Entrevista a Olivia Ardey

20 agosto 2011

Tal y como anunciamos días atrás, regresamos con una nueva entrevista. Olivia Ardey nos cuenta todo sobre su trayectoria como escritora y su segunda novela histórica:"Delicias y secretos en Manhattan". Esperamos que la disfrutéis.

- Primero de todo queremos agradecerte el tiempo que nos dedicas en contestar las siguientes preguntas. Estamos encantadas de tener la oportunidad de entrevistarte.

Soy yo quien os da las gracias a vosotras, por brindarme vuestro blog para que los lectores me conozcan.

- Hasta el momento conocemos la faceta de Olivia Ardey como escritora. Cuéntanos un poco sobre ti, Montse Yedra.

Soy una mujer de lo más corriente que trabaja en una biblioteca de barrio, con dos hijos maravillosos y un marido estupendo.

- Confiesas “Me gusta jugar con las palabras”. ¿Desde cuándo se remonta tu interés por la escritura?

La verdad es que me decidí muy tarde. Siempre he fantaseado e imaginado historias, pero no me atreví a plasmarlas en papel hasta el año 2008. Me lancé a la aventura a través de un curso de escritura de novela romántica organizado por La Máquina China Editoria.

- ¿Qué lee Olivia Ardey?

De todo. Aunque lo que más me gusta es la narrativa histórica, la romántica –leo casi siempre autoras españolas- y la novela negra. Tengo algunos autores preferidos, de esos me lo leo absolutamente todo: Andrea Camilleri, Donna Leon, Diana Palmer y Eduardo Mendoza. Mis dos últimos descubrimientos, que me tienen admirada son Edwarde Ruttefurd y Jonh Verdon.

- Por lo general, todas las autoras que finalmente habéis conseguido publicar ha sido a base de esfuerzo y perseverancia. ¿Cómo ha sido tu experiencia personal con las editoriales?

He tenido la gran suerte de estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. Cuando probé suerte con DAMA DE TRÉBOLES, yo era una autora novata, desconocida y con una novela romántica western. Tanto me dijeron que lo mío era misión imposible... Imaginaos mi sorpresa cuando recibí respuesta positiva de la editorial. 
Con DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN pasó algo parecido. La ofrecí a varias editoriales, recibí varios rechazos pero también se interesaron otras y al final pude escoger. Sólo puedo decir que me siento muy afortunada.

- Decidiste optar por un seudónimo en tu faceta como escritora. ¿Cuándo y cómo nació Olivia Ardey?

Pues escogí Olivia porque mi nombre de pila no me gusta. Ardey es mi apellido real leído al revés, no tiene más misterio.

- En el proceso de escritura, ¿qué metodología empleas? ¿Sigues una rutina?


Mi método es el de tenerlo todo atado y bien atado. Escribo primero cada trama estudiando los puntos calientes y la tensión. Luego elaboro con ellos un guión con el resumen de cada escena. Ya con todo eso, me pongo a escribir. En cuanto a la rutina, ninguna, la verdad. Soy un caos. Escribo cómo, dónde y cuando puedo. Hago parones largos, soy lenta y repaso mucho.



- Hablemos de “Dama de tréboles”, tu primera novela. Has contado que la historia surgió a partir de una escena concreta, algo así como empezar la casa por el tejado. ¿Siempre priora la inspiración y detrás el orden?

Siempre. No escribo las novelas en el orden que se leen. Escribo con mi guión siempre presente, pero cuando la inspiración decide ir por otro camino, reestructuro toda la novela si es preciso. La inspiración manda.

- Sin duda, el trébol te ha dado suerte. ¿Qué destacarías de esta historia?

Sí, nunca le estaré lo bastante agradecida a ese shamrock. DAMA DE TRÉBOLES narra el fin de una época. La unión de las dos líneas de ferrocarril supuso un cambio y el Oeste comenzó a parecerse mucho al Este. Ethan Gallaguer representa el desencanto de quien sabe que el tipo de vida que conoce y ama está tocando a su fin.

- Ethan Gallagher es un personaje complejo. A priori despierta antipatía, sin embargo, poco a poco logra empatizar con el lector. ¿Fue difícil? ¿Cómo defines a Ethan?

Fue complejo crear porque no quería un hombre perfecto. Ethan tiene muchos defectos y eso, a mis ojos, lo convierten en un hombre real. Los héroes de papel, absolutamente perfectos, no me interesan.

Ethan soporta una carga sentimental demasiado pesada. Asume la responsabilidad de ver realizados los sueños que escogieron sus padres, de no defraudar las esperanzas depositadas en él. Un reto que él no eligió; en la novela se ve que a él le habría gustado viajar, escoger otro tipo de vida, pero las circunstancias lo han obligado a trabajar sin descanso, en una tarea ingrata que le reporta más desengaños que éxitos. Es un solitario que ha crecido a la sombra de un hermano al que no conoció que es venerado casi como un héroe.

- En este poco tiempo, nos has demostrado el exhaustivo trabajo que conllevan tus novelas, traspasas la ficción y nos ofreces un retrato fiel del escenario descrito. ¿Cómo es el arduo trabajo de investigación?


Pues es la parte más apasionante de la escritura y a la vez la más ingrata, porque el 90% de la documentación no aparece en el texto. En las novelas sólo se dan unos pocos datos, como pinceladas para enriquecer la historia.

