Los dulces años

21 marzo 2011


Los dulces años
Autor: Lavyrle Spencer
Título original: Years
Editorial: Ediciones B, Zeta Bolsillo / Octubre 2009
ISBN: 9788498723120
Género: Histórico
Linnea
Cuando Linnea llega a Alamo no se imagina que aquel irritante hombre que la recibe en la estación se convertirá en su gran amor. Con sólo dieciocho años, la alegre Linnea es la profesora que abrirá un hueco dentro de la comunidad y intentará conquistar un hueco dentro de la familia que la alberga.
Teddy
Theodore es un granjero de treinta y cuatro años que vive con su madre y su hijo adolescente y se siente sumamente irritado ante la llegada de Linnea, no sólo no respeta las reglas tácitas de la comunidad sino que la tiene viviendo en su casa.
Lentamente en el día a día de una tranquila comunidad rural surgirá entre ellos el amor, Teddy atemorizado ante la diferencia de edad intentará alejar a la joven, pero Linnea sabe muy bien lo que quiere, y no está dispuesta a desaprovechar lo que sabe que es su destino
—Una mujer —dijo, perpleja—. Oscar contrató a una mujer.
A su lado, Westgaard lanzó una exclamación desdeñosa.
—Creo que lo que Oscar contrató es a una muchacha vestida con la ropa de la madre, haciéndose pasar por mujer. Y no se quedará en mi casa.

    Ilusionada y con muchas expectativas ante su nueva vida como adulta, Linnea llega a Álamo, Dakota del Norte, como la nueva profesora del pueblo. Y aún todavía con miles de esperanzas y sueños rondando por su cabeza, la joven se encuentra con su primer problema: Theodore.

    — ¡Usted! —La sonrisa fue respondida con una expresión ceñuda—. ¡Pero no puede ser! ¡L. I. Brandonberg es un hombre!

    Él es el hombre que con impaciencia espera su llegada. El mismo que cree que durante el nuevo curso escolar va a acoger en su casa a un profesor hombre. ¡Qué equivocado está!

    Y así es como empieza Los dulces años.... 

    Como un auténtico misogeno, Teddy se empeña en negar su casa a una mujer. Pero ésto nada más es el principio de una larga batalla en pos de algo más profundo y duradero que la enemistad.


    Si Maravilla, el primer libro que leí de Lavryle Spencer me sorprendió para bien, Los dulces años ha superado con creces el anterior dejándome enamorada de la historia y sus personajes.

    A lo largo del relato, no tan solo conocemos a unos personajes con sus respectivas personalidades y formas de ser. Más allá de esto vemos como crecen y evolucionan,  como sienten miedo, alegría y tristeza. O dolor. El libro no es una simple y bonita historia de amor. También hay momentos duros.

    Theodore es un hombre de treinta y cuatro años. Dedicado a su granja, convive con su madre e hijo Kristian, a los que adora, pero no está dispuesto a añadir una mujer más en su vida. El recuerdo de su fracaso amoroso pasado es más que suficiente.

    Linnea es una joven que tiene diferentes facetas. Su juventud hacen de ella una muchacha soñadora que se contrarestra con la firmeza de sus decisiones y la madurez con la que las afronta. 

    Pero son los pequeños detalles como las miradas, los apodos, las manías propias como la de Linnea, que corrige a todos o, incluso las debilidades de cada uno, lo que provocan una gran ternura y simpatía por ellos.

    La relación entre los protagonistas es un constante rifi-rafe, una declarada enemistad. Primero causada por la sorpresa de Teddy al encontrarse a una mujer, y luego..., por la irresistible atracción que surge entre ambos.

    - Theodore, ¿por qué peleamos constantemente?

    Un amor que parece imposible por la diferencia de edad y de mundos. Pero ambos tienen muchas cosas que enseñarse. Ésto es un inconveniente para Theodore, quién obstinado se niega en reconocer sus verdaderos sentimientos. ¡Hasta su propio hijo parece hechizado por la maestra! Pero nada puede impedir la realidad...

    Linnea trató de pensar en algo que decir y no pudo.
    Theodore intentó pensar en ella como una niña y no lo logró.
    Linnea quiso verlo como a un viejo y fracasó.
    El se dijo que era la muchacha de la que estaba enamorándose su hijo, pero fue inútil.
    Ella se dijo que él era el padre de un alumno, que vivía en la misma casa, pero no sirvió de nada. Nada importaba. Nada.

    De esta manera encontramos una historia intensa que sin prisas nos muestra los avances y retrocesos de una relación preciosa. Digna de leer.

    Por otra parte, encontramos otros muchos personajes secundarios encantadores como lo son la gran família Westgaard como Kristie, John, Nissa, la madre de Theodor y, hasta los propios niños y alumnos de Linnea.Cada uno aporta a la historia algo que la hace especial.

    Que más decir... me ha encantado. Me encantaría recoger muchas más escenas, algunas más significativas que otras, pero si no lo habéis leído, serán más emocionantes al leerlas por primera vez.

    Totalmente amena, la lectura me atrapó literalmente y página tras página me encontraba más sumergida en la historia, anulando cualquier pensamiento que no fuera relacionado con ésta.

     Sin duda, a partir de ahora voy a seguir descubriendo a ésta autora que ya me ha encandilado definitivamente. Lavyrle Spencer promete.

    Los dulces años es una historia donde no existen suficientes barreras y límites cuando el amor flota en el ambiente.