Hannah y Emil de Belinda Castles

01 julio 2013


Hannah y Emil
Belinda Castles
Título original: Falling Woman
Editorial: Suma Sentimientos / 3 Abril 2013
ISBN: 9788483654866
Género: Sentimental

Emil, veterano alemán de la Primera Guerra Mundial, regresa a casa y se encuentra un país desquiciado. La inflación y el desempleo precipitan a Alemania hacia la catástrofe y la participación de Emil en la resistencia le obliga a abandonar su hogar y a su familia. Mientras tanto, en el West End londinense, Hannah es una joven y políglota judía rusa que, ansiosa por conocer mundo, decide viajar a Europa y recorre un continente abocado a la guerra total. En Bruselas conoce al extenuado Emil, que acaba de cruzar la frontera a pie desde la Alemania nazi, donde la tragedia está cada vez más cerca. Durante un breve espacio de tiempo construyen una vida juntos en Inglaterra, antes de que estalle la guerra y Emil, por su condición de alemán, sea recluido y exiliado. Hannah, decidida a encontrarlo, emprende un viaje por mar solitario y lleno de peligros...
Hannah y Emil es una narración conmovedora y real de valor y determinación impulsada por las poderosas corrientes de la Historia. Un relato de amor duradero y coraje sin fin con el caos y la devastación de la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo. Una preciosa novela que nos ayuda a recordar la importancia de conocer nuestro pasado, incluso aquellos hechos que la Historia oficial ha logrado velar, para que nunca más vuelvan a ocurrir.

Desde hace un tiempo me llaman mucho la atención las historias ambientadas en la Primera o la Segunda Guerra Mundial de modo que cuando leí el argumento de Hannah y Emil supe que la leería.

Nada más empezar conocemos a Flora, una joven australiana embarazada que acaba de perder a su abuela. Entre las cosas que hereda encuentra una vieja maleta y en su interior halla objetos y documentos que aparentemente no representan nada para ella, pero cuando empieza a indagar descubre la conmovedora historia de sus abuelos: Hannah y Emil. A partir de entonces la autora nos relata las vidas de estas dos personas durante la primera mitad del siglo XIX.

La autora entrelaza las dos tramas enfocándolas de manera diferentes: la de Hannah mucho más introspectiva en primera persona, la de Emil con un narrador omnisciente que describe no solo las experiencias del personaje sino que también se convierte en un testigo de los acontecimientos históricos.

Primero conocemos a Emil en 1902 en Alemania, un niño sin más expectativas de futuro que la de trabajar hasta deslomarse en las fábricas de su ciudad. Sin embargo su padre, un sindicalista reconocido, es un firme defensor de la educación y hace lo imposible para que su hijo asista a la escuela. Su infancia es dura, llena de privaciones pero su padre le inculca los valores del esfuerzo y la lucha por los menos favorecidos.

El primer contacto del lector con Hannah se produce en 1915 en Londres, un año después del inicio de la Gran Guerra. Descubrimos a una niña de ocho años, rodeada de una familia cariñosa y bulliciosa que regenta una tienda. Sus padres son judíos no practicantes de origen ruso pero Hannah se considera inglesa porque ha nacido en Inglaterra y porque no ha conocido otra cosa. Es una niña inquieta, ávida de saber.  Recibe una educación liberal bajo la atenta protección de sus padres. Y mientras el padre de Hannah la anima a alimentar su sed de conocimiento y de compromiso con la clase obrera, Emil se enfrente a los horrores de la Primera Guerra Mundial luchando en las trincheras.

Durante la primera mitad de la novela las dos tramas se mantienen separadas: Emil regresa de la guerra y se enfrenta a una sociedad alemana convulsa, en plena crisis económica y con la nazismo dando sus primeros coletazos. Hannah se convierte en una joven que no duda en dejar atrás la comodidad y la seguridad de su hogar para viajar por Europa.

Hasta media novela Emil y Hannah no se encuentran, tal vez por eso la lectura se me ha hecho lenta, tal vez porque el argumento me dejaba entender que me encontraría con una historia diferente. Aun así, la parte relacionada con Emil me ha parecido muy interesante porque cuando se habla de la Alemania del periodo de entreguerras pensamos en el nazismo y que todos los alemanes comulgaban con esa locura, sin embargo en esta novela la autora nos habla de los que lucharon primero en las urnas después en la clandestinidad contra el fascismo en auge. En ese sentido esta novela es un homenaje a todos esos héroes olvidados que intentaron poner freno a la ambición desmedida de un partido que llevó a medio mundo a la guerra. En cuanto a Hannah, me ha parecido una mujer muy fuerte, una luchadora nata, muy independiente, más ciudadana de Europa que de un país que se le queda pequeño enseguida, lo que la lleva a viajar por todo el continente al servicio del partido laborista o de los sindicatos, hasta que acaba conociendo a Emil, un refugiado que ha tenido que huir de su país.
Heinz, abuelo de Belinda
Casttle, en quien se basó
para su personaje de Emil.

A partir de entonces empieza la historia de la pareja en Inglaterra: ella mucho más joven pero no menos comprometida, él un hombre marcado por un sinfín de perdidas, convertido en un exiliado, lejos de su familia y su patria y testigo impotente del inicio del conflicto de la Segunda Guerra Mundial. Y de nuevo Emil ve como los acontecimientos históricos marcan su vida; al ser alemán, el gobierno británico decide mandarle a un campamento de prisioneros por temor a tener espías entre sus gentes. En cuanto los separan Hannah luchará con todos los medios a su alcance para reunirse con él.

La novela se puede dividir en dos partes: Primero la del crecimientos personal de ambos a través de sus experiencias, cada uno por su lado; segundo: su historia en común, ya sea juntos o separados por las circunstancias pero luchando por un futuro que les permita reunirse.

Hannah y Emil es un retrato emocionante de los convulsos acontecimientos de la primera mitad del siglo XX, pero también una historia de amor entre dos personas emprendedoras, sujetas a los vaivenes de la historia. No ha sido realmente lo que esperaba. Estuve a punto de abandonar pero decidí perseverar y seguí leyendo esa primera mitad, que se me hizo larga y lenta, por pura cabezonería aunque de manera contradictoria había partes que me atrapaban. Y valió la pena porque la segunda parte me absorbió por completo hasta llegar al final. Es una novela sentimental basada en hechos verídicos, lo que la hace aún más emocionante. Hannah y Emil es para lectores pacientes, amantes de la historia. Esa paciencia se ve recompensada al final, al menos en mi caso porque cuando la acabé me alegré de haberla leído.