El último verano en Mayfair de Theresa Révay

Título original: Dernier été à Mayfair

Editorial: Vergara / 10 Octubre 2012

ISBN: 978-84-15420-26-2

Género: Narrativa/Histórico       

En Londres, a los Rotherfield les apodan los “admirables”. Tienen dinero, poder y prestigio. En el verano de 1011, los Rotherfield han organizado el baile de presentación de su hija Victoria, pero la fiesta se complica cuando desaparece su hermana Evangeline. Si hermano mayor, Julian, la encuentra en una cárcel de Bermondsay, un barrio obrero donde está incubándose una revuelta. Heredero de la dinastía, lamenta la actitud de esa insumisa de veinte años, tan egoísta como su hermano menor, Edward, abrumado por las deudas de juego. Para pagarlas, éste de vencer en una carrera de aviones a su rival, el francés Pierre du Forestel, un joven tan seductor y fantasioso como él.

Pese a las tensiones familiares, los Rotherfield confían en un porvenir radiante. Sin embargo, un inexorable declive amenaza a la aristocracia inglesa y a la vieja nobleza francesa, que sufren en sus carnes los cambios de la sociedad, cuando ye resuenan los primeros cañonazos de la Primera Guerra Mundial.

Mi último verano en Mayfair se sitúa en Inglaterra y Francia, empieza en 1911 y se desarrolla a lo largo de casi toda la década, hasta el final de la Primera Guerra Mundial.

Consta de dos partes: La primera retrata una sociedad privilegiada frente a las clases obreras que se echaban a la calle pidiendo una reforma para mejorar sus condiciones de vida y trabajo. La segunda describe los horrores de una guerra que lo cambió todo en Europa.

Lo que más me ha gustado de la novela son sus personajes. Los Rotherfield representan lo más selecto de la Inglaterra de principio del siglo XX, aun así detrás del brillo de los salones de baile cada uno se enfrenta a sus propios temores en mayor o menor medida.

Julian es el hijo mayor, el heredero leal y responsable. Se toma su papel con la seriedad que se espera de él, sabe que se convertirá en el cabeza de familia que velará por el bienestar de los suyos en detrimento de sus propios anhelos.

Theresa Révay

Edward es el polo opuesto, vive para disfrutar, a sabiendas que la influencia de su apellido y su hermano, siempre dispuesto a velar porque nada pueda perjudicar a su familia, le respaldarán. Sin embargo llega un momento en el que ni su encanto, ni su familia podrán solucionar sus problemas de deudas.

Evangeline es la mayor de las hijas. Tachada de caprichosa y egoísta, Evie siente la necesidad de llenar su vida con algo más que bailes y fiestas. No sin renunciar a todo el lujo que la rodea, decide unirse a las sufragistas, lo que le llevará a vivir situaciones de peligro y enfrentarse a su siempre recto e intolerante hermano Julian.

Vicky es la más joven. Como su hermano Julian, se ciñe a lo que se espera de ella, es decir casarse y formar una familia. Lleva años enamorada de un amigo de su hermano Edward y todos sus esfuerzos se centran en casarse con Percy.

En la parte correspondiente a Francia, la familia que la representa son los du Forestal. No habría estado de más que se equilibrara un poco más la relevancia de éstos. Creo que en ese aspecto esta familia francesa se queda un poco a la sombra de los Rotherfield, tal vez por es menos numerosa.

Pierre de Forestal es considerado un calavera, mujeriego y aventurero. Es el equivalente francés de Edward Rotherfield y el polo opuesto a su hermano Jean, un joven seminarista que desea dedicar su vida a Dios n un país fuertemente ateo.

Portadas de las versiones francesas

Aunque las familias Rotherfield y los du Forestal son en gran parte los protagonistas de la novela, sus miembros no tienen la misma relevancia. Si bien en la primera parte los vamos conociendo a todos, en la segunda Edward, Jean y Vicky pasan algo más desapercibidos. En contrapartida Evie, Julian y Pierre destacan. En todo caso todos maduran y entienden que todo lo que habían conocido hasta entonces nunca volverá a ser igual y deben aprender a enfrentarse a un futuro desconocido.

En torno a todos ellos los personajes segundarios aportan los contrapuntos necesarios para entender una década convulsa, como Manderley, un industrial hecho a si mismo que intenta hacerse un hueco entre los mas favorecidos que le miran por encima del hombro, o Pennelope March, una sufragista agresiva que desprecia a esa nobleza caprichosa y dispuesta a todo por progresar. No obstantes, en la segunda parte también pasan sin pena ni gloria cuando podrían haber aportado otra visión de los cambios a los que se enfrentaba Europa. La única que va ganando peso es May Warton, una mujer norteamericana independiente, piloto de aviación y periodista, estrechamente relacionada con un miembro de la familia Rotherfield.

El conjunto es una historia que se dispersa mucho entre tantos personajes, lo que puede llegar a romper el ritmo ya que pasa de uno a otro dejando en el aire algunos asuntos. No ofrece muchos diálogos y se ciñe a momentos cruciales en las vidas de todos sus personajes para dar mayor relevancia a la ambientación y los datos históricos. En ese aspecto es una magnifica novela histórica, donde se intuye una detalla documentación.

De la novela me quedo con la evolución de los personajes; en la primera parte, algunos me irritaban por su frivolidad, su egoísmo o su esnobismo. En la segunda parte ninguno se libra de sufrir su parte de desgracias y cada uno madura, crece y llega a ganarse al lector. Theresa Révay retrata una década en general, una generación perdida que se vio sacudida por los cambios en la sociedad, los inicios de la aviación, el hundimiento del Titanic, la lucha de las sufragistas, la influencia de la alta burguesía, la lucha de los obreros y los horrores de la guerra. Sabe transmitir sentimientos y conmueve a través de sus personajes. Me ha gustado mucho aunque habría preferido que entre tantos personajes se hubiese centrado mucho más en un protagonista que fuera el hilo conductor de la historia de las dos familias.

*Gracias a Ediciones b - Vergara - por el libro*