Antes de empezar a perfilar una historia, leo bastante sobre la época y sobre todo, sobre el papel de la mujer en la misma, ya que en la narrativa romántica es determinante el carácter de la protagonista femenina. Una vez tengo la estructura de la novela, anoto en el guión los datos que necesito documentar. Si en el proceso encuentro alguna anécdota curiosa, estudio el modo de incluirla en la historia porque me apasiona entremezclar realidad histórica y ficción. Después, en la fase de corrección, subrayo dudas documentales para volver a comprobarlas.

- En septiembre se publica tu segunda novela: “Delicias y secretos en Manhattan”. ¿Cómo surgió?

Pues el esbozo nació como ejercicio de un Taller Avanzado de Novela, en el año 2010. Por casualidad, mientras me documentaba, supe de la existencia de la Peña Española “Los de Pata Negra” de Pittsburgh, Pensilvania, y decidí que tenía que contar una historia de emigrantes en los Estados Unidos. Quería una novela que reflejara la fusión de culturas y la añoranza. Fue por eso que tuve una especie de flash –me pasó en casa de unos amigos, al ver la famosa fotografía de los obreros en la viga- y decidí empezar de nuevo desde cero. Trasladé a los personajes un siglo atrás, a la fascinante Nueva York de 1919-20 porque me enamoré de los sucesos históricos que ocurrieron durante esos meses.

- Tanto en “Dama de tréboles” como en “Delicias y secretos en Manhattan” endulzas la lectura con la repostería tradicional de la época. ¿Qué motiva este detalle? ¿Acaso esconde un hobby?

Lo que comen los personajes es un dato histórico fundamental para conocer la época. Me relaja la cocina, lo del asunto goloso fue coincidencia. Me encanta hacer tartas y dulces, pero soy más del tipo casero como Linette. Nunca me atrevería con algo tan difícil como la alta repostería a la que se dedica Laura.

- Cuéntanos, ¿qué van a encontrar los lectores en esta nueva historia?

Como ya os he adelantado, van a adentrarse en una historia protagonizada por irlandeses, españoles, italianos… Así era la Manhattan de 1919 y así sigue siendo. El voto femenino se acababa de aprobar. La Gran Guerra supuso un cambio en el estilo de vida: la mujer se quitó el corsé, se acortó el peinado y la falda y se lanzó al mundo laboral. Con ellas fuera de casa, empezó a popularizarse la comida rápida. En esta novela encontrarán mujeres decididas, que estudian, emprendedoras y dispuestas a plantarles cara a los hombres de igual a igual. El lector encontrará nuevos ritmos, bailes atrevidos, el popular cine mudo y con él las primeras películas eróticas… En definitiva, una época distinta y apasionante.

- ¿Tienes alguna escena o cita preferida que quieras adelantarnos?

Me gusta mucho esta frase que Kenneth le dice a Laura, al final de una escena hot precipitada y ansiosa, en el sótano de la casa de una ancianita.

«—Sólo temo al paso del tiempo, porque los días se nos escapan y quiero tenerte así la vida entera —la abrazó con fuerza, aún dentro de ella.»


- Curiosamente, los dos protagonistas masculinos de tus respectivas novelas, Ethan Gallagher y Kenneth Callahan, tienen algo en común, su origen: Irlanda. ¿Se trata de una simple coincidencia?

Siento una enorme curiosidad por los irlandeses en América, que generación tras generación mantienen las tradiciones, el orgullo y la añoranza por la vieja patria, aunque nunca hayan pisado Irlanda.

- ¿Qué escritora te haría especial ilusión que leyera alguna de tus novelas?

Diana Palmer, y tengo la satisfacción de saber que éste es un sueño cumplido.

- Hasta el momento, te has dedicado al género histórico. En un futuro, ¿podrías sorprendernos con otros géneros?


Disfruto escribiendo novela romántica histórica, así que lo veo algo lejano. En relato, en cambio, ahora mismo estoy con uno chicklit.

- ¿En alguna ocasión te has planteado viajar y conocer in situ los lugares que describes o los que describirás en próximas novelas?

Todos los días.

- ¿Crees que un escritor es su mayor critico? ¿Compartes tus escritos a tus familiares y amigos para saber si vas por buen camino?


Pocas veces. Sólo pido opinión a alguna compañera.

- Finalmente, ¿en qué estás trabajando actualmente? ¿Nos puedes dar un adelanto?

Ahora mismo tengo entre manos una novela ambientada en el final de la regencia inglesa y el primero de la época victoriana; romántica, por supuesto, pero con intriga de novela negra. Tengo otras dos novelas empezadas y otra casi entera en mente. Ayer mismo entregué un micro-relato para un libro colectivo, he acabado de corregir la traducción al italiano de un relato mío que a principios de 2012 se publicará en Italia y tengo entre manos otros dos.

- Muchas gracias Olivia, te deseamos muchos éxitos con la publicación de tu nueva  novela “Delicias y secretos de Manhattan”.

¡Ojalá! Espero que el haber escogido una época y trama tan distintas de DAMA DE TRÉBOLES no defraude a los lectores. Y gracias otra vez, el apoyo y la atención que me brindáis es impagable.

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