A orillas del lago

01 noviembre 2010



Autora: Susan Wiggs
Editorial: HQN, Mira/Febrero 2010
ISBN: 978-84-671-7862-3
Género: Contemporáneo
Serie: 3º - Las crónicas del lago

Después de que su hija se marchara de casa, Nina Romano estaba finalmente preparada para iniciar una nueva etapa en su vida. La aguardaba el apasionante mundo de las citas, los viajes y los sueños por realizar. Pero apenas había empezado a disfrutar de la soledad cuando se sorprendió a sí misma enamorándose de Greg Bellamy, el nuevo propietario del hotel del lago Willow, divorciado y con dos hijos a su cargo.
Greg había fracasado en su matrimonio por culpa de un trabajo exigente y agotador, pero creía haber aprendido la lección y estaba dispuesto a empezar de nuevo antes de que fuera demasiado tarde. Tenía que ocuparse del hotel, de su problemático hijo y del inesperado embarazo de su hija adolescente. Lo que menos tenía era tiempo para enamorarse. Y, sin embargo, empezaba a sentir que con Nina Romano todo podría ser diferente.

Mi primera reseña en Historias Susurradas y es un placer estrenarme con una autora nueva para mi:

Greg Bellamy es un divorciado con dos hijos y para mejorar el panorama su hija de dieciocho años espera un bebé, lo que le convertirá en abuelo. Decide abandonar su ajetreada vida en Nueva York y se instala en Avalon, el pueblo donde, de niño pasaba el verano, con la esperanza de dar a sus hijo y a su futuro nieto una vida cómoda y tranquila. Tendrá que aprender que los hijos no siempre entienden el concepto de sueños y esperanzas que tienen los padres. El embarazo de Daisy será un verdadero reto y entender que ya no es una niña, sobretodo respetar sus decisiones supondrá todo un duelo de intenciones.

Me ha gustado la idea de una segunda oportunidad entre los personajes, dos personas con un bagage, un pasado, el desafío de los hijos que se van haciendo mayor, el deseo de Nina de hacer algo para ella misma por primera vez en muchos años, el reto de empezar una nueva vida para Greg y aceptar el fracaso como marido de Sophie y como padre en Nueva York. Los personajes segundarios como Daisy aportan el otro punto de vista, el de los hijos, dando algo de equilibrio en la relación padre/hijos. Sus miedos al tener que enfrentarse a una maternidad no deseada, sus sueños truncados por la responsabilidad y el temor a no estar a la altura. Para añadir algo más de emoción a su nueva vida se reencontrará con Nina Romano, un antiguo amor platónico de su adolescencia.

Madre soltera a los quince, con treinta y poco es una mujer respetada, con una hija de dieciocho años a punto de entrar en la universidad. Por primera vez en casi dos décadas Nina tiene tiempo para ella y su sueño en la punta de los dedos, pero Greg se cruza por su camino y le arrebata la posibilidad de hacerse con el hotel del lago.


La relación no puede empezar peor pero la atracción los acercará y junto aprenderán a entender que los sueños pueden cambiar y no es demasiado tarde para volver a empezar.

Sin embargo la relación amorosa entre Nina y Greg me pareció sosa. Empieza muy bien con el encuentro en el lago, cuando ella se entera que él es el responsable de su mayor desilusión en años: perder el hotel. Pero enseguida el tira y afloja decae y resulta muy previsible.

La narrativa es amena, nos retrata bien las relaciones entre los padres y los hijos, incluso el miedo que supone dejarles volar, pero la historia de amor no está a la altura. La autora ha hecho más hincapie en las dudas personales sobre la condición de padres que en la atracción de la pareja, aun asi la historia sigue resultando agradable.

 Se puede leer, sin duda, pero no hay que esperar grandes pasiones, solo la lección de que nunca hay que tirar la toalla en el amor y que este puede llegar en el momento más inesperado, incluso cuando pensamos que ya lo hemos vivido y hecho todo.

Otro detalle, es la tercera parte de una serie y los personajes de las anteriores novelas aparecen. No es necesario haberlas leído para entender esta y pone en antecedentes, de manera muy sucinta, lo suficiente para saber y entender

En fin, se puede leer para una tarde de viaje o un domingo vago, sin salir de casa y pasar a otra cosa sin problema.