesto en marcha el descabellado plan de Adam, surge la pregunta: ¿con quién estarán bailando él y Stevie cuando pare la música? Un divertido plan de colaboración entre dos amantes abandonados para recuperar (o tal vez no...) a sus respectivas parejas.

Dos parejas, dos hombres, dos mujeres, dos felices, dos infelices y un baile, a cuatro bandas, salpicado de buenas y malas intenciones, malentendidos, prejuicios, mentiras y sentimientos que harán que los cuatro no sepan con quien les conviene acabar la danza.
Pájaros y abejas es una historia ligera, con cuatro protagonistas que resultan ser cada uno de ellos, cada uno a su manera, un estereotipo, la trama es previsible, no hay sobresaltos y el desenlace se huele desde el primer capítulo. A pesar de lo dicho, esta novela podría ser un aburrimiento total… pues me ha parecido divertida y he disfrutado con los tejemanejes de las dos parejas. Sus personajes, aunque resulten casi caricaturales, son convincentes, todos con sus objetivos que no son siempre los que más les convienen.
La pareja estrella, sin duda, es la parte abandonada, la herida, la que confabula para estropear la incipiente relación que ven florecer en sus mismísimas narices.
Stevie es… ¿Habéis oído decir alguna vez: Eres tan bueno que pareces tonto? Pues esa es ella, una mujer que lo da todo, incluso de más. Ha sufrido lo suyo, y lo único que desea es dar todo el amor que le han negado, anteponiendo el bienestar de su hijo y el de su pareja. Aun así no es un personaje que pueda parecer patético, es simpática, tierna, tiene una cierta chispa aunque esta se apague cuando se obsesiona con su ex pareja pero se pone al rojo vivo en cuanto ve a ese oso pelirrojo de Adam MacLean que no sabe hablar sin gritar o gruñir.

“…-¿Tienes tiempo para una taza de café?
-Humm sí –dijo Stevie, siguiéndolo cinco pasos detrás hasta la cafetería, dónde él gruñó algo acerca de sentarse en la mesa (eso pensó ella) y después le dijo algo igual de incomprensible a la chica que había detrás del mostrador que pareció entenderlo a la perfección. Era obvio que ser bilingüe era un requisito previo para su personal, concluyó Stevie: tenía que hablar inglés y lengua de las cavernas.”

Adam MacLean es el perfecto prototipo del Highlander del siglo XXI, alto, gruñón, autoritario, sarcástico, generoso, cariñoso… estas dos últimas virtudes desaparecen cuando está junto a esa pequeña mujer que le resulta tan irritante y es responsable de su ruptura por no haber sido lo suficiente buena para retener a su pareja.

En ese momento él se echó a reír mientras sacudía la cabeza. Cuanto más agradable era con ella, parecía que se enfadaba más. Eso le hizo desear ser todavía más agradable, porque enfadarla era la única diversión que estaba teniendo en ese momento
El plan de ambos es ridículo, los dos se empeñan en reconquistar a sus ex parejas despertando el demonio de los celos al hacer creer a todos que, ambos abandonados, se han consolado hasta convertirse en una pareja. La obsesión de los dos puede irritar al no querer abrir los ojos y ver lo que todos saben de sus ex: La deslumbrante Jo que no es más que una mujer odiosa y taimada y el atractivo Matthew, tan egoísta como irresponsable; aun así da lugar a escenas entretenidas. 
La historia, a pesar de todos los tópicos, me ha gustado, me he divertido con las escenas entre Stevie y Adam, sus diálogos; desde el principio las chispas saltan entre ellos y no son especialmente de pura pasión. Apenas se pueden aguantar y se desprecian basándose en las opiniones que sus ex les fueron diciendo en un principio.
Es la pareja que aporta todas las buenas vibraciones a la historia y algunas veces nos encogen un poquito el corazón al no haberse sentido amados por las personas más importantes de sus vidas. Son dos almas gemelas, de las que dan más que reciben, dispuesto a todo, incluso perdonar lo imperdonable, sin pensar en ellos mismos. Esa actitud puede parecer servil, pero yo me he quedado con la vulnerabilidad de los dos, su deseo imperioso de amar esperando recibir unas cuantas migas a cambio.
Pero en ese empeño de provocar celos en sus ex, Adam y Stevie aprenderán, lentamente, sin prisas, a ver a su cómplice con otros ojos, que no siempre las personas son como las imaginábamos en un principio.
Me ha encantado cuando Stevie crea un personaje, Damme MacQueen, para una novela suya, basado en Adam y se toma la libertad de hacer a ese personaje ficticio lo que le gustaría hacerle a ese bocazas. La ironía de Adam me ha hecho sonreír y por suerte Stevie le devuelve la misma moneda aunque por dentro esté asustada, convencida de que podría comérsela como un aperitivo.
El hijo de Stevie: Danny, da la nota más tierna.
-Guay –dijo Danny, acariciando la corbata de Adam como si fuera un tesoro nacional-. Me encantan los superhéroe, ya lo sabes.
_ ¿Es eso entonces lo que vas a ser cuando seas grande? ¿Un superhéroe?
-No –contestó Danny, como si fuera la pregunta más tonta del mundo-. Yo ya soy un superhéroe. De mayor seré limpiaventanas.
-Oh, ya entiendo. –Adam curvó una sonrisa-. Entonces, ¿tienes algún nombre, superhéroe?
-Soy Dannyman.
-Encantado de conocerte, Dannyman –dijo Adam, dándole la mano. El pequeño guante de beisbol de Danny se quedó encerrado dentro de esta- ¿Entonces cuando salvaste el mundo por última vez? –preguntó Adam.
-El jueves –contestó Danny, y se marchó trotando a ver el resto de Cocodrilo Dundee.

Catherine, la amiga fiel, y su numerosa familia es una delicia con sus sabios consejos y su sentido del humor:
-¿Qué está haciendo él aquí? –pregunto Stevie al fin.
-No tengo ni idea. Debe de conocer a Willam. Oye, Stevie, ¿le has visto las piernas? –le preguntó Catherine en un susurro que pareció resonar por todo el recorrido hasta llegar al altar.
-Shhh –dijo Eddie, lo que resonó del mismo modo.
-Me han parecido dos robles peludos debajo del kilt –afirmó Catherine resoplando por el esfuerzo de tratar de contener la risa.
-¿A dónde ha ido a parar su pelo? –preguntó Stevie, preguntándose si habría alguna conexión entre la ausencia de éste y la ruptura de su matrimonio. Tal vez algún extraño ritual escoses.
-Me parece que se lo ha puesto en las piernas –contestó Catherine riéndose entre dientes y con ganas debajo del sombrero.

La parte negativa es, sin ánimo de anticiparse, Jo y Matthew.
 Milly Johnson nos regala, con ingredientes sencillos, una historia que nos seduce con su inocencia y simplicidad, con sus protagonistas entrañables y con su narrativa sencilla. Me gusta cómo plasma los sentimientos de sus personajes, cómo llegan a engañarse, cómo llegan a maltratarse ellos mismo por no tener la autoestima muy arraigada, cómo llegan a dudar de ellos mismo y cómo llegan a sacrificarse, incluso cuando renuncian a lo que más quieren porque amar no es retener, es hacer lo posible para que el otro sea feliz, aunque eso les rompa el corazón.
Bien, no es una novela que hará historia, no es una novela con grandes pretensiones, pero sí es simpática, agradable para suministrar diversión sin pensar demasiado. Es ligera y hay que tomársela como tal, disfrutareis de ella. Incluso Adam y Stevie podrían acabar resultando una pareja perfecta.